—Y, ¿vamos? —me preguntó Angélica cuando salíamos de la enfermería.
Luego de tener que ayudarla a levantarse en medio del pasillo, la traje inmediatamente a la enfermería, donde le pusieron hielo en algunos moretones que se formaron por sus brazos, más una crema en los rasguños.
—No lo sé —dudé—. Aún no es viernes...
—Di que sí —insistió—, es para celebrar que entré al equipo, ¿sí?
—Bueno... —cedí a regañadientes— Vamos.
Al instante, Angélica comenzó a dar saltitos de alegría como si fuese una niña de cinco años que le regalaban un dulce de fresa. Mientras le daba una larga mirada divertida, pensé que, si en verdad ella quería ir a la fiesta, tendría que ponerse un montón de maquillaje para tapar esos rasguños.
—Hey, invita a Raúl. —añadió y volteó en el siguiente pasillo.
Le di el alcance y me paré frente a ella haciendo que se detuviera.
—¿Y tú con quien irás?
—Eso, es una sorpresa — me guiñó el ojo y se volvió a alejar. Me quedé en medio del pasillo, mi clase estaba en otro lado. Angélica se detuvo y volvió a voltear. —: ¡Voy a las ocho a tu casa! —me gritó antes de desaparecer.
Saqué mi teléfono y busqué entre mis contactos a Raúl. Le mandé un mensaje avisándole que esta noche saldríamos a una fiesta para celebrar el puesto de Angélica y al instante me respondió confirmando que iría. Pasé alrededor de un minuto dándole información sobre a qué hora tenía que llegar a mi casa, cuando alguien pasó muy cerca de mí, y me quitó el teléfono.
—Que tal escenita la que se montaron nuestras amigas, ¿no? —cuestionó Jamie, ocultando una sonrisa—¿Con quién hablabas...? Oh, tu Romeo... COURTNEY ANDERSON, ¿TE VAS A UNA FIESTA SIN MI? ¡Te dije para ir al cine!
Salté en mi lugar por su grito repentino. Le di una mirada avergonzada. Con todo lo que había pasado, olvidé que ya tenía planes con Jamie. Tenía que arreglar esto de una vez antes que ella se molestase.
—Perdóname, enserio, salió de la nada. —me excusé— ¿Qué te parece si te unes? Va a ir Angélica, Raúl y alguien más que ella va a llevar.
Pareció razonarlo unos momentos, torturándome interiormente. —: Le preguntaré a mi madre, pero lo más probable es que me diga que sí. Así que te daré el honor de contar con mi presencia en esa fiesta. —comentó—. Pero ahora muero de hambre, ¿podemos ir a comer? Por favor di que sí, no quiero ir sola.
Hice una mueca.
—Tengo clases de biología, pero ahora que mencionas la comida... — sonreí satisfactoriamente —. No le puedo decir que no. Pero que sea rápido, no quiero llegar más tarde de lo normal.
A n g é l i c a
Estaba caminando por los pasillos buscando a Nathan; aunque tal vez ya estaba en clases. Aun así, seguí buscándolo. Tenía que repetirse nuestra primera salida— la segunda no, fue muy lindo el cine y la fiesta, pero me emborraché mucho y no recuerdo casi nada—; esta fiesta prometía algo diferente. Además, como le dije a Courtney, tenía que intentar algo para que dejara de jugar con los sentimientos de otras chicas. No había logrado ningún avance en nuestras anteriores salidas.
Giré por uno de los muchos pasillos de la escuela y justo me crucé con él, que estaba apoyado en los casilleros revisando un libro. Me acomodé un poco el cabello, y carraspeé cuando llegué frente a él.
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Cuando Ella Llegó
Dla nastolatkówLos estudiantes de la preparatoria Abney High son completamente normales. Sin los estereotipos que caracterizan cada historia; como el mujeriego, la zorra, la sagrada profecía de la nerd y los grupos en la cafetería. Sin embargo, en este nuevo año...