Capítulo 10: Duda.

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La mañana llego y me encontré sola en la habitación. Me puse de pie y entre a aclarar mis ideas bajo la lluvia artificial que recubrió mi cuerpo por unos minutos. Tome mi ropa y me dirigí hasta la cocina en busca de alimentos. Había sido un largo día.
Me aproxime a una repisa donde se encontraban los vasos, y la pequeña cachorra de Justin (Gigi) se me enredo e...ntre los pies, luego salió corriendo de la cocina.
La repisa estaba alta y no me era posible alcanzar los vasos, por lo tanto me pare de puntas cuando sentí que alguien tomo mi cintura y tomo el vaso por detrás.
Podía sentir su cuerpo pegado al mío. Sentía su leve respiración en mi cuello, y aquel perfume deleitaba mis sentidos. Sabía que era Justin incluso sin verlo.
-Gracias. -agradecí con un hilo de voz.
Intente no darme la vuelta, porque si lo hacía quedaríamos tan cerca que sus ojos me atraparían y acabaríamos besándonos.
-De nada -contesto con aquella voz que me enloquecía.
Sus labios se pusieron en mi cuello y luego se apartó.
-¿Cómo dormiste? -pregunto mientras servía algo de jugo en su vaso.
-Bien. -conteste intimidada.
-Buenos días -interrumpió una sirvienta entrando a la cocina-. ¿Preparo el desayuno, señor Berry?
-Solo para (tn) -Me señalo con el mentón desde la repisa en la que estaba recargado-. Tengo una junta. -Le dio un sorbo a su bebida.
-Como ordene. -contesto la sirvienta sacando algunas cosas del refrigerador.
-Te veo más tarde. -me susurro Justin cuando paso a mi lado y luego salió por la puerta hacia un destino desconocido.
-¿Sabe? Es muy afortunada. -hablo la sirvienta.
-¿Sí? -pregunte incrédula con una risita llena de sarcasmo.
-Sí. Nunca había conocido a una persona con un corazón tan puro como el del joven Justin. -me conto mientras ponía una sartén al fuego.
-Lo sé. -conteste con sarcasmo que nada más fue evidente para mí.
¿Justin sincero y puro? ¡Ja! Si la sirvienta lo conociera un poco mejor, y supiera la razón de mi presencia... dejaría de opinar lo mismo.
-¿A caso el señor Bieber ha cambiado su nombre? -recordó la boda.
-No. ¿Por qué?
-¿A qué se debe su apellido, entonces? ¿Berry? Hoy llego un paquete con ese apellido. -me explico.
-Es difícil de explicar... -La verdad no quise hacerlo. Era un tema delicado- solo continua llamándolo Berry enfrente de mi familia y personas nuevas, Bieber enfrente de sus viejos conocidos. -Ella afirmo y no especulo más.
En un parpadeo mi desayuno ya estaba listo y puesto en la mesa. Me senté frente él y tome un apetitoso jugo de naranja.
-Y... ¿Qué tal la noche de bodas? -Preguntó la mujer haciendo que casi me ahogara con el jugo- Siento mi imprudencia. -Se apenó viendo que me había incomodado.
-Está bien. No hay cuidado. -conteste un tanto desconcertada.
¿Noche de bodas? Ni siquiera había un matrimonio real.

-Hola. -lo vi recargado en el balcón mientras miraba la ciudad de Miami fumando un cigarrillo.
-Hola. -me saludo sin sonreír.
-No sabía que ya habas llegado. -Me recargue a su lado.
-Lo siento. Pensé que estabas dormida y no quise despertarte. -Volvió a meter el cigarrillo en su boca y luego dejo escapar una oleada de humo.
-Sí, bueno... no tenía sueño.
Movió su cabeza levemente de arriba hacia abajo, y luego aparto su vista al suelo.
-¿Pasa algo? -pregunte cunado me fije que se encontraba decaído.
-No es nada -me contesto viendo mis ojos-. Quiero dormir. ¿Vamos? -Tiro su cigarrillo y se abalanzo a la puerta dejándome atrás.
-Estaba pensando...
-¿Qué pasa? -pregunto mientras retiraba su camisa y la arrojaba en la cama.
-Quizá debería dormir en una habitación diferente. No me parece compartirla contigo, porque siendo realistas, no somos nada.
Puso la boca chueca.
-¿Y eso qué? Tú te quedaras justo aquí.
-¿Por qué?
-Porque te quiero cerca.
Se acomodó en la cama y le dio unas palmaditas para que fuera a recostarme con él.
Pensé en insistir en ocupar otra habitación, pero siendo sincera, quería quedarme ahí con él. Era muy guapo, y tenía unos brazos fuertes que me hacían sentir segura cuando me abrazaba el resto de la noche.
Además, no haríamos nada malo. Solo dormiríamos. ¿No?

Una de las sirvientas me estaba preparando el desayuno.
Yo no había encontrado a Justin en la cama, entonces me había apuntado a desayunar sola cuando lo vi cruzar la puerta.
-Buen día, señor Bieber -Saludo la mujer-. ¿Gusta algo para desayunar?
Los ojos de Justin se clavaron en mí que le daba un sorbo al jugo.
-No, gracias. Desayunare fuera -No se apartó de sobre mí-. Y cancela el desayuno de (tn), ella vendrá conmigo.
-¿Qué? -intervine por lo bajo.
-Como ordene. -Obedeció la sirvienta.
Justin se aproximó a mí y me levanto tomándome por el antebrazo.
-¿A dónde vamos? -Me asuste un poco al mirar la mirada frívola que Justin tenía en sus ojos, y cuando tenía esa mirada era porque nada bueno iba a pasar.
-Solo vamos. Estarás bien, lo prometo.
Caminamos hasta su auto donde me abrió la puerta del copiloto. Yo me adelante a entrar y entonces el entro al otro lado.
Condujo un rato sin decir nada, y yo me encontraba mirándole intentando encontrar un ademan sobre nuestro destino.
A continuación, nos encontrábamos en el estacionamiento de un famoso restaurante de comida gourmet llamado "Crillied Chils".
-¿Un restaurante gourmet? -Pregunte mirando el letrero con ambas cejas arriba.
-¿Qué pensabas?, ¿Qué te iba a secuestrar por segunda ocasión? -Soltó una risa mientras bajaba del auto.
A mí no me dio gracia.
Llegamos a la entrada y nos encontramos con un hombre muy bien arreglado; traía un traje, unos zapatos oscuros pulcros, y el cabello bien arreglado. Era uno de los meseros principales que nos llevarían hasta nuestra mesa correspondiente.
Justin se paró frente a él, pero el hombre nunca le miró.
El chico aclaro la voz y capto la atención del mesero.
-Buen día -dijo Justin-. Tengo reservación aquí.
-Buen día -Saludo el mesero con desprecio pero sin quitar elegancia a su personalidad-. Creo que ha habido un error, porque este es un restaurante fino, joven, y me temo que tiene políticas de vestimenta. -Apunto con su pulgar a un letrero que estaba alado suyo, decía: "Se requiere zapatos de vestir y traje".
-¿Zapatos y traje? Pero que idiotez... -Bufo Bieber leyendo el cartel.
Voltee a ver a Justin dándome cuenta de que jamás lo dejarían entrar; traía puestos unos jeans un poco más debajo de lo debido, una playera negra de su grupo de rock favorito, botas obscuras, y el cabello desarreglado. Sin mencionar que yo tampoco me encontraba en condiciones de entrar a un lugar así.
-Me temo que no puedo darle admisión, joven.
-¿Y si le digo que soy Justin Berry?
Mire la discusión, y pude notar que el hombre salto al escuchar a Justin.
-¿Berry? -repitió- Discúlpeme señor, por favor, pase.
Se inclinó levemente y entramos al restaurante.
-Aquí está la mesa más exclusiva y probada de la casa -dijo mientras nos presentaba en nuestra mesa-. Siento mucho la confusión. No volverá a pasar.
-No se preocupe, solo tráiganos una botella de buen vino. El más fino que tenga. -Le pidió.
Se sentó frente a mí, y comenzó a ver el menú que previamente el mesero había dejado ahí.
Me le quede viendo unos minutos. Estaba pensando en su vida, en cómo era realmente. Mire también su ropa, y me di cuenta de que había cambiado mucho más después de la boda.
-¿Te parece si ordenamos una langosta?
Levante una ceja.
-¿Desayunar langosta?
-¿No te gusta la langosta? -Bajó el menú.
-Sí, por supuesto -respondí-, pero... ¿Por qué gastar tanto dinero?
-Lo tengo. -Se encogió de hombros.
Sonreí soltando una rápida risa.
-¿No crees que vas muy rápido?, he estado escuchando las noticias. Dijeron que la policía busca la mafia de tu padre vivos o muertos.
Dejo la carta sobre la mesa y se recargo en el respaldo de la silla.
-Tú conoces este negocio, ¿cierto? -Afirme- Tenemos la policía comprada. Ellos están de nuestro lado.
Reí.
-Ambos sabemos que esto no es para siempre.
-Sí -Levanto un hombro-, lo sé. Por eso los mafiosos siempre vamos a los restaurantes más lujosos, compramos la ropa más cara, autos veloces e increíbles, y sin escondernos de nada ni de nadie -Chuequeo la boca-. Sí una bala te mata en segundos, ¿Por qué no vivir igual de rápido?
El mesero coloco una copa frente a mí, y otra frente a Justin.
-Disfrutar cada segundo de la vida -concluí-. Eso me gusta. -Vertió vino en mi copa.
-Y hay muchas cosas de mí que también te gustaran. -Dio un sorbo a su vino.
-Me intrigas, Bieber -Ladee el rostro-. ¿Qué otras cosas me gustaran de ti?
-Pues... -Suspiró- dicen que soy bueno en la cama.
Entreabrí la boca sonriendo, un tanto sorprendida por lo que había escuchado. Jamás me imaginaria al reservado Justin diciendo aquellas cosas.
-Y dime... ¿Quién era el chico con el que hablabas en la boda?
-¿Qué chico? -pregunte olvidadiza.
-Un chico rubio, ojos verdes...
-¡Ah!, Shane. -Sonreí al decir su nombre mientras la comida llegaba a la mesa.
-¿Shane? Debe ser muy allegado a ti para hacerte sonreír así. -dijo celoso preparando sus cubiertos.
La verdad ni siquiera lo note en el momento. Mi mente se ocupó en recordar algunos buenos momentos con mi mejor amigo.
-Sí... es mi mejor amigo -dije-. Lo conozco desde que tenía tres años. Realmente no sé cómo he sobrevivido sin él.
-Ah. -Llevó un bocado a su boca.
-¿Pasa algo con Shane? -pregunté ingenua jugando con mi anillo de bodas.
-No.
Había contestado muy frio, pero últimamente él era así la mayor parte del tiempo. No le di importancia alguna y en automático mis ojos volvieron a mi platillo.
-¡Pero si es Bieber! -dijo una chica rubia de vestido rojo y escotado que se aproximaba a la mesa.
-Maldición -susurro el dejándome mucho que pensar...-. Hola Jessie. -Se puso de pie para besar la mejilla de su amiga.
-Hola Jay, ¿Cómo te encuentras?
¿Acaso mis oídos escuchaban bien? ¿Lo había llamado "Jay"? Mi ceja se encarnó al momento, no estaba entendiendo.
-Bien. Quiero presentarte a alguien -me miro sonriente-. Es (tn)...
-¿Tu prometida? -pregunto mirando mi sortija.
-No, es mi esposa
-¡Wow! Me escapo por dos meses y te casas -dijo entre risas-. Espero verte pronto. -Volvió a besar su mejilla para despedirse.
-¿Jay? -pregunte intentando aclarar mis dudas.
-Es mi sobrenombre. -contesto de lo más tranquilo bebiendo su copa.
-¿Sobrenombre de que parte de tu nombre? -Esta vez no quise ser tan ingenua.
-No es por mi nombre. Es una larga historia.

---------- 10 votos y 3 comentarios y subo otra capítulo hoy mismo! Ustedes deciden!;) losquiero❤--------

Besame & Dispara (Justin Bieber y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora