Hoy es el último día de vacaciones, y podemos llegar a la conclusión de que las desaproveché totalmente.
Como es costumbre fui a la librería a hacer mi compra mensual de libros. Pero algo no estaba bien. Conozco a todos los que trabajan en la librería, aceptémoslo paso más tiempo en ella que la mayoría de las personas, pero puedo asegurar que jamás había visto a ese chico. Y como si fuera poco tenía en sus manos, el libro que había estado buscando los dos últimos años de mi vida.
Creo que se percató de que lo estaba viendo, cosa que estaba haciendo por el libro y no por él. Debo reconocer que era un lindo muchacho, al menos de perfil.
Me miró, con unos increíbles ojos azules, y dijo: "Hola, ¿puedo ayudarte en algo?". Me quedé helada, no se qué pasaba conmigo, digamos que no soy Santa Catalina, pero me tomó más de la cuenta responder.
"Si por supuesto, ese libro que tienes en tus manos, se estuvo escapando de las mías por los últimos dos años. ¿Sería posible que consideres comprar otro?".
Se rió, no entiendo qué fue lo que dije que podría resultar tan gracioso. Arqueé una ceja, casi por reflejo. Él se aclaró la garganta, y haciendo un gran esfuerzo por no reír dijo: "Resulta que yo también lo estaba buscando hace rato. Así que no, no puedo dártelo", sentí odio, odio hacia ese engendro. "Pero puedo proponerte algo, si accedes a que lo compremos a medias, puedo leerlo primero yo, y cuando termine prometo prestártelo. Digamos algo así, como una tenencia compartida".
Normalmente no suelo acceder a este tipo de cosas, menos con flacos que recién conozco, pero había algo en él que me intrigaba. Accedí, esperando que él no resultara ser un asesino serial.
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Me tuviste con un "Hola"
Romance"Que quede en claro que sólo hago esto porque mi psicólogo me lo pidió. Si fuera por mí jamás llevaría un diario, demasiado cursi para mi gusto. A ver, por dónde empiezo... Ah sí, esto es inútil". Bienvenidos al diario de Ellie.
