Westview; Multifandom

Helmut Zemo [3/3]

❝What we could have❞
Warning: lenguaje, angst, tw warning.



Mágicamente Sharon había llegado y los había salvado a los cuatro, la rubia apuntaba un arma hacia Zemo.

Tanto Bucky como Sam mencionaron el nombre de la mujer confundidos.

Mientras los hombres intercambiaban palabras con la mujer, Nina se desconectó un momento, hasta que sintió unos ojos sobre ella.

Nina sonrió levemente al ver a la rubia y se abrazaron, dejando confundidos a los chicos.

-Pensé que jamás te volvería a ver, Nina-la rubia sostuvo los brazos de la pelinegra mientras le daba una mirada, asegurándose que estuviese bien.

-Yo sabía que de alguna manera estabas bien, Sharon, me alegro de que mi intuición no haya fallado.

-Estoy viviendo en Hightown, estarán a salvó por un tiempo-comentó Sharon y la siguieron.

La mujer le dió una sonrisa a la pelinegra, y se apresuraron a entrar en el auto de Sharon.

Sam tomó rápidamente el asiento del copiloto, dejando a Nina en medio de Bucky y Helmut.

Bucky ingresó en la parte de atrás y ayudó a Nina a entrar con él, Nina se tensó cuando sintió el calor que emanaba el cuerpo de Zemo que estaba cerca de ella, sus muslos tocándose.

El estar así de cerca era un pequeño souvenir para su memoria de la misión, recordó como la mujer de corte pixie la reconoció como una Stark, como tuvo que mentir diciendo que había decidido dejar eso atrás por Zemo, como había tenido que sentarse en su regazo y acariciarlo, como sintió su respiración cerca de sus labios y sus manos en su muslo.

Así de cerca como en ese momento.

Helmut notó el cambio en Nina e intentó tomar su mano, fracasando horriblemente en el proceso cuando Bucky atrajo a la pelinegra a su costado, dejándolo con ganas de golpearlo en la cara.

Al llegar, Sharon les dió tiempo de ponerse cómodos.

Bucky se había sentado lo más lejos que podía de Zemo y Nina no lo culpaba, por el contrario, de alguna manera estaba aliviada de que el súper soldado mantuviera su distancia.

Sam llegó y se posicionó al lado de ambos, mientras Sharon se burlaba de ambos hombres y de vez en cuando, bromeaba con Nina también.

Todo parecía ir bien, Sharon los había invitado a su fiesta y ellos aceptaron.

Hasta que a Helmut le dio por bailar, obviamente, Nina remarcó, era un pésimo bailarín, pero tenía espíritu.

Y aunque el pensamiento había sido divertido, la sonrisa no llegó a su rostro.

El castaño se acercó, intentando atraerla a la pista de baile con él, pero Nina lo rechazó.

Dejando entre los dos un sentimiento amargo.

Helmut observaba desde la pista de baile como Nina conversaba con Bucky, como reía con él.