CAPÍTULO 64.
Gemma le pone hielo en las manos mientras Niall busca algún tipo de tranquilizante en su botiquín. Tiene los nudillos destrozados pero se siente eufórico como nunca en su vida. Parece que por fin se ha deshecho de la sombra que Nick suponía en su vida. Se ha sentido como un valiente y se ha defendido sin la ayuda de nadie y eso es algo muy nuevo para Harry.
Le duelen las manos a rabiar pero el resto de emociones lo compensan con creces.
La pareja le pregunta por la ausencia de Louis y Harry intenta explicarse entre balbuceos, sabe que no ha actuado bien, que ha sido torpe y se ha precipitado. Pero se lo compensará con creces a la vuelta. Intenta llamarlo para hablar, pero el teléfono del mayor está apagado.
Intenta centrarse en lo inminente y dejar a un lado el batiburrillo de sensaciones que lo abordan. Tiene que prepararse para escuchar el veredicto. La conclusión a la que haya llegado el Dr. Cowell puede determinar su vida. No lo había pensado antes pero ahora su imaginación está funcionando a mil revoluciones por minuto.
Llegan al St. Mary con la angustia en la garganta, su hermana le agarra la mano para darle ánimos pero la enfermera le pide que entre solo.
Dr.: Buenos días Harry – El Dr. Cowell es un viejo amigo de la familia y se tratan con cordialidad – creo que deberías haber acudido a esta cita con un abogado, pero no te preocupes por eso porque tanto yo a título personal como el hospital estamos dispuestos a hacer frente a todas las cargas correspondientes a la indemnización que proceda – el médico parece nervioso y comienza a soltar un galimatías jurídico del que no entiende ni una sola palabra.
H: Si es un tema de herencias o últimas voluntades no entiendo para qué me ha citado. Gemma podía haberle hecho llegar el papeleo correspondiente. Mi presencia es completamente innecesaria – niega con la cabeza ante la fatalidad de lo que se avecina. Por lo que ha podido suponer necesitan algún tipo de autorización legal imagina que para cuando llegue su hora todos los trámites sean más sencillos.
Dr.: No Harry, no me has entendido, tienes que disculparme…ha habido un error en tu diagnóstico, un falso positivo – el silencio congeló la consulta – ocurre en uno de cada 10.000 análisis. No repetimos la prueba hasta tu estancia de hace un mes, porque la sintomatología que presentabas era clara, anemia, dolor muscular y de cabeza, fiebre….pero viéndolo en perspectiva creo que lo que tenías era una depresión de caballo.
No sabe si reír o llorar, levantarse y abrazar al doctor o tirarle a la cabeza alguno de los pisapapeles que pueblan su mesa. Está confundido y alegre y sólo puede pensar en Louis, en que tiene que llamarlo, que tiene que saberlo ya, que el drama ha terminado y que por fin podrán ser felices.
CAPÍTULO 65. (Primera parte)
Lo ha llamado mil veces desde que ha salido de la reunión pero Harry tiene el teléfono apagado. Imagina que estará en el médico y la alegría que siente se desvanece un poco al pensar en el posible diagnóstico que les espera.
Se dirige a la casa del acantilado, quiere esperar allí por las noticias que lleguen de Londres. Son más de las tres pero curiosamente no tiene apenas hambre. Esperará la llamada y a eso de las cinto llamará a Zayn para tomar el té.
La cancela de la entrada y la puerta de la casa están abiertas, se emociona como un crío y corre sin aliento hasta la sala, esperando ver a Harry allí. La casa estaba sumida en un silencio vigilante, su quietud parece sobrenatural. Siente presentes todos los fantasmas de Harry. Estar en aquel lugar sin él a su lado, hace que Louis se encuentre un poco solo. Oye un ruidito en la oscuridad, como un susurro de hojas secas. Se asoma a la cocina. Nada.
Se acerca a la galería, con un escalofrío que no se justificaba únicamente por el viento frío. Tiene una sensación un poco rara en el estómago, como un mal presentimiento. Justo en ese momento oye otro ruido al fondo del pasillo.
Cierra la ventana, para evitar la corriente y todos esos ruidos extraños y aprovecha para respirar una ráfaga de aire fresco que huele a mar y a sal. Cuando se dispone a cerrar una mano salida de la nada, lo agarra por el cuello dando paso a una voz estridente.
Nick: Por fin nos conocemos encanto! Realmente eres un buen ejemplar, debo alabar el gusto del pequeño Harry – Intenta retroceder en silencio, pero no puede, está paralizado, clavado en el suelo por la incredulidad. La silueta negra y espigada del hombre que lo tiene atrapado sale de entre las sombras que lo ocultan.
L: Nick? – No sale de su asombro.
Nick: Louis? – La burla se evidencia en su tono – después de todo por fin nos conocemos – sisea de forma amenazadora –solos tú y yo.
L: Tú y yo?-Nada más decirlo siente un golpe terrible que lo tumba de espaldas. Unas manos, grandes se aferraban a su cuello, sin vacilar, con furia.
Nick: Lo vamos a pasar en grande –con una mueca grotesca de euforia se aproxima a su cara y le muerde como una rata.
Patalea como loco intentando zafarse pero está demasiado aturdido para reaccionar como debe y siente como la asfixia se apodera poco a poco de su consciencia.