Capitulo 15

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En una cuidad lejana

Una mujer se despertó sobresaltada debido al sueño que había tenido. Se pasó su mano temblorosa por su cabello rubio, lo tenía completamente empapado al igual que su camisón debido al sudor. Se levantó de la cama y caminó hacia el baño para poder refrescarse. Calmó el calor que sentía con el agua helada,levantó la cabeza para mirarse en el espejo. Sus ojos azules que alguna vez brillaron llenos de vida ahora estaban totalmente apagados.


Ese sueño en donde sufría un accidente se le repetía una y otra vez desde que había logrado recuperar la memoria, su terapeuta le había dicho que de a poco iba a recuperar todos sus recuerdos, que no se esforzara más de lo conveniente en hacerlo, pero no entendía que ella estaba desesperada. Por los últimos siete años había sido Luna Lascada una mujer que trabajaba como secretaria para ganarse la vida, pero nunca había logrado ser normal, ya que no recordaba nada de su vida anterior, hasta ahora.

Había tomado una decisión, iba a volver a su casa,adonde estaba su familia, sus amigos, las personas que ella amaba y que había sufrido debido a su supuesta muerte. Pero primero debía ponerse en contacto con alguno de ellos para que la ayudara en su vuelta, debía ser una persona de plena confianza, ya que al recuperar la memoria recordó que antes de caer al barranco recibió la llamada del culpable burlándose de que los frenos no funcionaran, y esa voz tan familiar para ella, se le repetía una y otra vez en la cabeza.

Se llevó la mano hacia la cabeza pensando en quien poder confiar, hasta que se le vino a la cabeza la imagen de un hombre. Joe Lombardi.


***


Habían pasado un par de días desde el encuentro que tuvo con Joe y debido a la lluvia de ese día había pescado una leve gripe, lo cual debido a su embarazo sentía con más fuerza sus síntomas. Pero debido a que Raquel se encontraba de viaje no podía faltar al trabajo ya que ella era la única encargada de la tienda.

Sarah había terminado de atender a una clienta cuando nuevamente suena la campana que anuncia la entrada de un nuevo cliente, se dio vuelta para recibir al cliente con una sonrisa pero ésta quedó congelada en sus labios al ver de quien se trataba.

- Ke... Kendall –tartamudeó, mientras sentía que el corazón se le iba a salir del pecho en cualquier momento.

- Sarah, o debería decir Sarah Matthews. Para alguien que no te conociera tan bien como yo, no te reconocería con facilidad,has cambiado –dijo avanzando hacia ella.

Kendall observó a su esposa desde los pies hacía la cabeza, deteniéndose en su prominente vientre. Apretó con fuerza los puños para controlar la rabia que se estaba apoderando de él, no tenía ni idea que estaba embarazada y eso hacía que se condenará más aún frente a él, ya que le había ocultado que era padre, y si no la hubiera buscado lo más seguro es que nunca se hubiera enterado que tenía un hijo. Ella al notar la mirada de Kendall se llevó las manos hacia el vientre en forma de protección.

- No... no sé que estás haciendo aquí pero lo mejor será es que te vayas –dijo tratando de tranquilizarse ya que comenzaba a sentirse realmente mal.

- ¿No lo sabes? – le preguntó con tranquilidad pero con los ojos brillantes de furia.

- Kendall vete por favor... -dijo apoyándose en el mostrador, sentía que un sudor helado comenzaba a cubrirla y que el suelo se comenzaba a mover. Kendall se acercó a ella y sin notar lo mal que se encontraba la joven la agarró con fuerza de los brazos.

- No me iré a ningún lado –dijo con crudeza-. Ahora que sé que estás embarazada lo único que me importa es el bebe.

Sarah cerró los ojos, no tenía fuerzas ni siquiera para mantenerlos abiertos.

- Si quieres que no te quite al bebe cuando nazca vendrás conmigo –le advirtió al ver que no le contestaba, pensando que ésta estaba solamente fingiendo para llamar la atención. Ella escuchaba la voz de Kendall cada vez más lejos, hasta que antes de perder la conciencia por completo sintió como unos brazos la levantaban del suelo mientras daba algunas ordenes sobre algún hospital.

AmandoteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora