NARRA MARÍA CADEPE.
Al entrar en mi edificio, los señores de recepción me miraban con rostros felices, transmitiéndome un buen rollo.
"¡Está usted preciosa hoy, señorita Cadepe!" decía él más joven de allí halagándome.
Tan solo entré feliz a mi apartamento, por fin me habían dado el puesto de trabajo al que siempre había querido trabajar. Toqué al timbre pues como de costumbre dejé las llaves dentro. Pero sabía que mi bebé estaría allí y que abriría la puerta.
Su seriedad era un tanto inquietante. La notaba mal incluso más que ayer. No se que podían ocurrir estos días para que su comportamiento sea así. Pensé que mi sonrisa la alegraría, todo lo contrario. Finalmente decidí ocultarla tras ver lo miserable y despreciada que me sentía en aquel momento.
Mientras que esa guarra salía completamente desnuda con una toalla.
—Mi amor, ¿estás preparada ya?—escuché en en un lado de el apartamento. La voz era proveniente de mi habitación.
Solo miraba a Melo fijamente y a sus ojos llenos de absoluto dolor. Finalmente articuló palabra.
—Si cariño, ya estoy lista—dijo mirándome fijamente—¡María!, ¿que estás haciendo aquí?.
—Bebé, ¿que hace ella aquí?—cuestionó irónicamente Jane con una sonrisa maliciosa.
—María, quiero que te vayas, no quiero volver a verte—dijo ella, yo solo miraba sus ojos marrones tristes—Aquí está tu maleta—dijo señalándola—Ahora vete.
Las lágrimas eran presentes en mi rostro. En menos de un minuto salí de allí llorando como nunca antes. ¿Porqué lo había hecho de nuevo?
¿Ya no quiere verme? Sabía que tenía algo con esa hija de puta, lo sabía. Y me había mentido durante todo este tiempo. Desde que me fui están juntas. Nunca debí ser tan confiada. Realmente me estaba haciendo daño y yo ciega de amor, completamente ciega de amor.
Un amor falso, lleno de promesas incumplidas y ilusiones falsas. Todo era demasiado bonito como para ser real. Sabía que no podría olvidarla, pero yo tampoco quisiera saber nada de ella. Melo Moreno García había oficialmente muerto para mí.
¿Como es posible que pudiese engañarme 3 veces? Conformándome con sus falsos perdones cuando en realidad lo que hacía era jugar conmigo. No entiendo por qué me has hecho esto, mi amor. No lo entiendo. ¿Se supone que yo hacía algo mal?. ¿Te molestaba?.
INICIO FLASHBACK
—MELO, DÍMELO.
—Pero tranquilízate, joder. Ya está siéntate aquí—intentó calmarme ella.
Hice lo que me dijo, ella se sentó al lado mía, me explicó.
—María, a mi solo me invitaron a esa fiesta de la discográfica. Allí la conocí y nos tomamos unas copas mientras hablábamos. NO HAY NADA MÁS, MARÍA. TODOS IGUAL. ELLA Y YO SOMOS SIMPLES CONOCIDAS.—dijo algo alterada.—Es más sabe que eres mi novia María, le hablé de ti.
Fin del Flashback.
Todo era una sarta de mentiras. Jamás me quiso, solo jugó conmigo igual que la primera vez que nos conocimos en ese café. El día que cambió mi vida al completo.
Flashback
Me senté junto a ella y ésta puso toda su atención en mí.
—Hola, María—dijo sonriendo, me encantaba su preciosa voz.
—Hola, Melo cuanto tiempo—tenía vergüenza, no sé, solo eso de tenerla enfrente me trasmitía un nerviosismo en mi interior que no era normal.
—Ya ves, pequeña—sonrío-¿Quieres tomar algo?—preguntaba ella.
—Sí, un café con dibujito—me reí contemplando sus preciosos ojos marrones.
Fin del Flashback.
Cada una de las veces que hacíamos el amor, cada vez que me decía te quiero, cada vez que me juraba amor eterno. Y pensar que todo eso fueron las típicas mentiras que en todas las relaciones se hacen... todo para ilusionar a la otra persona.
Junto a mi maleta y mis lágrimas en la parada del bus, estaba dispuesta a irme varios días a el apartamento de Kate, para luego finalmente irme a mi lugar de procedencia; España.
Todo mi pasado.
¿Estaría bien volver otra vez al pasado para de nuevo encontrar la felicidad?
Fin. [Epilogo muy pronto]
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Amor Prohibido - Melepe
Fanfiction[TERMINADA] María es una chica lista. Vive junto a su novio Juan, hay discusiones, pero no se anda con rodeos, todos sabemos que muere eternamente por YellowMellow, hasta el punto que decide pasar un rato a su lado.. ¿Podrá María resistirse a la ans...