Dos meses, tres días. Mi vida había cambiado muchísimo. Continuaba viviendo con Justin y seguía frustrando los planes de mi padre. Me sentía culpable por ello... pero aun no encontraba la manera de evitarlo. Estaba decidida a hacerlo.
Justin había continuado raro. No parecía ser el, parecía un clon maligno de él y aún continuaba con aquella mirada llena de maldad que jamás desaparecía. ¿A caso solo yo lo notaba? No lo creo. Mirella, una sirvienta, le había preguntado si se encontraba diferente ya que su actitud lo delataba. El aseguraba ser el mismo de siempre... pero creo que todos estábamos seguros de que mentía.
Las noches comenzaban sin él, luego, como a las tres de la mañana, sentía su cuerpo abrazando el mío en las frías noches de Enero; y para terminar sus labios besaban mi mejilla, y entonces yo podía comenzar un sueño profundo hasta el amanecer, donde de nuevo el desaparecía.
Nunca le pregunte a donde se dirigía. Ni siquiera me importaba. Tan solo esperaba la hora de su llegada. Y ahora me encontraba ahí, sin poder dormir, esperando que la puerta se abriera y el durmiera a mi lado.
Estaba por quedarme dormida cuando encontré que la perilla de la puerta estaba girando. Escuche unos pasos que se dirigieron sin preámbulos hasta la cama donde yo me encontraba. Alguien se infiltraba en las sabanas acompañándome, y luego sentí sus labios en mi mejilla y aquellos fuertes brazos rodearon mi cintura.
-Justin. -susurre su nombre girándome para verlo de frente.
-Pensé que estabas durmiendo, bonita. -su voz sonó ronca y me sonrió adormilado.
-Jamás podría dormir sin ti. -¿Yo había dicho eso? Mis mejillas se encendieron en un ligero color rojizo. Quizá el sueño me había hecho una mala broma.
-Yo tampoco podría hacerlo sin ti.
Sus ojos (podía verlos gracias a la luz de la luna) me hicieron sentir un fuerte escalofríos que recorría mi cuerpo de pies a cabeza. La maldad pura se reflejaba en ellos, sin embargo, a mí me aprecian hermosos, y aquella mirada que me dedicaba me volvía loca.
-(tn)... -Ahora fue el quien me llamo.
-¿Qué?
No respondió.
Me acaricio el cabello y me recargo en su pecho
-Te quiero. -susurró cuando yo estaba a punto de quedarme dormida.Como todas las mañanas me encontraba desayunando sola mientras que sirvienta tras sirvienta se paseaban por toda la casa limpiando y ordenando. La verdad me parecía exagerado tener tanto personal cuando solo Justin y yo habitábamos la casa, y para empezar, el casi no se presentaba.
-Señora Bieber -me llamo una sirvienta desde la recepción-. Es para usted.
Deje la servilleta a un lado y me puse de pie para atender. Cuando llegue, me quede petrificada observando que en el pie de la puerta se encontraba un gigantesco ramo de rosas rojas, con una nota que tenía escrito mi nombre.
-Son bellísimas, ¿cierto? -pregunto la sirvienta admirándolas.
-Sí... -Solté con un suspiro al mismo tiempo que las tomaba del suelo- ¿Quién las trajo? -Revise la tarjeta.
-No lo sé. Supongo que el señor Bieber. Solo estaban aquí. Yo estaba por ir al jardín cuando note esto para usted.
-Sí. Supongo que son de Justin. -Afirme sonriendo dirigiéndome a mi habitación donde las dejaría reposar.
Me quede pensando en todos los cambios que yo misma había tenido, dándome cuenta de que Justin no era el único diferente en la casa.
¿Desde cuándo había dejado que Justin besara mis labios cuando le placiera? ¿Cuándo había permitido que me abrazara durante las noches? ¿Cuándo había dejado que me pusiera sobrenombres como "amor", "cariño", y su favorito, "bonita"? Justin sabía jugar bien con mi mente, porque me encontraba en un estado contradictorio donde la lucha dejaba de ser con la mafia, y comenzaba a ser conmigo misma. ¿Sería acaso que estaba comenzando a sentir algo verdadero por Justin? Eso arruinaría mis planes, porque en mi juego estaba enamorarlo tanto que terminara haciendo lo que yo pidiera, la cosa no era que yo me enamorara de él y le dejara hacer lo que quisiera.
Estaba en apuros.La tarde ya caía en Miami cuando escuche los gritos de una chica que provenían de la sala. Me asome sutilmente desde el balcón de las escaleras y pude divisar a Justin y a una castaña discutir.
-¡Es que no te entiendo! -Grito a punto de llorar- ¡Yo te amo! -Mi oído en automático se puso atento para intentar escuchar la razón de la pelea. No era necesario ser muy atento porque la chica lo gritaba todo.
-Milder, solo lárgate. -Le pidió Justin recargado en el marco de la puerta, como si no le importara lo que la mujer le decía.
Ella cubrió su boca mientras fruncía el ceño soltando algunas lágrimas.
-No te entiendo -repitió-. Hace un tiempo decías estar bien conmigo. ¿Qué te paso? -pregunto con un hilo de voz.
-Milder, ¿Cuántas veces tengo que repetirte que ya no te amo?
Me sorprendió su frialdad. No le importaban los sentimientos de aquella chica, que la verdad me ponía los pelos de punta. Pero sabía que Justin no tenía derecho de tratarla de esa manera.
-Solo... -intento hablar- olvídalo. -Salió de la casa azotando la puerta entre llanto y sufrimiento.
Justin rodo los ojos mientras bufaba y tomaba camino a la sala.
Ese día me di cuenta de que Justin no era exactamente quien yo pensaba que era. Por un momento pensé que Bieber era un chico dulce, amable, bien presentable. Ya no lo era. Ya lo he dicho, Justin se había comportado diferente y había comenzado a ser un prototipo de chico frio, duro, sin sentimientos, con diferente perspectiva y poca elegancia.
-¿Todo bien? -Acomode mi cabello frente al espejo simulando no haber escuchado nada cuando Justin entraba a la habitación.
-Sí, sí, todo bien. -Se tiró en la cama.
-Llegas temprano. -Me senté en el acolchonado.
-Sí. Quería volver temprano. -Contesto boca abajo.
-¿Quién era la chica? -pregunte por fin.
El levanto su mirada y se me quedo viendo confundido. Seguro hasta el momento había pensado que yo no estaba enterada de nada.
-Es Milder. Era mi novia -Cuando dijo "novia" mi corazón se dolió un poco-. Dijo que quería volver conmigo. Le explique que estaba casado y de todos modos insistió.
Baje mi vista al piso.
-Igual de zorra que cuando la conocí. -Volví mi vista rápidamente a él. Pensé que mis oídos jamás escucharían a Justin llamando "zorra" a una chica.
-¿Entonces porque te metiste con ella? -pregunte un tanto molesta.
-Porque sí.
-¿Ah? -Encogí un ojo y fruncí el ceño- Esto no contesta mi pregunta.
-Y no tiene que hacerlo. Tú y yo no somos nada. ¿Lo recuerdas?
Tomo mi corazón, lo arrugo y lo lanzo al basurero como un papel cualquiera. Me dolió hasta en lo más profundo. Fue como una de esas verdades que ignoras porque te duele admitirlo.
-Sí. Lo siento.-------------------------------------
Bueno quiero agradecerles todo su apoyo y decirles no quiero lectoras fantasmas porfa! Voten! Quiero que me comenten que opinan de la novela porfa! Saben que es gratis no? Bueno muchas letritas de amor para ustedes!
•quieeero 10 votos y 4 comentarios yo se que si se puede! Voten y comente y subo otro! Ya tengo escrito 5caps más ustedes deciden! ;)
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Besame & Dispara (Justin Bieber y tu)
FanfictionJustin Bieber hijo de la mafia, se enamora de ella.. Pero y su hermano? Oh si Jaxon se la roba..