Stilinski Twins [Teen Wolf]

16. La reliquia Argent

16. La reliquia Argent

—Lo lamento mucho, Sarah —dijo él. Me mantuve ahí rígida, los libros en mis brazos, el casillero abierto y mis cejas alzadas—. Fue la luna llena, pero eso no justifica lo que hice o te dije. Lo lamento muchísimo, ¿te sigue doliendo? —preguntó señalando mi cuello. Negué levemente.

—Solo un poco a veces —comenté con una pequeña sonrisa. Sé que no fue su culpa, sé que no me heriría a propósito. Scott miró mi cuello unos segundos y luego el pequeño parche que me puse en el hombro para evitar que las heridas se me infectaran. Frunció el ceño al ver el pedazo de gasa.

—¿Yo te hice eso? —preguntó señalando el hombro.

—Tus garras —respondí—. Pero no es nada grave, unas simples marcas nomás —agregué para que no se preocupara. Realmente no necesitaba eso en su memoria, lo que ocurrió pasó por la luna llena. Para el próximo mes habremos descubierto algo que pueda ayudarle a controlarse mejor y todo esto quedaría en el pasado.

—Sarah... —dijo pareciendo querer llorar—. Lo lamento tanto... No quise...

—Lo sé, Scott. No estoy enojada —indiqué dejando los libros en el casillero y acercándome a darle un abrazo.

Realmente no estaba enojada. Las heridas se irían, no me hizo ningún daño grave o duradero. Y lo que dijo sobre Derek, sé que tal vez no piensa eso y que solo lo dijo par molestarme. Así que no estaba enfadada, sólo quería que no le diera más vueltas al asunto. No fue su mejor día, listo.

Sentí sus brazos rodear mi cintura y cómo su cabeza se ocultaba entre el espacio entre mi cuello y mi hombro. Le di unas caricias en la espalda para que se relajara y dejara ir el tema. Le susurré un par de veces que seguía bien y lo dije un poco más alto cuando sentí humedad en mi hombro. Casi nunca veo a Scott llorar, pero cuando lo hace sé que debe ser grave e intenso lo que siente.

Estuvimos unos minutos así hasta que él se separó. Se secó la humedad de las mejillas y me miró. Le di una sonrisa dulce.

—Eres la mejor, Sari —me dijo cerrando mi casillero. Sonreí de manera graciosa ante su declaración.

—Me lo han dicho —respondí mientras tomaba su brazo y caminábamos hacia nuestra siguiente clase—. Ahora tenemos que sobrevivir al instituto —dije al dar la vuelta en una esquina—. ¿Hablaste con Stiles?

—No todavía —me respondió.

—No lo dejes estar, Scott —le avisé mirándole—. Él necesita a su mejor amigo también —él asintió.

•••

Entré a mi habitación. Abrí mi bolso y me puse a trabajar con la tarea que dio Harris hoy. Mientras antes la terminara, más tranquila me quedaría. Dejé mi celular a un costado mientras terminaba de sacar mis apuntes.

Antes de que pudiera ponerme a trabajar, mi celular sonó. Atendí al instante al ver quién era el que llamaba.

—¿Estás bien? —fue lo primero que pregunté. Si me llamaba en vez de darme un mensaje significaba que tenía bastante para decirme (ya sé, es muy raro que Derek Hale tenga demasiadas palabras por decir). Pero lo primero que siempre pienso es si está en problemas.

Oí un suspiro del otro lado — Sí, estoy bien —parecía como cansado de que me preocupara demasiado. Rodé los ojos.