Capítulo 10

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Después de estar un rato con los perros volvimos con los demás. Hicimos la cena todos juntos y después de comer recogimos todo. Estaba hablando con los chicos cuando Ana llegó y se sentó con nosotros.

Adrián:
-¿Pasa algo? Porque es raro que te pongas con nosotros...

Ana:
-Es que las chicas están hablando de boberías. Además vosotros sabéis que yo os quiero mucho.

Edu:
-Ya, a algunos más que a otros. Dijo mirándome.

Ana:
-Os quiero a todos por igual. Bueno, ¿de que estábais hablando?

El Sevilla:
-Del amor.

Ana:
-¿Vosotros hablando de amor?

Adrián:
-Es que uno de nosotros está pillado.

En ese momento me quería morir. Que cabrones son.

Ana:
-¿Sii? ¿Quién?

Edu:
-Pues P.....

Pablo:
-Nadie, es broma. Dije después de taparle la boca.

Ana:
-Ah, pues que pena. Con lo que me gusta a mí un cotilleo. Bueno pues como veo que por aquí no hay nada interesante me voy a mi caravana. Después nos vemos Pablito. Me guiñó un ojo.

Pablo:
-Vale.

Se fue y yo me quedé sonriendo como un tonto. No entendía muy bien por qué estaba sintiendo estas cosas.

Todos:
-Uy Pablito.

El Sevilla:
-Te has quedado sonriendo como un gilipollas.

Pablo:
-Se llama cortesía. Si le sonríes a la gente quiere decir que eres educado y simpático.

Edu:
-Pero a ella le sonríes de una manera especial.

Pablo:
-Que pesados estáis.

Adrián:
-¿Y qué me dices de ese guiño de ojos? Me da que hoy no vamos a poder dormir por el ruido.

Pablo:
-¿Pero qué dices? De verdad que estáis fatal.

El Sevilla:
-Admite que te gusta.

Pablo:
-Me encanta. No me gusta, me cae bien.

Adrián:
-Pronto tendrás que admitirlo. Además como sigas poniendo esas caras delante de ella se va a dar cuenta.

Pablo:
-Mira de verdad, me voy a mi caravana porque sóis unos auténticos pesados.

Edu:
-Vete con tu amorcito anda.

Pablo:
-Pesados!!

Fue lo último que dije antes de irme. Entré en la caravana y los perros estaban durmiendo pero Ana no estaba.

Pablo:
-¿Ana?

Ana:
-Ahora salgo!! Estoy en la ducha!!

Pablo:
-A vale, tranquila!!

Me puse con el móvil hasta que ella saliera. Cuando abrió la puerta del baño y salió no pude dejar de mirarla. Llevaba una toalla envolviendo su cuerpo y el pelo medio mojado.

Ana:
-Perdona que salga así es que se me ha olvidado coger la ropa.

Pablo:
-¿Eh? Ah, da igual!! Le puede pasar a cualquiera.

Cogió la ropa y entró al baño para vestirse. Después me duché yo. Cuando salí Ana estaba dormida en el filo de la cama. La cogí y la coloqué bien. Después apagué las luces y me acosté.

Me desperté por los lengüetazos de Max y Drake. Cuando se me aclaró la vista vi que Iris y Kai estaban tumbados a mi lado. Y Ana estaba haciendo el desayuno. La verdad es que me despertaría así siempre. Empecé a jugar con los perros y Ana se dio cuenta de que ya estaba despierto.

Ana:
-Buenos días!! Decía mientras servía el café.

Pablo:
-Buenos días.

Puso el desayuno en la mesa. Iris y Kai se despertaron y enseguida fueron corriendo hacia ella. La veedad es que la adoraban. Ella se puso de rodillas y empezó a jugar con ellos. Y después se unieron Max y Drake. Al final acabó en el suelo. Me acerqué a ella y le extendí la mano para ayudarla a levantarse.

Ana:
-Gracias. Estos perros hacen conmigo lo que quieren. Dijo mientras nos sentábamos.

Los perros se quedaron mirándola mientras se comía una galleta.

Ana:
-¿Puedo darles un trozo?

Pablo:
-Claro, siempre les suelo dar algo.

Partió una galleta en cuatro, les dio un trozo a cada uno y se la comieron encima de la cama.

Ana:
-Voy a tener que sacudir las sábanas después.

Pablo:
-Que malcriados son.

Ana y Pablo:
-Jajaja.

El calor de tu sonrisa [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora