Capítulo 41: ¿Cómo preguntas si tenemos algo en común?

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Mis ojos estaban por cerrarse. Ya eran las cuatro y media de la noche y no había logrado conciliar el sueño. No podía olvidar el momento en el que Fred había abierto sin problema alguno el brazo de Jason. Me di cuenta de que vivía junto el sadismo. Jason estaba algo... enfermo, ¿para qué negarlo?...

Lo vi salir de la habitación convirtiéndose en una silueta. No le tomé importancia y cerré los ojos para luego caer en un profundo sueño, en el que quizá, esperaba olvidarme de las escena enfermizas que había estado observando.

-¡¡Eres un imbécil!! -Escuché gritar a Jason con furia, y un golpe que azotó contra la pared.

-¡¡A mí no me llames así!! -Escuché otro golpe, pero no fue eso lo que me sorprendió, fue Justin quien lo hizo. Jamás pensé escucharle de tal modo.

Me levante lentamente de la cama, quería pasar desapercibida. Los miré desde la oscura penumbra de mi habitación, sin hacer un solo ruido. Solo observaba y escuchaba sin querer ser vista.

-Enserio me sorprendes, Justin... por un momento pensé que me golpearías. -dijo Jason burlón provocando furia en Justin. Entonces, me di cuenta que Justin se encontraba en el suelo y por lo visto, ambos golpes habían sido lanzados por Jason.

-¡Estás haciendo las cosas mal! -continuó reclamando ya sin casi poder hablar.

-Mira, tú puedes ser bueno en muchas cosas, pero esta no es una de ellas.

-¡Tu no entiendes! -sé defendió- ¡Matar a nuestro padre no te hará libre! -Soltó Justin dándole un golpe en el corazón a Jason, lo sé porque vi como el rostro de mi amor se apoderaba de una tenue capa de tristeza.

-Tu no lo entiendes... -murmuró Jason mirando el piso. Tal vez vagaba en sus sentimientos y no quería que Justin lo notara en sus ojos.

-Entiendo que eres un imbécil. -Justin lo insultó en lo bajo.

Jason levantó la vista y miró a su gemelo con rabia, como un lobo depredador. Se lanzó a él y comenzó a darle golpes en la cara sin piedad alguna.

-¡Jason! -Intervine cuando vi que se estaba excediendo- ¡Deja a Justin! -Lo jale del brazo, pero él se zafó. Me asombraba ver que a pesar de su herida su fuerza siguiera presente.

-¡Suéltame! -gritó Justin tomando a Jason de ambos brazos- ¡Se acabó, Jason! Ya me harte de ser siempre el "indefenso" -Jason asintió rápidamente con la cabeza, se soltó bruscamente de Justin, y se puso de pie dejándolo libre.

Jason se encontraba apenado porque él nunca se había mostrado de esa manera frente a mí. Era un lado cruel que yo no conocía de él.

Justin impulsó su brazo con la intención de atacarlo por la espalda cuando su hermano ya se iba, pero Jason fue más rápido. Se giró audazmente y tomó el brazo de Justin.

-Debes entender que a mí jamás me golpeas. ¿Quedo claro? -dijo calmado. Justin no le respondió. Arrebató su brazo y se encerró en su habitación.

Jason se recostó en la cama. Vi que sujetaba su brazo con dolor, seguro entre jadeos Justin había lastimado su herida.

-Toma. -Le entregué un vaso con agua y la caja de pastillas que Fred le había dado.

-Te noto seria. -comentó honesto sentándose en la cama, ignorando por completo mi ofrecimiento.

-Estoy bien. Solo duerme, necesito comer algo... -le avisé. El asintió comprensivo con la cabeza. Probablemente sabía que estaba molesta.

Apenas y había cerrado la puerta de la habitación cuando sentí que me jalaron del brazo. Levanté la vista y repare en que se trataba de Justin.

-¿Qué pasa? -pregunté algo asustada.

-Pasa esto. -Me tomó y me beso intensamente. Me resistí, pero no era suficiente, Justin no me soltaba. Me llevó hasta la habitación aun con nuestros labios juntos.

-¡¿Qué haces?! -le reclamé cuando logre alejarme de él.

-¡Estoy harto de fingir! ¡¿Crees que ya te he superado?! No es así...

Lo miré totalmente indignada.

Me encaminé hasta la puerta, pero él me jaló bruscamente y me estrelló contra ella cerrándola totalmente.

-¿A dónde ibas? -Sonrió de lado y comenzó a besarme una vez más.

Yo continuaba resistiéndome, mis fuerzas no me eran suficientes. Había subestimado a Justin, era mucho más fuerte de lo que pensé, quizá tanto como lo era Jason, la única diferencia es que Justin tenía límites y Jason era un hombre desenfrenado.

Comencé a sentir la mano de Justin en mi muslo, sabía lo que el planeaba pero por nada del mundo se lo permitiría.

-¡Detente! -Saqué fuerzas no sé de donde y le di un empujón que lo hizo perder el equilibrio y caer sentado en la cama- ¡No sé qué es lo que quieres, pero ya vete quitando la estúpida idea de que estaremos juntos! Amo a Jason, no me importa lo peligroso que sea. Lo amo. -le dije con ganas de tomarlo de los hombros y sacudirlo, pero no podía negar que yo también me había metido de mas con Justin las noches en las que fui a su hotel.

Él se puso de pie amenazante, retrocedí un poco cuando vi que su mirada se tornaba fría y peligrosa. Como la de Jason.

-Escúchame (tn) -dijo seco- ¡Que esta sea la última vez que me ordenas algo! -Me tomó de los brazos y volvió a estampar mi espalda contra la pared haciéndome retorcer de dolor.

Sus manos me lastimaban, su abdomen se juntaba con el mío quemando mi anatomía, y ejercía una presión de gran fuerza sobre todo mi cuerpo provocándome dolor sin siquiera importarle.

Sus labios se volvieron a apoderar de los míos y tenían cierta fricción que me lastimaba.

Fue ahí, en ese justo y execrable momento, cuando me di cuenta de que Justin y Jason no eran tan diferentes como lo había imaginado. No era solo su imagen lo que tenían en común.

Besame & Dispara (Justin Bieber y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora