Capítulo 34

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Llegué a casa y me acosté en la cama con Max. Él me reconforta y yo estaba destrozada por lo que acababa de hacer. Después de estar llorando horas y dar miles de vueltas en la cama me quedé dormida.

Me desperté por los lametazos de Max. La verdad es que me alegraba las mañanas, las tardes y las noches. Estuve un rato jugando con él, me tomé un café, me lavé la cara, me vestí y me fui a pasear con Max. Cuando llegué a casa Hugo estaba saliendo por la puerta.

Ana:
-¿A dónde vas?

Hugo:
-Me voy un mes a grabar una película.

Ana:
-¿Un mes?

Hugo:
-Sí, ¿algún problema?

Ana:
-No, ninguno.

Hugo:
-Mejor. Porque aunque lo hubiera me iba a ir igual.

Ana:
-Genial.

Hugo:
-Adiós.

Se fue y yo entré en casa. Me puse ropa cómoda y me acosté en el sillón. Me volví a desmoronar, cuando llegué al parque los recuerdos invadieron mi mente.

Narrado por Pablo

Aparco y me paro delante de la puerta. Toco el timbre y no unos segundos después abre la puerta. Estaba llorando, tenía los ojos rojos e hinchados. Según me ve cierra la puerta pero pongo el pie antes de que lo haga. Entro y cierro la puerta.

Ana:
-¿Qué haces aquí?

Pablo:
-Vengo a hablar contigo.

Ana:
-Ahora mismo no tengo ganas de hablar.

Pablo:
-Escúchame por favor.

Ana:
-Está bien. Pero rápido.

Nos sentamos en el sillón. Le agarré la mano pero se soltó inmediatamente.

Pablo:
-Yo te quería decir que lo he dejado con Marta.

Su cara era una mezcla se asombro y alegría.

Ana:
-¿Qué?

Pablo:
-No quiero perderte por su culpa. Ayer en el parque te dije lo que sentía y era, es verdad. Estoy enamoradísimo de ti.

En ese momento me besó y yo me sentí mejor que nunca.

Pablo:
-Me vuelves loco.

Ana:
-Pues vamos a hacer locuras.

Mientras nos besábamos nos dirigimos a la habitación. Me tiró a la cama y se puso encima de mí. Me quitó la ropa poco a poco hasta quedar completamente desnudo. Empezó a besarme el cuello y fue bajando por el torso hasta llegar a su claro objetivo. Allí se entretuvo un rato dándome placer con su boca, yo no podía parar de gemir. Después yo hice lo mismo con ella y acabamos haciéndolo varias veces pasionalmente hasta caer rendidos casi sin aire.

 Después yo hice lo mismo con ella y acabamos haciéndolo varias veces pasionalmente hasta caer rendidos casi sin aire

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El calor de tu sonrisa [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora