Capítulo 32

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Narrado por Ana.

Después de cenar estuvimos un rato en el jardín y después nos fuimos a la cama. Yo estaba apoyada en el pecho de Pablo mientras nos besábamos acarameladamente. La temperatura fue subiendo y al final acabamos haciéndolo.

Narrado por Pablo

Cuando me despierto tengo a Ana pegada completamente a mí. Nuestras piernas estaban entrelazadas, mi mano en su cintura y la suya rodeando mi cuello.

Empiezo a acariciar su espalda desnuda y enseguida recibo una sonrisa como respuesta.

Ana:
-Buenos días mi rey.

Pablo:
-Buenos días preciosa.

Empezamos a besarnos pero el sonido de un teléfono nos interrumpió. Ana se giró y cogió el móvil de la mesilla. Se le quedó la cara hecha un poema.

Pablo:
-¿Quién es?

Ana:
-Es Marta.

Pablo:
-¿Marta? ¿Y para qué te llama?

Ana:
-No sé!!

Pablo:
-Cógelo!!

(Conversación telefónica)

Ana: ¿Sii?
Marta: Ana
Ana: ¿Marta? ¿Ha pasado algo?
Marta: Más o menos. ¿Podemos quedar? Necesito hablar.
Ana: Cl... Claro. ¿A qué hora?
Marta: ¿Te viene bien dentro de media hora?
Ana: Me parece bien. ¿En mi casa?
Marta: No tengo la dirección.
Ana: *******************
Marta: Vale.
Ana: Vale pues ahora nos vemos.
Marta: Vale. Chao.
Ana: Adiós.

(Fin de la conversación)

Pablo:
-¿Qué te ha dicho?

Ana:
-Que quiere hablar conmigo. Hemos quedado aquí en media hora.

Pablo:
-¿Que quiere hablar? ¿De qué?

Ana:
-No sé. Lo que no entiendo es que se suponía que estaba de viaje. Dijo media enfadada.

Pablo:
-Se suponía.

Ana:
-Pablo.

Pablo:
-Dime.

Ana:
-¿Me mentiste?

Pablo:
-¿Qué? No!!

Ana:
-Me dijiste que Marta estaba de viaje. Y si hemos quedado en media hora es que ya está aquí.

Pablo:
-Ana te juro que estaba de viaje. Ni siquiera yo sabía que había vuelto. Normalmente me avisa antes de subir al avión.

Ana:
-Vale, te creo. Pero prométeme una cosa.

Pablo:
-El qué.

Ana:
-Prométeme que cuando Marta esté aquí no vendrás a verme. Ni en mi casa, ni en el trabajo.

Pablo:
-¿Y si tengo ganas de verte?

Ana:
-Pues me mandas un Whatsapp y ya está.

Pablo:
-Vale, te lo prometo.

Ana:
-Y ahora vístete que pronto llegará Marta.

Nos vestimos y nos tomamos un café. Cogí mis cosas y me fui, después de unos cuantos besos.

Narrado por Ana

Después de que se fuera Pablo hice la cama y me puse a ordenar un poco hasta que unos diez minutos después llegó Marta.

Ana:
-Pasa, estás en tu casa.

Marta:
-Gracias.

Ana:
-¿Quieres algo de beber? Un café, una infusión, zumo, agua...

Marta:
-No, gracias.

Nos sentamos en el sillón.

Ana:
-Bueno, ¿de qué querías hablarme?

Marta:
-Es sobre Pablo.

Ana:
-¿Sobre Pablo?

Marta:
-Creo que me está engañando con otra.

Me quedé de piedra al escuchar lo que dijo. ¿Y si sabe que soy yo? ¿Y si es otra mujer y Pablo también me está engañando a mí, aunque no sea su novia?

Ana:
-No creo que Pablo te esté engañando. Él te adora y no sería capaz de hacerte algo así.

Marta:
-No sé...

Ana:
-¿Qué te hace pensar que te puede hacer eso?

Marta:
-Pues que está con el móvil a cada momento, hace unas semanas que está distante y frío conmigo, ha salido un par d veces y no me ha dejado ir con él y ayer llegué de mi viaje porque se adelantó el vuelo y como le quería dar una sorpresa no le avisé, pues la sorpresa me la llevé yo al ver que no estaba.

Ana:
-Pero seguramente estaría con sus amigos. Y lo del móvil no lo veo tan raro, hoy en día la tecnología juega un papel fundamental.

Marta:
-Ya pero tendrías que ver su cara. Sonríe como un tonto enamorado cada vez que lee un mensaje.

Estuvimos un rato hablando de eso y de otras cosas. Pedimos algo de comer para las dos y después se fue.






El calor de tu sonrisa [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora