Ayer las películas se vieron interrumpidas por un apagón, determinamos que fue una señal divina para que nos fuéramos a dormir.
El cuarto de huéspedes era gigante, siendo honesta era más grande mi que habitación. En la almohada había un dibujo junto a uno de mis caramelos favoritos, los 1/2 hora. El dibujo era de un perro que tenía una flor en la boca, el perro me sonaba familiar.
Dormí de lujo, había algo en la almohada que ni bien apoyé mi cabeza al instante me dormí.
Cuando me desperté y miré el reloj de la mesita, me di cuenta que eran las 10, ¡habíamos faltado a clase!. Me levanté de un tirón, fui corriendo a la habitación de Max y le empecé a dar pequeños pero sucesivos golpes en la cabeza.
"Faltamos a clase, ¿cómo puede ser que estés durmiendo, acaso no te suena el despertador? Despertateeee".
Claramente le tomó un segundo entrar en sí, y con su mejor cara me dijo muy suavemente, "es sábado Ellie, al único lugar que faltaste fue a tu habitación ayer por la noche".
Acto seguido se dio media vuelta con cara a la pared, me sentía una completa idiota. Vaya forma de despertar a alguien, lo tomé como parte de mi venganza por lo de espiarme, así que me di vuelta decidida a ir a la cocina a preparar el desayuno.
Pero no pude, me había tomado de la mano y empujado a la cama. Me quedé helada, no podía moverme. No sabía qué hacer, qué decir, qué pensar. Pero claro esta que mi descendencia italiana entró en acción porque antes de lo que cantaba un gallo me quedé dormida de nuevo.
Cuando desperté Max me estaba mirando, muy concentrado en mis pecas. Sin reparar en que seguramente tendría aliento a zombie le dije, "vos también tenés pecas, y por eso no me paso mirándote fijo".
Se rió, y agarró un papel y un lápiz. Lo tomé como razón suficiente para levantarme e ir a lavarme los dientes.
Cerca de las 4, me fui para casa. Mamá siempre me decía: nunca pasar más tiempo de la cuenta, que se quede con ganas de más. Insistió en acompañarme a casa y accedí. Cuando llegamos a la puerta fui yo la que habló.
"Agradecería que la próxima vez me consultaras a mí y no a mis progenitores. Y por favor, considera una cita como la mayoría de las personas. No es que la haya pasado mal, pero no se, no quiero ir muy rápido".
Vi que lo incomodó aquello, tal vez solo quería pasar el rato como la mayoría de los chicos; para ser honesta, ese era precisamente el tipo de chicos a los que atraía, pero esperaba que él fuera la excepción.
"De acuerdo, pero te advierto, hagamos lo que hagamos dudo, siquiera, llegue a ser normal", me dio un beso en la mejilla y se fue.
¿Cómo era posible que siempre dijera lo correcto?
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Me tuviste con un "Hola"
Romance"Que quede en claro que sólo hago esto porque mi psicólogo me lo pidió. Si fuera por mí jamás llevaría un diario, demasiado cursi para mi gusto. A ver, por dónde empiezo... Ah sí, esto es inútil". Bienvenidos al diario de Ellie.