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"Estar asustado no es lo mismo que ser un cobarde. Quizá era tan valiente como cualquiera de los que estaban allí, porque él iba a coger un dragón a pesar de saber cómo eran los dragones." –Cómo Entrenar a tu Dragón, Cressida Cowell.
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La tensión del ambiente era tan profunda que incluso le costaba respirar con normalidad. Se sentía abrumado y con una fuerte presión sobre sus hombros y pecho.
Había llegado la hora de hacerle frente a Drago, aquello para lo que se había preparado durante los últimos tres años, no podía retroceder o fallar ahora que se encontraba tan cerca de recuperar todo lo que él les arrebató.
El hombre los observaba con cautela y serenidad, lucía tan seguro de sí mismo que definitivamente no parecía creer que ellos pudieran vencerlo. Tal confianza hizo que incluso el castaño comenzara a dudar, pero tan rápido como ese sentimiento apareció lo hizo marcharse al recordar las razones por las cuales hacían eso y, aferrándose con fuerza a su espada firme frente a él y lista para ser usada, dio un paso al frente con Astrid siguiendo sus movimientos con la mirada.
Exhaló suavemente conectando su mirada con la de Drago y se preparó para hablar.
—Detén esto, Drago, no tiene que derramarse más sangre—fue lo único que dijo logrando sonar tan sereno y seguro como el hombre, deseando que sus palabras fueran suficientes para hacerlo entrar en razón y vencerlo—. El mundo quiere paz... y tenemos la respuesta. Así que terminemos con esto de una buena vez.
La espada en su mano tembló por un momento ante el nerviosismo que comenzó apoderarse de su cuerpo cuando el azabache liberó una carcajada como respuesta.
—Debo admitirlo, me equivoqué contigo—concedió entonces poniéndose de pie con total tranquilidad, ondeando su capa negra conforme bajaba los escasos escalones para acercarse a ellos—. Tienes las agallas de los Haddock.
Cuando estaba a tan sólo unos metros de distancia, se detuvo y con un ligero movimiento dejó a la vista la espada atada a su cinturón cuya empuñadura resplandeció gracias a la luz de las antorchas.
—Pero aun así, ¿qué les hace creer que podrán derrotarme?—añadió con fiereza—. Ni Estoico ni la líder Burglar lo lograron, ¿qué los vuelve diferentes a ustedes?
Esa era una pregunta que sin duda no podían responder, porque incluso ellos la hacían de vez en cuando.
¿Cómo serían capaces de vencerlo?
Drago era claramente más fuerte y poseía mayor experiencia, no por nada había vencido a la mejor guerrera del clan Burglar y al rey de Berk. Así que, ¿qué posibilidades tenían ellos?
—La fuerza no lo es todo—susurró Astrid tras meditar aquello trayendo de regreso viejos recuerdos.
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Estaba cansada, era la quinta vez que terminaba en el suelo desarmada. ¿Cómo era posible que no pudiera asestarle un sólo golpe? ¡Se había vendado los ojos! Ella tenía la ventaja y aun así fue vencida cinco veces.
— ¡No es posible!—exclamó con frustración recuperando su espada cubierta de barro al igual que su ropa—, ni siquiera puedes ver, ¿cómo logras ganarme?
—No necesito verte para saber dónde estás o hacia dónde diriges tu espada—respondió la mayor de pie frente a ella.
Incluso con la venda negra cubriendo sus ojos parecía como si realmente estuviera observándola de la forma en la que siempre lo hacía cuando entrenaban, o al menos eso era lo que ella sentía.
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La Última Esperanza
FanfictionElla es la última del clan Burglar. Él es el heredero de un reino caído. Ella busca venganza por la derrota de su gente y por la muerte de su hermana. Él busca venganza por la destrucción de su reino y la muerte de sus padres. Ella le salvó la vida...