Capítulo 7

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Narrado por Pablo

Después de observar detalladamente la caravana me di cuenta de algo

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Después de observar detalladamente la caravana me di cuenta de algo.

Pablo:
-Oye.

Ana:
-Dime.

Pablo:
-Solo hay una cama.

Ana:
-Pero es de matrimonio, cabemos los dos.

Pablo:
-Si quieres duermo en el sillón para que estés cómoda.

Ana:
-¿Pero qué dices? Anda no seas bobo. Vamos a colocar nuestras cosas.

Colocamos todo y salimos para hablar con los compis y repartir la comida en cada caravana.

Silvia:
-¿Ya está todo repartido?

Todos:
-Sí.

Silvia:
-¿Y todos tenemos algo de cada?

Todos:
-Sí.

Silvia:
-Vale.

Ana:
-Oye chicos yo me voy a acostar ya.

Pablo:
-Y yo.

Ruth:
-Que descanséis.

Ana y Pablo:
-Igualmente.

Cuando entramos los perros estaban dormidos en el sillón.

Pablo:
-Menos mal que pusimos las mantas antes.

Ana:
-Sí, oye, ¿quieres algo de cenar?

Pablo:
-No, gracias. Me voy a acostar ya.

Ana:
-Yo me voy a hacer un café.

Me acosté y la observaba mientras se tomaba el café. Me quedé embobado y no entendía muy bien por qué. Cuando me quise dar cuenta Ana estaba moviendo la mano delante de mi cara para llamar mi atención.

Ana:
-Eyyy, Pablooo

Pablo:
-¿Eh?

Ana:
-Te has quedado empanado. ¿Estás bien?

Pablo:
-Sí sí, es que estaba en mi mundo.

Ana:
-Ya ya.

Se acostó y yo me aparté para dejarle su espacio.

Ana:
-Oye que no muerdo.

Pablo:
-Es para que estés más cómoda.

Ana:
-Anda no seas bobo, ven aquí. Dijo mientras daba unos golpecitos en la cama.

Me acerqué más a ella y nuestros cuerpos quedaron separados por centímetros.

Me desperté y enseguida llegó a mí el olor a café recién hecho. Cuando levanté la vista Ana estaba haciendo el desayuno. Me levanté y un impulso hizo que la abrazara por detrás. Se asustó y se le cayó el café que se estaba bebiendo en la camiseta, en la zona del escote.

Pablo:
-Perdón, deja que te lo limpie.

Cogí un paño húmedo y lo froté encima de la mancha. No sirvió de mucho, el agua ayudó a que la mancha calara y dejó ver parte de su sujetador. Por un momento me quedé mirando fijamente.

Ana:
-Déjalo, de todas maneras me iba a quitar el pijama.

Pablo:
-Lo siento.

Ana:
-No pasa nada.

Serví café en dos tazas y cuando salió le di una.

Ana:
-No hacía falta.

Pablo:
-Te he tirado el otro encima así que...

Ana:
-Está bien.

Nos tomamos el café entre risas y charlas. Me cambié de ropa y dejamos que los perros salieran. Salí a jugar con ellos. Los compis seguían durmiendo. Estaba sentado en el césped observando a los perros. Les lancé un palo que llegó hasta el agua y sf lamzaron a por él. Unos minutos después Ana venía corriendo en bikini y se metió en el lago a jugar con los perros. Cuando llevaban un ratillo vino corriendo hacia mí. Yo admiraba su cuerpo mientras se acercaba. Cuando llegó sentó a mi ladó y se escurrió el pelo.

Pablo:
-Eres la primera en meterse en el lago. Bueno a parte de los perros.

Ana:
-El agua está buenísima.

Pablo:
-Tú si que estás buenísima.

Ana:
-Oye, ¿por qué no te pones el bañador y tomamos el sol?

Pablo:
-Vale.

Entré en la caravana y me cambié de ropa. Cuando salí Ana ya estaba tumbada encima de la toalla y había puesto otra para mí. Me tumbé a su lado y me quedé de espaldas al sol mirándola.




El calor de tu sonrisa [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora