Stilinski Twins [Teen Wolf]

1. Bitten

1. Bitten

Escuché la alarma de mi reloj sonar. Diablos, el instituto. Lo había olvidado. Pude escuchar cómo mi hermano vagaba por los pasillos. Llámenlo conexión de mellizos o lo que quieran, pero podía sentir que Stiles estaba emocionado . Los pasos se detuvieron en un momento.

Me atreví a abrir los ojos, mala idea. Stiles estaba ahí delante mirándome con una gran sonrisa. Sin pensarlo dos veces tomé mi almohada y se la revoleé.

—Es ilegal que estés así de feliz el primer día —gruñí mientras me revolqué nuevamente en mi cama, pretendiendo dormir.

Escuché como Stiles repetía lo que dije hace un momentos, jugando ser el hermano molesto. Sentí sus pasos hacia mi cama, seguramente planeaba sorprenderme considerando que estaba boca abajo y con las sábanas cubriendo mi cuerpo. Esperé la sorpresa de ante mano, no lograría asustarme.

—¿Qué haces Stiles? —dijo una voz nueva. La voz de mi papá que probablemente pasaba enfrente a mi habitación para asegurarse de que me estuviera arreglando. Él sabe que las mañanas no son lo mío.

Stiles pareció gruñir.

—¿Qué intentaba hacer? —preguntó con visible sarcasmo en su tono—. ¡Pues levantarla a la antigua! Así no llegamos tarde.

—Tienen alrededor de media hora, Stiles —indicó papá con voz tranquila. Debe tener una extraña manera de mantener la calma para no habernos estrangulado a lo largo de los años—. No molestes a tu hermana.

Sentí como Stiles levantaba los brazos indignado por lo que acababa de escuchar y luego las dejaba caer haciendo un ruido seco contra sus piernas.

—¡Ella me lanzó su almohada! —se quejó. Ya empezamos temprano. Alcé mi mano entre las sábanas pidiendo hablar.

—En mi defensa, él está demasiado emocionado por volver al instituto —comenté contra mi otra almohada, probablemente no se entendió lo que dije así que me moví un poco—. Deberías llévalo al médico.

Podía escuchar como Stiles hacía muecas sobre lo que yo decía. Y después me dice a mí inmadura por haber nacido seis minutos después de él.

Papá suspiró lentamente y con fuerza, queriendo hacernos ver que no estaba molesto sino cansado de nuestra actitud de niños.

—Stiles, ve a abajo a desayunar y deja a tu hermana en paz. ¡Sin protestas! —agregó al final, seguro ya estaba otra vez por quejarse—. Y Sarah, levántate y vístete.

Después escuché cómo se iba hacia la cocina, bajando las escaleras. Sarah 1 - Stiles 0. Lentamente me fui incorporando. Los comerciales mienten, nunca en mi vida me desperté luciendo impecable.

Stiles se acercó a mi cama, se arrodilló haciendo que sus ojos marrones mirasen a los míos directamente. Me froté los ojos, si se atrevía a sonreír o a decirme que iba a ser un gran año, juro que le pego un puñetazo. No me mal interpreten, amo a mi hermano como a nadie más en el mundo. Simplemente me molesta su optimismo en ocasiones como esta.

—¿Qué te pasa? —le pregunté con mi usual mal humor después de despertarme. Me corrí a un lado y dejé que mis piernas cayeran al lado de él, me peiné un poco mientras seguía asimilando la idea de que tengo instituto y no tengo ni ganas de ir.