Capitulo 48 - The End (1)

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NARRA YELLOWMELLOW

Al día siguiente, por la tarde...

Di algo más y llamaré a Juan—decía Jane en su contra—Estoy aquí para hacer lo que me piden.

—¿Cómo puedes ser tan mala mujer?—decía yo entre dientes—¡Lo sabías todo!

—Prefiero ser mala mujer a tener a alguien siendo mi juguete—dijo Jane en tono chulesco, riéndose—¿Donde queda el baño?

—Encuéntralo tú misma, víbora—decía yo de pie en la puerta.

Cuando Jane entró al baño a desvestirse, me senté en mi sofá a llorar maldiciendo lo que podría llegar a pasar. No me sentía preparada, no lo estaba ni nunca lo estaría para decirle adiós al verdadero y único amor de mi vida.

Jamás pensé que cosa semejante podría ocurrir. ¡Ella podría morir! Le romperé el corazón, lloraré demasiado por ello pero después de todo la salvé. Se moriría a manos del hombre que jamás le quiso. A manos de un maleducado que la humillaba, insultaba. Entonces llegué yo, dueña de mis actos queriendo encontrar diversión cuando no me di cuenta y terminé como estoy ahora, realmente enamorada y triste. Triste porque después de salvarla ella creería que yo jamás la quise y que la traicioné.

Sonó el timbre y tan solo me levanté a abrir esta maldita puerta. Ella estaba allí con su sonrisa y yo me mantenía sería, poco a poco su sonrisa fue desapareciendo para sentirse preocupada por mi estado.

Mientras que la guarra de Jane salía completamente desnuda con una toalla intentando parecer a esa escena que tanto me producía dolor en mi corazón, en el corazón de María.

"Mi amor, ¿estás preparada ya?"

Solo sabía mirar a María y a sus ojos cristalinos llenos de ira y confusión. Finalmente quise poner fin a esto de una vez aunque luego, en mi soledad me costaría la vida volver a como estábamos antes.

—Si cariño, ya estoy lista—dije sin apartar mirada de sus preciosos ojos que pronto me detestarían—¡María!, ¿que estás haciendo aquí?.

—Bebé, ¿que hace ella aquí?—cuestionó irónicamente Jane con una sonrisa maliciosa en su rostro.

—María, quiero que te vayas, no quiero volver a verte—dije mirando sus preciosos ojos por última vez acompañados de lágrimas.

Me odio por esto.

Ella salió de mi apartamento. Yo rompí a llorar tirada en el suelo. Esto no podía estar sucediendo, esto sería uno de esos malos sueños que nadie desearía tener. Jane reía detrás de mí pero ya nada de eso me importaba. No podía escucharla. Quizás después de esta escena mi vida se volvería un completo sufrimiento, ya nada volvería a ser igual.

Mi princesa María, mi pequeña.. mi pequeña se había marchado de aquí. Le había hecho más daño del que jamás podría imaginar.

Ahora pensará que tan solo soy un engaño, que la traicioné. Nada de eso, María. Lo hice por que si no lo hacía iban a matarte. Todo menos eso.

—Justo donde duele, eh—seguía riendo Jane.

—¡Vete de aquí, zorra!—Decía echándola de mi apartamento de la manera menos lujosa y a gritos, tal y como ella no estaba acostumbrada.

Sinceramente, mi vida cambiará para siempre. Destino, pórtate bien y ponla de nuevo en mi camino. No me la quites tan pronto. Por favor.

Lo rompía todo, las copas, los platos. Todo lo que pasaba por mi paso. Todo era un huracán lleno de ira y de pura perversión. No sabía donde había ido, no sabía nada de ella por ahora. Tan solo se qué... la perdí.

Vuelve antes de que mate a esta estúpida de la que te enamoraste una vez. Vuelve y quédate a mi lado pequeña. Tan solo vuelve.

Amor Prohibido - MelepeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora