Westview; Multifandom

Bill Skarsgård

❝Every breath you take❞
Warning: Lenguaje joven/adulto, celos y  posesividad.
A/N: Lo siguiente es pura ficción, no afirmo que Bill se comporte de esta forma.
Así mismo, de ninguna manera apoyo los comportamientos violentos o las relaciones tóxicas, si te encuentras en una situación como esta, o encuentras similitudes, háblalo con alguien de confianza y termina esa relación, nadie debe quedarse en un lugar donde atentan contra su integridad y salud emocional.
Ámate, vales mucho.

La música estaba demasiado alta, Ginevra no recordaba cuando se había separado tanto de Bill, no sabía siquiera dónde estaba en este momento.

Caminó entre la multitud, mientras los apartaba con los codos y chocaba con sus hombros. Quería encontrar a Bill, pero algo le decía que eso no era buena idea.

Siguió caminando a tropezones entre el gentío hasta llegar a el pasillo, que estaba menos congestionado que el salón, a excepción de una pareja que se estaba la pasando estupendamente en medio del pasillo. Trató de no mirar y siguió buscando, la mayoría de las puertas estaban abiertas, excepto dos.

Abrió la primera y observó que era el cuarto de baño con las luces apagadas. Suspiró y siguió buscando.

Antes de abrir, Ginevra tocó levemente la puerta pero nadie contestaba, entonces la abrió dejando a su vista una horrible escena; Bill estaba con una pelirosa, ella estaba sobre él mientras él gemía.

Ginevra soltó una maldición sin poder evitarlo, fue ahí cuando ellos notaron su presencia, sin embargo la chica de pelo rosa la ignoró y siguió, al igual que Bill.

Ginevra, sólo se dio la vuelta sin decir nada, tratando de encontrar aunque sea un pequeño trozo de dignidad.

Se marchó de nuevo, entre la multitud, pero ahora parecía ida, le importó poco que golpeara a varios presentes, hasta casi cayó de no haber sido por unas fuertes manos de hombre que la sostuvieron.

—Hey, ¿Ginevra, cierto?—preguntó el peligris que reconoció como Michael. Ella asintió y trató de apartarse para seguir con su camino—Soy Michael, pero dime Mike—continuó él—Nosotros, uh, compartimos química.

Ella sólo le sonrió a medias, el chico no tenía la culpa de lo que estaba pasando pero en realidad necesitaba irse de ahí.

—Es un gusto, Michael, pero he de irme ya—comentó y de la fina boca del chico salió un "Oh".

—Déjame llevarte—propuso y ella aceptó sin pensarlo dos veces, necesitaba irse de ahí.

Ambos jóvenes salieron y Michael la ayudó a subirse a su camioneta, antes de subir una chica pasó por el lado del peligris y esta le sonrió haciendo que él le devuelva la sonrisa.

—Seguro es un mujeriego—pensó Ginny.

El ojiazul subió a la camioneta, al mismo tiempo que Bill salía por la puerta como un rayo y se dirigía al auto.

—¡Ginevra! ¡Bájate de ahí en este instante!—gritó el castaño y la chica tembló. El chico de pelo gris se percató de eso y encendió el auto.

—Vamos a llevarte a casa—informó y ella asintió.

—¿Segura que quieres ir a casa?—preguntó a mitad de camino y ella negó, él asintió y tomó otra ruta.

—¿A dónde...?—preguntó pero fue interrumpida por Mike.

—Vamos a mi casa—ella lo miró y él sonrió—no pretendo nada, te lo prometo.