Sentir

Cercanía apropiada

Fue hacia él y lo abrazó por el torso, apoyando la mejilla en su pecho. Sintiendo el tenue aroma de su perfume. Su olor a hombre. Descargando parte del cariño que sentía hacia él.

Fue breve. Lo soltó tan rápido como lo había abrazado.

-Gracias... muchas gracias por todo- murmuró, apretó el libro contra su cuerpo y salió apresurada del despacho.

Él no le devolvió el abrazo. No era correcto hacerlo. Tampoco era que Granger le hubiera dado mucho tiempo para reaccionar, había sido un acto totalmente intempestivo, irracional.

Mantuvo sus brazos en alto, alejados del cuerpo de la chica. Mientras ella se apoyaba sobre él. Mientras él sentía el perfume de ella. Mientras su corazón se desbocaba.

Un abrazo auténtico. Ya no sabía cuánto había pasado desde la última vez que había tenido uno de esos. Sólo Lily lo había hecho de esa manera y jamás se lo permitió a Albus.

Pero... había sido un abrazo auténtico, nacido de un sentimiento puro y de verdad.

Chiquilla impertinente.

Se desabrochó los primeros botones de su camisa para aligerar los latidos furiosos. Descontrolados. Para disipar el olor de ella.

Cayó sobre la silla.

Tenía la mente en blanco. No sabía qué pensar ni qué sentir.

No terminó de ordenar los papeles y fue hacia su habitación.

No pudo dormir. Por suerte estaba acostumbrado a pasar las noches en vela.

*****

Al día siguiente, Harry y Hermione paseaban junto al lago. Hacía un día nublado pero cálido, por lo que decidieron salir a caminar y tomar aire. No fueron con sus respectivos novios: la chica le pidió encarecidamente hablar con él a solas.

Sabía que Harry era el confidente de Ron, y que éste le contaba más cosas de las que llegaría a decirle a ella. Así que creía que su amigo le diría algunas cosas, no todas, pero algunas importantes respecto a su novio.

Detuvieron su andar al mismo tiempo, como sabiendo que era el momento propicio para dar por iniciada la conversación principal.

Se sentaron sobre una roca grande y plana. El leve susurrar del lago en la orilla era relajante. Una brisa fresca y tenue revolvía apenas sus cabellos y veían cómo unas nubes negras se acercaban peligrosamente augurando las primeras lluvias.

Hermione cortó el silencio hablando en voz baja pero clara:

-Harry... sé que no hemos hablado mucho el último tiempo, pero también sé que sabes lo que está pasando entre Ron y yo- El chico le sostuvo la mirada y esbozó una sonrisa triste. Asintió con la cabeza-. Sabes... sé que no me dice todo lo que siente para... no sé, tal vez para no herirme... pero sé que a ti sí, y necesito saberlo.

Harry miró hacia el lago, pensativo. No quería hablar a espaldas de su mejor amigo, pero tampoco quería esconderle cosas a su mejor amiga. ¿Por qué siempre tenía que estar en medio?

-Deberías hablarlo con él, Hermione- Se sintió terrible al percibir la congoja de su amiga. La abrazó por los hombros intentando tranquilizarla-. Está bien... mira, Ron está algo confundido pero... ¡No lo malinterpretes!- añadió rápidamente cuando Hermione emitió un sollozo casi inaudible. La estrechó con más fuerza-. Él te quiere mucho, Hermione. Muchísimo. Es sólo que... ya sabes, siempre ha sido un poco torpe con las chicas.

-¿"Un poco"?- ironizó la chica enjugándose las lágrimas con la punta de su abrigo. Harry sonrió.

-Bueno, bastante torpe- rectificó-. Lo que quiero decir es que... últimamente se ha estado preguntando muchas cosas ¿sabes?- Se quedó en silencio al no saber cómo decir lo siguiente sin herir los sentimientos de su amiga.