Día 175

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Creo que cuando termine de escribir esto tenga que ir a comprar otro cuaderno, agenda, diario, anotador, lo que sea.

Me quedan unas peligrosas cuatro páginas, por lo que no se si escribir que pasó en el día de hoy, o lo que pasó todos estos días sin escribir, o... o si escribir lo que quiera.

Creo, que me inclino por la última opción.

¡Nos vamos de intercambio con Max! No lo puedo creer, estamos super entusiasmados. En realidad no fue nuestra elección, el director de nuestra carrera nos dijo que por nuestro promedio, y por ambos saber inglés nos enviarían a Finlandia. FINLANDIA.

Y nos dio la opción, ir un cuatrimestre, un año, o terminar la carrera allá. Nos quedamos petrificados, era una super oportunidad que no se volvería a repetir.

Hablamos con nuestros padres, y a ambos nos dijeron: "los vamos a extrañar, pero tienen que hacer lo que ustedes crean que es correcto. No importa cuanto tiempo se vayan, siempre y cuando vuelvan".

En la segunda reunión con el director, le planteamos nuestras inquietudes y temores. Él nos dijo que nos quedáramos tranquilos, y que no nos apresuremos a tomar una decisión en cuanto a la duración del intercambio. Que vayamos, hablemos con el director de nuestra carrera allá y que analicemos la situación una vez en Finlandia.

Sam esta entre orgullosa y triste, y tal vez un poco enojada. Y la entiendo, es mi hermana y odio estar lejos de ella, o la simple idea de tener que verla vía Skype. Pero entiende que es mi oportunidad, y respeta mi decisión. Y ya esta organizando su visita en las vacaciones, de verano finlandés claro esta.

Tobi estuvo super triste. Hicimos la promesa de hablar con él todos los días, y con eso lo alegramos un poco. Le dije, que él se tenía que quedar para ayudarme a cuidar a Sam, que necesitaba sea mi informante secreto. Se le iluminaron los ojos ni bien se lo dije, y me dijo "por supuesto, Agente Anders reportándose".

Los chicos, Lexi y Sam, también van a venir con nosotros a Finlandia. Vamos a ir a la misma universidad, y vamos a dormir a dos habitaciones de distancia. Lexi y yo en una, Max y Sam en la otra.

Desde que Connor se fue del grupo estamos más unidos que nunca. No hay cosa que hagamos que no hagamos juntos. Y se que no hay nada que pueda cambiar o romper lo que tenemos. Nos amamos, y somos amigos. Y sabemos lo difícil que son las amistades y no vamos a dejar que nada ni nadie nos quiera robar lo que tenemos.

Lexi me llamó hace unas horas, no entendí nada de lo que me quería decir porque tenía el timbre de voz más agudo que lo normal y no para de gritar y reírse. Cuando logré que se calmara y me dijo que pasaba, empecé a gritar y reírme yo.

Sam le había pedido que se casaran, antes de ir a Finlandia.

Tenemos 23 años, casi 24, y aunque el casamiento es una tradición que se esta perdiendo, es muy lindo cuando alguien te dice que se va a casar. Como que no es un trámite más, es una unión. Una verdadera unión entre dos personas locamente enamoradas.

No va a ser una super ceremonia, y tampoco va a ser por iglesia. Se van a casar en el registro civil, y después vamos a hacer una juntada en la casa de Max.

Cuando hablé con Max, lloró de la alegría. Fue muy dulce, escucharlo tan emocionado. Se rió y me dijo, que cerrara la boca a pesar de no haber hecho comentario alguno. Me dijo que me pasaría a buscar y que iríamos al río. Me quería contar algo.

No se porqué, pero hace meses tenía algo que me rondaba la mente, y no sabía que corno era.
Me cambié, eché perfume y lo espere en la puerta de casa.

Todo el camino de mi casa al río, fue en silencio. No me incomodaba, porque no era necesario que dijera nada. Tenía idea, una vaga, de lo que iría a pasar. Incómoda no estaba, pero sí nerviosa.

Nos sentamos en nuestro lugar de siempre, el muelle. Y se quedó otro largo rato en silencio. No quería decir nada, porque yo no tenía nada que decir, era él. Entonces esperé.

"Ell, ¿te puedo hacer una pregunta?".

"Sip, ¿qué pasa?".

"¿Te acordás cuando rendimos nuestro último parcial, que te enojaste cuando te dije que no podía ir a tu casa, pero que prometía compensártelo?".

"Ajam, me acuerdo".

"Bueno, nunca me volviste a preguntar qué fue lo que tuve que hacer ese día".

"Sí, es verdad. Porque creí que vos me lo ibas a contar cuando sea el momento de contármelo".

"Bueno, ahora te lo quiero contar", no me miraba cuando hablaba, miraba el horizonte o algo por ahí cerca.

"Bueno, dale".

"Ese día, salí con tu hermana".

"Saliste... con mi hermana... ¿a dónde fueron?".

"Le pedí que me ayudara con algo".

"¿Con qué?".

"Te quería comprar algo".

"Max... no me regalaste nada para mi cumpleaños. Fue en Mayo y dijiste que me lo debías. Pero creí que ibas a esperar a, no se, navidad para dármelo".

"Jajaja, pero te lo quiero dar ahora, ¿algún problema?".

"Jajaja, no bobo".

Se dio media vuelta y me dio una bolsita. Una bolsita turquesa, turquesa y blanca. Lo miré con cara de: me tenés que estar cargando. No puede ser más predecible. Lo abrí creyendo que sabía lo que habría ahí guardado. Saqué una cajita, cuadrada y chiquita.

Me tuviste con un "Hola"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora