Capitulo 4 Sueña Conmigo.

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La noche cayo en medio de la nada, donde yo me encontraba. La luz de la luna reflejaba sobre el piso que milagrosamente tocaba algo de su esplendor; y los árboles, bailaban al ritmo de la leve brisa helada que ya anunciaba la llegada del invierno.
Me preguntaba qué era lo que vendría. ¿Qué me esperaría? ¿Cómo iba a salir de estas? Mi plan ya estaba escrito, pero no en el tablero de juego.
—(tn)… —Escuche su voz y automáticamente mi vista lo busco en el marco de la puerta—. Me ha dicho la sirvienta que no has querido comer nada.
Sonreí en mi interior, porque era eso lo que buscaba: que viniera hacia mí.
—Sí… es que no tengo mucha hambre.
—¿Por qué?, ¿necesitas algo? Tal vez deberías relajarte más. Eso te ayudara a recordar cosas.
Pero no se confundan, tanta amabilidad no era en vano. Querían hacerme hablar de cualquier forma.
—Creo que no necesito nada. —dije mientras me abrazaba a mí misma.
—Será una noche fría, ¿quieres algunas frazadas? —pregunto apuntando con su pulgar hacia atrás.
Era bastante atractivo (no puedo negarlo), sus poses me derretían.
—No. Estaré bien… –Me quede pensando- pero si algo quiero, es salir un rato de aquí.
El me miro compadecido. Pobre ingenuo.
—(tn), tu y yo sabemos que eso no es posible.
—¿Por qué no? Solo quiero salir a divertirme un poco. Además, no puedo escapar de esta situación. —justifique mi idea.
Yo tenía razón y Justin lo sabía.
Encogió los hombros y lo pensó unos segundos.
—Tal vez me arrepienta de esto… pero quiero que comiences a hablar lo más rápido posible, así que… no tardes. Estaré en el garaje.
Salió por la puerta mientras una malévola sonrisa se pintaba en mi rostro.
Las fichas ya estaban en el tablero.

Cuando llegue al garaje, Justin estaba preparando una moto, ¿acaso iríamos en moto? A mí me daban fobia esas cosas, no planeaba subir. Justin le daba una leve sacudida al asiento, lo preparaba para mí.
—Sube —Me indico señalando la moto con una leve inclinación de rostro.
Lo mire azorada y negué con la cabeza. Me reusaba a subir a eso.
—¡Vamos, (tn)! ¿Me dirás que eres una miedosa? —bromeo sonriente.
—No soy ninguna miedosa, solo digo que no subiré a eso. Es peligroso,
Justin se quedó serio y luego soltó una risita mientras jugaba con el casco.
—No es peligroso. He estado en esta bebe millones de veces –Me conto dándole unas palmaditas al transporte-, estoy completo, ¿no me ves? —Cuestionó mi idea levantando sus brazos para que lo observara. Era simpático a pesar de ser parte de la mafia.
—Justin, no me importa si estas completo o no. Yo no subiré ahí.
Con el casco en las manos inclino el rostro y me miro con cara de “no me hagas esto, ya prepare todo”, pero yo me cruce de brazos. Siempre se hacía lo que yo decía, seguro terminaríamos yendo en su auto, bueno… eso pensaba hasta que se aproximó a mí y me tomo en sus brazos montándome en la moto entre jadeos y reclamos, pero antes de que pudiera intentar bajar del vehículo, Justin ya había acelerado lo suficiente como para obligarme a aferrarme a su abdomen y soltar un grito mortal. Casi le reventaba los oídos, sin embargo, él no paraba de reír mientras recorríamos todo el desconocido lugar habitado por nada más que árboles.
—¡Justin! —volví a gritar fuertemente, pidiéndole que se detuviera, pero no hacía nada más que hacerlo reír más. Creo que le gustaba verme sufrir.
—¡Solo diviértete! —me grito acelerando más la moto. Y yo me aferre con más fuerza a él, lo abrace como nunca había abrazado a alguien.
Le tenía una singular fobia a esos “aparatos”, el comenzó a notar que cuando yo me negaba a subir ahí, estaba hablando enserio— ¿Quieres que me detenga? —pregunto más serio.
—¡eso es lo que te he estado diciendo! —Me moleste un poco por su estúpida pregunta.
Él sonrió y entonces bajo la velocidad en un semáforo vacío.
Ya estábamos en la ciudad.
—Ah, pues no me iba a detener. Solo que el semáforo esta en rojo —Señalo burlón en lo alto a la luz rojiza.
Con un gruñido me solté de su anatomía y baje de la motocicleta.
—¿A dónde vas? —Comenzó a reír simpatizado por mi enojo, cosa que me irritaba.
—¡Me largo!
—No puedes irte. —dijo con una ceja arriba tan solo mirándome.
—Bueno, pues entonces regresare caminando.
Con los brazos cruzados emprendí mi camino.
—(tn) Black, vuelve aquí. —me pidió entre risitas.
—Ven por mí, Bieber. —lo rete sin siquiera darme la vuelta.
Negó con la cabeza y comenzó a seguirme lentamente con su moto: yo en la acera, y el en la carretera con la motocicleta en mínima velocidad, únicamente impulsada por su cuerpo y su equilibrio.
—¡Te atropellare si no vuelves! —jugó.
—Pues hazlo.
Levanto sus cejas y me miro sonriente. Por lo visto le gustaban mis caprichos, o al menos le daba risa.
—¡Ven! —Me pidió tomándome de la mano. Me sentí extraña, muchos chicos antes habían tomado mi mano, pero nada así. No se… fue extraño. Como una corriente singular. Era diferente. No quería decir adiós a ese instante. Era una oscura, húmeda y fría noche de noviembre cuando alguien tomo mi mano y me hizo sentir intimidada— ¿Sí? —Puso una cara de berrinche, cosa que hacia el momento aún más extraño.
Ahora el parecía tener algo de sentimientos y simpatía por mi persona.
—Está bien. Solo conduce más lento por favor.
Él aprobó mi idea y entonces subí nuevamente a la moto sujetándome de su firme abdomen. Imagine que seguro estaba muy marcado, podía sentirlo incluso con su camisa puesta… pero no era momento de pensar en eso.

Justin.
Llegamos a visitar a uno de mis amigos más cercanos, quizá el único que me quedaba. Pero además de visitarlo, también fui pensando que (tn) se divertiría, pues mi amigo era dueño de una de los clubes nocturnos más populares de la ciudad.
—Esto no es a lo que me feria cuando dije que quería salir…
—Pensé que esto era lo tuyo. —Me burle un poco de ella.
La había estado vigilando desde hace tiempo como para saber en la clase de lugares en los que se había metido.
No podía ocultarme nada, así que solo camino detrás de mí.
Llegamos a una puerta, la cual abrí sin siquiera golpear. Ya sabía que mi amigo estaría ahí.
—¡Qué onda! —Saludó Chris apagando el televisor y bajando los pies del escritorio.
—¡Hey Chris! —Hicimos un choque de manos mientras él se ponía de pie.
Chris miro a (tn) detenidamente. Ella no hizo nada, solo estaba detrás de mi espalda un poco intimidada por el lugar.
—¿Quién es tu amiga? —Me preguntó poniéndome un poco celoso.
—¡Ah! Es (tn), (tn) Fride. —Los ojos de (tn) automáticamente cayeron sobre mí. Seguro se preguntaba por qué había mentido sobre su apellido.
—Es un gusto. Soy Christian Wale, pero solo llámame Chris. —Le dijo ofreciéndole la mano para saludarla.
—El gusto es mío. —Le sonrió tomando su mano.
—¿Por qué no vamos a mostrarle el lugar a (tn)? —Me propuso Christian. Yo no estaba del todo convencido, pero igual acepte.
No tenía por qué estar celoso, (tn) y yo no éramos nada. Apenas hacía unos días que había tenido contacto directo con ella.
Recorrimos el lugar entre las personas; jóvenes ya ebrios y chicas exhibicionistas. Al parecer algo común para (tn) y Christian. Para mí no. Yo era más bien… un poco reservado y serio. Tenía pocos amigos. No me gustaba hablar mucho con las personas y menos socializar. Pero lo admito, mis compañías se desempeñaban en este tipo de lugares.
—¿Quieres beber algo? —ofreció Chris a (tn) mientras levantaba la carta del bar.
—Chris… algo ligero, por favor. —Intervine casi en una orden.
Mi amigo se extrañó de mi comportamiento. Yo también.
—Está bien… ¿Qué es ligero para ti?
—Solo Vodka. —(tn) me quito las palabras de la boca.
—Henrry, ya oíste: solo Vodka para la chica. —pidió Chris a uno de sus empleados.
—Eso no me parece muy ligero. —dije yo.
—Solo será un trago… —Christian era tan igual a (tn)…

Christian dijo que solo sería un trago, ¿no? Bueno, pues ahora estaba subiendo en brazos a (tn) quien se había ahogado en alcohol.
—Justin… —me llamo
—¿Qué pasa?
—¿Tanto bebí?
Me detuve y la mire con impotencia. ¿Estaba hablando enserio? ¡La respuesta era “SÍ”!, pero no era hora de hablar de eso.
La deje sobre mi antigua cama y note que en cuestión de segundos ya se había quedado profundamente dormida.
Recordé en la cena, cuando mire sus ojos cristalizados… mi corazón se corrompió. No era yo; estaba actuando diferente. Sentí dolor por ella, yo la estaba lastimando, y ella… era hermosa. Tenía una cálida mirada, dulce, oscura y penetrante; su cabello estaba siempre en el orden perfecto y aquellos labios querían guiarme a un instinto de atraerla a mí y besarla de una vez por todas. Me sentía tonto. Tan estúpido e ingenuo. Pero no caería en su red de belleza. Ella era hipócrita, egoísta, como yo. Y eso no me enamoraba.
Estaba ella en la habitación, reposaba sobre mi cama, la misma que había ofrecido para su estancia aquí.
Sabía que secuestraria a una chica, pero no sabía que a una tan bella como (tn). Se veía hermosa de cualquier manera, tan sola, dormida tan indefensa… como si yo pudiera protegerla, pero… ¿de quién la protegería? De mí mismo.
No debía estar ahí. No debía estar ahí parado sintiendo lastima por su caso. No debía haberla sacado de casa según órdenes directas de mi padre. Yo debía estar en otra habitación, quizá con mi padre, planeando el próximo ataque e ignorándola por completo. Pero no… algo en su rostro me detenía. No podía pensar en nada, solo estaba ahí… parado, mirándola.
Abrí los ojos lentamente. Pocas veces había dormido tan profundamente como anoche.
Me di cuenta de que estaba en mi habitación. Lo vi todo normal, hasta que recordé que mi habitación ahora era de (tn), entonces me gire y ahí estaba ella dormida. Por lo visto no había notado mi presencia.
Me levante rápidamente, y estaba por salir por la puerta, pero… no lo sé. Quería seguir ahí. Con ella. Había algo en su rostro que me daba paz. No sé si era simplemente agonía por tener frente a mí a una chica tan hermosa como ella y no poder coquetear con ella. Era mi rehén, no se puede ligar con tu víctima.
Entonces, sin más, me di la vuelta y la deje ahí sola.
Durmiendo.
Con suerte estaría soñando conmigo.

-----------------4 VOTOS Y SIGO!-------------

Besame & Dispara (Justin Bieber y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora