Capitulo 16 - Confusing

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Entré en su casa después de lo ocurrido. Al parecer no estaba aquí, era un poco tarde, las 11:15 aproximadamente, así que supuse que le habían invitado a otro de esos importantes eventos.

Me senté en el sofá esperándole, estaba demasiado mal y no podía mantener mi cuerpo firme. Varios minutos mirando al abismo y al escuchar el ascensor me indicaba que ya estaba aquí. Mantuve la compostura y me senté adecuadamente. Sin evitarlo al abrir la puerta me levante, quería mirarle a los ojos.

Pero no esperaba eso de ella. Vino con una chica alta de pelo moreno, tenía lentes igual que Melo. La antes nombrada estaba haciendo de sus tonterías, las dos se reían, Melo se veía realmente bonita..

Joder, María. ¿Quien es esa tía? Pregúntale ya.

Melo no esperaba mi visita, se asombró que yo estuviese aquí. A la chica parecía no importarle, incluso me sonreía. ¿Me está vacilando?

Decidí hablar pero Melo lo hizo primero.

—Hola, María.—me dijo sonriendo y demasiado feliz, no sabía lo que me había pasado.

—Hola, tu debes de ser la chica de la que tanto habla Melo.—dijo mirándome fijamente la chica.—Tal vez no me conozcas. Soy Lois.

—Ehm.. bueno, no.. no he oído hablar de una tal Lois en mi vida, lo siento.—dije cabizbaja, aún tenía dolor en mi pierna y en el arañazo.

—Vaya, pensé que me reconocerías por mi nombre.—rió.—Soy la hermana de Melo. Me quedaré aquí unos días, extrañaba a mi querida hermana.—dijo mirándola.

Melo solo sabía reírse ante tal situación. Su hermana dejó las maletas en la habitación de Melo, luego fue al sofá a ver la tele. Esta casa era pequeña, por lo tanto una podía escuchar la conversación de todos. Cogi a Melo de la mano y entré al baño como pude, me dolía la pierna muchísimo. Me miró confusa, no sabía lo que estaba pasando.

Creía que quería hacerlo, así que cojio justo el brazo donde tenía el arañazo. Al tocarme pegué un brinco y ella otro, se asustó. Vio la sangre que este echaba y preguntó.

—¿Que es todo esto, María?.—se preocupa demasiado.

—Eso venía a explicarte.—era inevitable no llorar.

—Hey, hey, siéntate en el filo de la bañera.—dijo indicando el sitio y le obedecí. Sacó de un cajón una venda. Tapó gran parte del arañazo para evitar salir sangre.—¿Como es que ha pasado todo?

—Fuerte discusión con quien tu sabes. Me jaló del pelo, luego le empujé, cayó y luego el me empuj...—no paraba de llorar mientras le explicaba.—Me hice daño en la pierna, casi no puedo andar. También esto—dije mirando él arañazo.

—Joder, será hijo de puta.

Entró la hermana de Melo al baño, Lois. Me cae mejor desde que dijo que es su hermana. Me he convertido en una celosa de Melo, ¿pero quien me dice que no tiene a alguien más? Será mejor que deje de pensar eso.

—Hey, que pasó chicas.—dijo con cara de preocupación.

—Lois, luego te explico.—dijo mirando un punto fijo en el suelo volteando la cabeza. De nuevo giró para curarme.

Su hermana salió de allí al segundo. ¿De seguro Melo le explicaría luego? Seguro le contará otra historia. Esta no.

Dejé de llorar, me levantó con cuidado.

—¿Ya estas mejor?.—dijo depositando un cálido beso en mis labios.

—Me duele la pierna un poco, se va calmando el dolor por lo que veo.—dije sonriendo.

—Pensé en llamarte esta noche para.. bueno. Darte una buena visita con tu novio delante.

Miré al suelo. Me molestó que ahora sacase el tema de Juan.

—Bueno.—dijo cogiéndome del mentón para que mirase hacía ella.—Tengo algo de que hablarte. Pensé en un mirador lejos de la ciudad donde se ven todas las vistas.

—Está bien, Melo.—sonreí.

—Me iré a hacer mis cosas, ve a la cocina. Estará mi hermana.

Fui donde me dijo, efectivamente allí estaba su hermana. Lois me miró.

—¿Estás mejor, pequeña?.—dijo poniendo su mano en mi hombro.

—Si, mejor.—sonreí falsamente.

—Aprovecharé que mi hermana está en el baño para preguntar.—dijo seria.—He oído que tienes novio, ¿es así?

—Si bueno..—dije poniendo una mano en mi frente cerrando los ojos.

—¿Y luego estás con mi hermana?.—seguía seria.

—Bueno, ella lo eligió así.

—Seré directa, Cadepe.—se acercó a mí, por un momento pensé que me iba a pegar o algo por el estilo.—No me quiero enterar de que le haces daño. No quiero regresar a ningún drama adolescente como en esos tiempos. Y mucho menos que le hagas daño a mi propia hermana.

A veces esta mujer me daba miedo. Solo asentí escuchando sus palabras. Melo salió del baño y se acercó a nosotras.

—Lois, tomaré tu coche. Voy a salir con María. Acomoda tus cosas donde quieras.

—Está bien, Melo. Tened cuidado, es algo tarde.

[...]

Al fin llegamos al auto, Melo arrancó. Por su aspecto sabía donde iba, creo que más o menos ya tenía el sitio calculado. Después de 45 minutos llegamos al lugar. Era un mirador con vistas a toda Madrid. Se veía realmente hermoso. Estacionó el coche en un sitio apartado y vimos las vistas.

—Quiero decirte que..—la escuché decir.

Amor Prohibido - MelepeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora