Capitulo 42 - My dreams come true

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MC

Al atardecer, justo después de salir de aquel restaurante cuando nadie visitaba la lujosa playa que había lejos de Seattle, estábamos Melo y yo paseando tranquilamente escuchando el sonido de las olas.

Ibamos agarradas de la mano, sabía que jamás se soltaría de ella. Me necesitaba y yo la necesitaba así que nada malo podría pasar.

Me sentía protegida. Nadie había hecho esto por mí, jamás me habían querido tanto como lo había hecho ella a cambio de nada, sin pedirlo. Jamás pensé que podríamos llegar a cierto punto pero es que es inevitable.

Nos sentamos a contemplar el paisaje, yo estaba entre sus piernas mirando hacía adelante. Notaba su respiración en mi oído, los suspiros. Sus brazos rodeaban mi estómago acercándome cada vez más a ella.

—Que linda estás —dijo en mi oído a modo de susurro, luego me regaló uno de sus besos en mi mejilla.

Yo tan solo acariciaba su mano, entrelazándola poco a poco.

—Haría lo que fuese por ti —continuó diciendo en mi oído hasta girar mi cabeza para darle un beso en sus labios rajados.

—Que suerte tengo —dije con la emoción resaltada en mis ojos.

—Mi suerte fue conocerte —sonrió

Tan solo se levantó y alzó sus manos para levantarme. Al levantarme y quedarme a su altura me besó, podría estar así más de mil años pero el aire lo impediría.

Me subió a su espalda y yo riéndome, era totalmente una niña pequeña. Caminaba despacio hasta el auto que nos esperaba justo a 10 minutos.

—No te sorprendas si algún día nos casamos —dijo ella riéndose.

—Encantada de la vida, bebé.

[...]

Llegamos al apartamento besándonos abrazadas directas a la habitación de las dos.

Yo quitaba su ropa y ella quitaba la mía, despacio y con delicadeza.

Me desnudó completamente y me tiró a la cama besándome descontroladamente. Seguido de eso pasó a mis pechos, donde yo ya estaba realmente excitada. Iba hacía abajo, arqueaba mi espalda de las ganas que tenía y del placer que estaba obteniendo.

Justo antes de llegar a mi centro retrocedió hasta mi boca para besarme de nuevo, dejándome así con las ganas.

Sabía como tentarme.

Pero esta vez quiero darle la vuelta a la situación así que me levanté y la puse debajo mía. Hice exactamente lo que ella me hizo pero esta vez llegando a su centro.

Cerraba sus ojos y los gemidos estaban empezando a surgir.

Se mantenía firme y segura, indicándome que quería que siguiese con el trabajo.

—María.. — gritaba mi nombre repetidas veces convertidos en suspiros.

Mi lengua hizo el trabajo esta vez. Succionó cada parte de su centro.

[...]

Al día siguiente desperté invadida por los rayos del sol en mi cara. Melo no estaba a mi lado.

Me levanté y comprobé que estaba allí trabajando sentada en su ordenador.

Me acerqué y le di un suave beso.

ESTRELLA Y COMENTARIO 💭

Amor Prohibido - MelepeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora