Capítulo 55

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Las caricias de Ana en mi cara hacen que me despierte. Me quedo unos minutos disfrutando del delicado tacto de sus dedos hasta que decido hacerle saber que estoy despierto. Cuando vuelve a pasar el dedo por mis labios le doy un pequeño mordisco y posteriormente abro los ojos.

Ana:
-Auch!! ¿Por qué has hecho eso? Me ha dolido. Dijo con cara de niña pequeña.

Pablo:
-Jajaja, no exageres, solo ha sido un mordisquito.

Ana:
-No me hables, estoy enfadada contigo.

Cruzó los brazos y se dio la vuelta. Empecé a hacerle cosquillas y enseguida le salió la carcajada, esa que tanto me encanta.

Ana:
-Jajaja, para por favor, jaja.

Pablo:
-Si me das un beso.

Se acercó a mi boca haciendo que nuestros labios se rozaran, y cuando pensé que me iba a besar dio giro y quedé yo debajo. Ahora era ella quien me hacía corquillas a mí, hasta que se cansó. Ahí aproveché para volver a tomar las riendas de la situación. Unos minutos después ya estábamos rendidos, hasta que ella se puso encima mía y me dio el tan deseado beso, lo alargué el máximo tiempo posible.

Pablo:
-Umm.... buenos días. Dije después del beso.

Ana:
-Buenos días mi rey, voy a hacer el desayuno. Dijo levantándose.

Pablo:
-¿Te ayudo?

Ana:
-No hace falta.

Me dio un beso y salió de la habitación. Justo en ese momento me sonó el móvil. Era un Whatsapp de un número desconocido.

Leo el mensaje varias veces aunque no me hace falta para saber que es Hugo quien lo ha mandado

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Leo el mensaje varias veces aunque no me hace falta para saber que es Hugo quien lo ha mandado.

Días después...

Quedan apenas tres días para que vuelva Hugo. No he recibido más mensajes pero sigo preocupado. Aún así no me he separado de Ana y no lo pienso hacer. Ese mensaje podría haber sido simplemente para meterme miedo pero si no lo es podría pasarle cualquier cosa a ella y no me lo puedo permitir. Después de pasear a los perros compro unos churros para desayunar y vuelvo a casa de Ana, no la he querido despertar ya que anoche quedó con sus amigas y llegó un poco tarde. Cuando llego a la puerta está abierta. Entro enseguida y suelto a los perros. Dejo los churros en la cocina y voy a la habitación. Me quedo en shock cuando la veo. Alguien le ha clavado un cuchillo en el costado. Está pálida y con los ojos cerrados. Me acerco a ella corriendo y le tomo el pulso. Cojo el móvil y llamo a la ambulancia.

El calor de tu sonrisa [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora