Amandote

Capitulo 18

Nunca había tenido tanto miedo como en ese momento, trató de agarrase de la baranda pero no pudo, sabía que por el golpe podría morir su bebe inclusive ella misma. Pero antes que cayera sintió como unos brazos tiraron de ella y la alejaron del borde del escalón. Sarah se vio envuelta por unos brazos, al percibir el aroma de Kendall se aferró a él con fuerza, aún temblaba por el susto que había pasado.

- ¡Suéltame estúpido! –ella reconoció inmediatamente la voz enfurecida de Bella. Se alejó un poco de Kendall y pudo ver que Lucas tenía aprisionada por la espalda a una desquiciada Bella.

Kendall aún abrazando a Sarah la alejó un poco de Bella, no tenía recuerdo de haber sentido tanto miedo como cuando vio a Bella empujando a su mujer por las escaleras, pensaba que no alcanzaría a llegar a salvarla, pero por suerte había alcanzado a hacerlo.

- ¿Te encuentras bien? –le preguntó preocupado. Ella asintió, no podía hablar ya que sabía que si lo hacía se pondría a llorar.

- Lucas saca a esa mujer de aquí –le dirigió una mirada de desprecio a Bella, que inclusive Sarah se llegó a estremecer-. No te quiero volver a ver cerca de mi mujer, si le llegase a pasar algo la vas a pagar muy caro.

- ¡No me puedes hacer eso! –Bella dijo desesperada comenzando a llorar-. Nos íbamos a casar... tú te ibas a separar de ella y nos íbamos a casar, pero ella tenía que aparecer embarazada de su bastardo –dijo mirando con odio a Sarah.

- Yo nunca me casaría contigo, simplemente porque nunca me hubiera separado de Say, hubiese o no estado embarazada, cuando me casé con ella lo hice para toda la vida. Además entre nosotros nunca hubo nada más que una amistad, ahora estoy seguro que tú comenzaste con todos esos rumores de mi divorcio y de que me casaría contigo –le dijo con dureza. - Lucas sácala de acá y llévala con sus padres ellos deben enterarse de lo que estuvo a punto de hacer.

Lucas asintió y se llevó a Bella de la casa en medio de sus gritos y ruegos. Kendall llevó a Sarah a la habitación y la acostó en la cama.

- Voy a llamar al doctor –le informo mientras iba hacia el teléfono.

- No, por favor ya me encuentro bien.

- ¿Estas segura? –le preguntó mientras se acercaba a ella.

- No me paso nada, solamente fue el susto – sollozó-. Sentí tanto miedo, pensé que perdería a mi bebe.

- Ha sido culpa mía –dijo Kendall sentándose en el borde de la cama-. Nunca me di cuenta de lo desquiciada que podría llegara a estar Bella. Se acercó a el y se acurrucó en su pecho. Esas últimas semanas los había acercado mucho más que sus primeros dos años de casados.

- Ya no llores –dijo él abrazándola y acariciándole el cabello-. Ya todo pasó, te prometo que no le hará daño ni a ti ni al bebe.