La Última Esperanza

Capítulo 10

Okay, Okay. ¡No me maten! Ya llegó el Hiccstrid prometido, digo capítulo XD Perdonen la tardanza, la última semana estuve sin lentes y no pude avanzar nada... (¿Excusa de las semanas antes de esa? No tengo ninguna XD)

En fin, he aquí el capítulo de este fic que forma parte de un reto que con cada capítulo me da la impresión de que jamás cumpliré XD

Voy apurada así que si hay algún error, dispénsenme, luego lo arreglaré. Y como voy apuradita no hay imagenes (además mi internet es un asco) igual lo arreglaré después.

-.-.-.-.-

Ninguno decía nada. Ambos habían permanecido en silencio durante varios minutos, observando el cielo nocturno, escuchando como el viento comenzaba a mover las pocas hojas que los sauces aun conservaban y dirigiéndose miradas discretas entre ellos esperando a que alguno decidiera romper con ese incomodo silencio.

—Dime—Llamó su atención de repente—, ¿cómo lo lograste?

—Oh bueno—intentó comenzar a explicar—, me basé en las bombas de humo que usualmente ustedes usan, solo que con huevos de ave más pequeños y rellenos de pólvora. Funciona más o menos igual que algunos fuegos artificiales de los cuales obtengo la pólvora, los consigo gracias a un amigo de mi padre y...

—Eso no—Le cortó la chica clavando su mirada en la verde de él tras un sonoro suspiro—. ¿Cómo lograste que mi hermana te diera el título de "amigo"?—Preguntó con seriedad y un brillo en los ojos que Hipo no supo deducir, melancolía quizá.

—Eso... Yo... No lo sé—Confesó él al tiempo en el que apartaba su mirada fijándola hacia el frente—. Creo que solo lo hizo y ya.

—Imposible—Exclamó ella—, Thorey jamás haría eso. No era el tipo de persona que otorga su confianza así nada más.

—Pero lo hizo con ustedes, ¿o no?—Quiso saber curioso observándole discretamente sin mover la cabeza.

—No exactamente—Susurró abrazando sus rodillas y dejando caer la barbilla sobre estas. Su confesión solo logró confundirlo y, al mismo tiempo, hacer que la curiosidad de su interior creciera aún más.

— ¿Puedo preguntar a qué te refieres?—Cuestionó girándose para encararla.

—Todos los Burglars nos considerábamos familia—Comenzó a explicar sin darle una respuesta directa a su pregunta—, pero ella no lo veía así. Y es que, ella no confiaba en nadie como para dejar su propia vida en sus manos. A los Burglars poco les importaba eso—Confesó esto último con pesar—, ellos estaban dispuestos a dejar morir a uno de los suyos justo frente a sus ojos con tal de que su misión, su objetivo, fuera cumplido... Thorey era diferente, ella siempre cumplió con todas las normas, pero también llegó a romper algunas reglas con tal de seguir sus propios ideales—Recordó con nostalgia—. Ella protegía a todos por igual aun a costa de su vida. Pero nunca le dio muestras de confianza a nadie; la única persona que la conocía tanto o más que ella misma era Sensei. Él era el único que sabía quién era realmente Thorey.

— ¿Y tú?—Quiso saber arrepintiéndose al instante al ver el cambio en la expresión de su amiga.

—Creo que, después de todo, ella no confiaba lo suficiente en mi—Confesó con pesar guardando silencio al instante.

—Bueno, yo tampoco la conocía muy bien—Admitió tratando de levantarle el ánimo—. Siempre fue muy misteriosa, se tomaba las cosas muy enserio y no hablaba más de lo debido—Recordó con nostalgia.

—Así era ella—Sonrió Astrid—. Fría y aparentemente sin sentimientos... Pero en el fondo, era distinta. En escasas ocasiones pude notarlo. Solo la vi derrumbarse y llorar una vez, cuando Sensei murió.