CAPÍTULO 28.
Cortarse es una especie de obsesión que lo consume, lo mata y lo hiere y aún así lo anhela y lo busca ante cualquier contrariedad. Y la visita de Niall era claramente eso, una contrariedad.
Se sentía extremadamente enfermo y débil, abrió la boca en un vano intento por controlar su respiración ¿Cómo se iba a enfrentar a la mirada de reproche y compasión de Niall? ¿Cómo le iba a explicar las razones de su huida? ¿Cómo le iba a explicar…a Louis?
Busca nervioso el frío metal, con hambre de sangre, sintiendo la picazón propia de la antelación. Necesita cicatrices nuevas.
Acerca la punta de la navaja a su pierna, notando un primer y doloroso pinchazo en ella, sisea y nota como el dolor traspasa su piel y como un autómata continúa con la carnicería en su propio cuerpo.
Siente que está perdiendo la cabeza.
L: Harry? – murmura Louis al otro lado de la puerta. Cómo ha entrado? Rápidamente recoge todo aquel desastre e intenta sonreír. Nota como la piel le arde bajo el pantalón y disimula como el mejor de los actores, olvidando el dolor.
L: Estás bien?- Le susurra cariñosamente al oído, provocándole un estremecimiento. Asiente con la cabeza incapaz de formular una respuesta por miedo a que su voz lo delate- Niall y su chica te están esperando en la 305.
H: Su chica?- no podía creerse que el irlandés hubiera venido a verlo acompañado de una de sus miles de conquistas. No iba a sentirse cómodo con aquello. Resopló para mostrar su disconformidad con la situación.
Salió junto al mayor sin ganas de nada, enfrentándose al largo pasillo.
Llamaron un par de veces a la puerta y unos ojos azules fue lo primero que vio. Sintió una mezcla de alivio y pena y se abalanzó sin dudarlo sobre él, enterrando su cara en su cuello sin poder evitar un sollozo reprimido.
Mientras busca consuelo en su amigo, alguien le toca el pelo, en una caricia suave y familiar. Una mano pequeña y femenina. Se deshace del abrazo mirando extrañado la procedencia de la misma.
H: Gemma!!- aquello es como si una explosión repentina derrumbase todas sus barreras y rompe a llorar, dejando que las lágrimas cubran a su querida hermana sin ningún tipo de pudor.
Pequeños pinchazos cruzan su cabeza atravesándola de una punta a otra sin piedad, acompañados de temblores que rompen toda la tensión de su cuerpo.
CAPÍTULO 29.
Apartado en un rincón cercano a la puerta, Louis contempla la escena sin dar crédito a la misma. Se siente como un extraño, sobra en aquella habitación y se siente completamente fuera de lugar.
Aquella “no familia” que le había resultado tan fría en un principio, ahora se volcaba en caricias y abrazos de cariño. Lo excluyen completamente.
Ve a Harry desahogarse con la que parece ser su hermana y se da cuenta de que realmente no conoce de nada a aquel chico y todo lo sucedido en los últimos días le parece surrealista y sin sentido. El miedo a estarse equivocando comienza a atenazarlo.
Sigilosamente y haciéndole un pequeño gesto de despedida a Niall, abandona la habitación con cuidado. Necesita consejo, necesita contar todo lo que le está pasando y por una vez escribirlo en un papel no es suficiente.
Toma su teléfono móvil y le hace una llamada a Zayn.
Son casi las 7 de la tarde y su amigo como de costumbre está en la cervecería de Church Avenue, relajándose después de un día de trabajo. Se sorprende y alivia al verlo sólo, Zayn siempre está rodeado de chicas guapas que lo buscan sin vergüenza.
Z: Amigo, qué bueno saber de ti!- Lo abraza como si no se hubieran visto en años- preparado para una buena juerga?
L: No, Zayn, no estoy del mejor humor para una fiesta. Tengo que contarte algo que me está pasando y que comienza a írseme de las manos- El moreno lo mira extrañado. Louis nunca recurre a nadie para solventar sus problemas. Siempre se hace el fuerte y asume todo lo que venga.
Z: Será mejor que nos tomemos unas copas para relajarnos, un buen whisky afloja la lengua de cualquiera!- el ambiente era tenso y había que intentar tomarse las cosas con calma.
En una ancha mesa de madera los dos amigos hablan y beben por horas. Zayn se sorprende cuando su amigo de la infancia le confiesa que está enamorado de otro hombre. Un hombre con tantos problemas que no puede alcanzar a ver una posible relación entre ambos.
Louis lo describe como el chico perfecto. Guapo, alto y de ojos verdes. Con una conversación de primera y sentido del humor. Tiene todo lo que cualquiera pudiera desear, juventud, dinero, amor… Pero pese a todo eso, es un desgraciado, porque, por lo que el moreno puede entender, sencillamente, alguien hace tiempo le rompió el corazón en mil pedazos y esa ha sido razón suficiente para que él solito se haya condenado a muerte.
El castaño no profundiza en la enfermedad de Harry, sólo le cuenta que se ha dado por vencido, que no quiere luchar por vivir y mientras lo dice no puede evitar derramar un par de lágrimas.