Narra Max...
Sentía ese nudo en la garganta cuando le dije todo a Gisell y ella se lanzó a besarme, no me puedo contener, la beso desesperadamente, me excita al tenerla desnuda y solo con una toalla cubriéndola, el beso es muy rudo, demasiado desesperado, entramos al departamento y chocamos algunas veces contra la pared, también tumbamos algunas cosas, necesitaba esto urgentemente.
Siento cómo llegamos al sillón, me siento y ella se sube arriba de mi con sus piernas separadas, su pelo gotea así que me moja la ropa también.
Se ve tan hermosa así tan natural, y pensar que solo un trozo de tela me impide admirarla tal como es.
Siento mi cuerpo ardiendo, también el de Gisell esta ardiendo, extrañaba tanto sus labios, paramos un poco el beso para respirar mejor.
-¿podemos volver a ser novios?- le preguntó agitadamente.
-cállate y bésame- hago lo que me pide, la beso muy desesperado, empiezo a masajearle el culo sobre la toalla y sin pensarlo pasó mis manos bajo la toalla, Gisell sigue besándome, parece como si necesitara esto más que yo.
Por primera vez no hay ni una prenda estorbando, esto me está enloqueciendo, bajo mis manos y siento su vagina.
-ahhh- ella gime y eso me incita a presionar mis dedos a ella, ella hace su cabeza así atrás y se muerde el labio, yo comienzo a besarle el cuello, ella me jala el cabello y me presiona más contra si.
Entonces ella hace algo que me deja hipnotizado, me deja de besar y nos miramos fijamente, se quita la toalla, ¡se quitó la toalla! se me seca la boca, jamás la hubiera imaginado tan perfecta, veo sus generosos pechos, son mejor de lo que imagine, bajo mi mirada y veo su vagina, se me seca la boca, la tiene perfectamente depilada, jamás había visto un cuerpo tan Hermoso.
La miro a los ojos y ella me ve con deseo, me siento nervioso, no se si este es el momento para hacerlo, aparte no tengo condones.
-no tengo condones- no sé que es lo que ella tenga en mente, jamás pensé sentirme tan nervioso, con una chica.
-no harán falta, tú tienes que hacer méritos para que te perdone, así que si me haces sentir bien tal vez lo haga- no se diga más, una sonrisa se forma en mi rostro, se me da muy bien complacer a las mujeres.
Me quito mi camisa para estar más cómodo me levanto con ella en mis brazos y la siento en el sillón, yo me quedo parado viéndola, pensé que se sentiría incómoda con mi mirada pero me la sostiene valientemente, ella está segura de esto.
Me siento a un lado de ella, ella me mira y yo empiezo a tocar sus senos, se los masajes lentamente, le agarro sus pezones, ahora acerco mi boca a ellos y los empiezo a chupar, ella suelta unos gemidos, esto me da más placer a mí que a ella.
Después de que dejó sus senos muy satisfechos agarro sus piernas y las separo mucho, verla en esta posición me está matando.
Recorro su abdomen con mi mano y llego a su vagina, está muy mojada, mes dedos entran muy fácilmente, empiezo a acariciarla como la última vez, ella está gimiendo muy duro, se muerde el labio y cierra sus ojos con fuerza.
Pero tengo más planes, retiro mis dedos y ella abre los ojos.
-no pares- dice Gisell gimiendo.
Me levanto del sillón y me arrodillo entre sus piernas, ella solo me ve y se muerde el labio.
Sin más hundo mi lengua en ella, empiezo a saborearla, ¡me encanta!, hago mi magia con la lengua, jamás había hecho esto con alguien virgen, me dedico a lamer, morder y succionar.
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Más Fuerte Que El Destino
Roman d'amour-¿porque lo besaste?- me preguntó furioso - bueno, pues porque él me gusta- le conteste más furiosa aún. -él es malo Gisell, te mereces a alguien mejor, alguien que te quiera, que te respete- se fue acercando más a mí y se puso muy cerca. - ¿y se su...