Capítulo 44

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Pablo:
-Bff.... no sabes las ganas que tenía de besarte.

Ana:
-Pues las mismas que yo.

Pablo:
-¿Esto significa que me das otra oportunidad?

Ana:
-¿A ti que te parece? Aunque nuestra situación es difícil.

Pablo:
-No te arrepentirás. Y por Marta no te preocupes, la relación entre ella y yo va a acabar pronto.

Esa noticia me pone triste y alegre a la vez. Alegre porque por fin Pablo será mío y no tendré que preocuparme por lo que haga con ella. Y triste porque es una buena chica y aunque ella esté con Pablo me cae genial.

Ana:
-Hablando de Marta, mejor vete con ella porque puede pillarnos en situación cariñosa y no me gustaría.

Pablo:
-Se ha ido esta mañana, le ha surgido un vuelo de imprevisto.

Ana:
-Ah. Entonces...

Pablo:
-Entonces no hay por lo que preocuparse.

Se fue acercando a mí poco a poco y nos volvimos a besar. Teníamos unas ganas terribles y se notaba. Estuvimos un par de horas allí, el spa seguía vacío pero Pablo me dijo que era porque lo había reservado por unas horas para nosotros. Nos fuimos a comer con los demás. Pablo se iba a sentar a mi lado pero Silvia llego antes que él a la mesa y le quitó el sitio.

Ana:
-Silvia.

Silvia:
-Qué.

Ana:
-Ahí iba a Pablo.

Silvia:
-Tú lo has dicho, iba. ¿Ya lo habéis arreglado?

Ana:
-Si le dejas el sitio te lo digo.

Silvia:
-Osea que sí. Porque estás insistiendo demasiado para que Pablo se siente aquí. Tienes que ser más lista chiqui.

Ana:
-Ja ja.

Al final Pablo se sentó en frente mía después de "pelear" un poco con Silvia. Durante la cena no paramos de echarnos miradas y también hubo algún guiño y algún besl fugaz. Después de cenar paseamos un rato dentro del hotel mientras hablábamos de todo un poco. Cuando estábamos en el pasillo para entrar en las habitaciones Pablo se acercó a mí.

Pablo:
-¿Duermes conmigo?

Ana:
-¿Lo dudabas?

Pablo:
-De todas maneras si no lo hacías te hubiera raptado.

Ana:
-¿Ah si? Pues hubieras sido el secuestrados más guapo y encantador de entre todos los secuestradores.

Primero entré en mi habitación para coger ropa para el día siguiente.

Silvia:
-¿A dónde vas?

Ana:
-Hoy no duermo aquí.

Ruth:
-¿Ah no? ¿Y con quién vas a dormir?

Ana:
-A vosotras que os importa, cotillas!!

Salí pitando de allí para que no les diera tiempo a contestarme. Toqué en la puerta de Pablo y enseguida me abrió.

Ana:
-Servicio de habitaciones.

El calor de tu sonrisa [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora