Cursi y enamorado

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Narra Max...

Gisell se queda dormida en mis brazos, lo que acabamos de hacer me desarmo, jamás había hecho algo así.

Sin duda Saboree cada parte de Gisell y ella de mi, podría hacer esto todo el tiempo, tal vez algún día podría comprar chocolate, a Gisell le encanta el chocolate.

Algo me baja de mi nube erotica, deje a mi mama con ese imbecil de Roger, debo de bajar y asegurarme de que todo esté bien.

Me levanto de la cama con cuidado de no despertar a Gisell, me cambio rápidamente, reviso que no tenga crema en la cara, cuando parezco normal bajo.

Me encuentro a mi mama y a Roger sentados en la sala platicando, todo se ver normal, ellos se giran a verme.

-¿y Gisell?- pregunta mi mama con una sonrisa.

-se sentía mal, le dolía su cabeza, algo así, se quedo descansando arriba- digo muy normal, mi mama suelta una carcajada.

-¿qué le hiciste a esa pobre chica?- dice Roger riendo.

-no sé de qué hablan- me hago el tonto, maldicion tal ves escucharon.

-digamos que los ruidos traspasaron las paredes- me incomodó un poco, bueno al parecer todos en esta casa oyeron.

-no se les ocurra decirle nada a Gisell, moriría de vergüenza- ellos sueltan una risita.

-hijo, obviamente nadie dirá nada, es su intimidad, nadie se entrometerá en eso- dice mi mamá.

-tienes que comportarte como si nada, hasta le ofreces la habitación de invitados, claro que yo me negaré, pero hazlo para que no sepa que no nos escuchaste- me importa demasiado la comodidad de Gisell.

-estás muy enamorado hijo- dice mi mama sonriendo, no me gusta hablar de esto con Roger presente.

-si, tú sabes lo que se siente, ya sabes con mi papá- saco el tema pra que Roger capte que está mal lo que está haciendo.

-lo sé mejor que nadie, cuando el amor te llega jamás se va, no importa la distancia, él tiempo, las circunstancias, siempre se queda ese amor- noto que lo dice como una indirecta para Roger, eso me da gusto.

-bueno creo que debo irme- dice Roger y se levanta -luego nos vemos Sofi- siento que le daré una patada en los huevos si la vuelve a llamar así.

Mi mama lo acompaña a la puerta y se va, parece que ya se siente más aliviada ahora que se fue.

-¿qué se trae Roger contigo?- digo muy serio.

-no te enojes Max, es solo que Roger me ha estado pretendiendo últimamente, lo eh rechazado pero no entiende, tú sabes que nadie nunca ocupará el lugar de tu padre corazón, no debes de preocuparte por Roger- eso me deja más tranquilo, confió en mi mama, ella es muy lista.

-no me faltaron ganas de darle su merecido, agradece a Gisell que no se lo di- si no hubiera sido por ella, ya hubiera corrido a Roger a patadas de mi casa.

-adoro a esa niña, te ha hecho cambiar Max, ahora eres más amoroso, más humano, antes no pensabas en nadie que no fueras tú, eres igual a tu padre, el también cambio por mi- veo cómo se le rozan los ojos, siento esa presión en mi pecho diario que recuerdo a mi padre, lo extraño demasiado, no imagino el dolor de mi mama, ahora que se lo que es amar a una persona no me imagino mi vida sin Gisell.

-no llores mama, aquí voy a estar yo siempre, jamás te dejaré sola- la abrazo y ella me sonríe, no me gusta verla triste.

-hijo, tú ya harás tu vida muy aparte de la mía, me enteré de lo de tu abuela, ahora ya tienes una gran responsabilidad en tus manos, comprendo que ya no tendrás mucho tiempo para mí- veo cómo se le resbalan las lágrimas, siempre se pone sentimental cuando sale el tema de papa y que se quedara sola, ella jamás estará sola.

Más Fuerte Que El DestinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora