Día 7: 'Está buena.'

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—No me puedo creer que hayas hecho eso. —me dice Nymphadora, burlándose. 

—Tenías que haberla visto. Parecía que quería matarla. —golpeo el hombro de Remus. 

—Sigo aquí, chicos. ¿Podemos dejar de hablar de lo que ocurrió? —estoy ya harta de que mi pelea sea el único tema de conversación desde que comenzamos a desayunar. He tenido que soportar las burlas de los merodeadores durante toda la tarde de ayer, a las que ahora se suman mis amigas. 

Me exasperaba que ahora ellos se sentaran con nosotras. A Nymphadora no le importaba ya que estaba con su querido Remus. Pero Chloe y yo cada vez estamos de más malhumor con ellos. Es decir, antes pasaban completamente de nosotras, salvo en algunos momentos de peleas, pero ahora, se sientan con nosotras, hablan con nosotras y ¡coquetean con nosotras! ¿Se habrían tragado un vaso entero de Amortentia? Eso lo explicaría todo. 

Y luego estaba la estúpida apuesta. Hace dos días que no hablo con Potter. Desde que ocurrió lo del cambio de look he evitado cruzarme con él en los pasillos. El único enfrentamiento que habíamos tenido, había sido ayer cuando el muy idiota defendió a Cler. Hablando de Cler, la chica se ha ganado el segundo puesto en mi lista negra, en la que Potter iba el primero, ya que ayer por la tarde se encargo de divulgar el rumor de que yo la había intentado matar. En ningún momento tenía pensado pronunciar un 'Avada Kedavra' en mitad de la clase, lo único que quería es ¿asustarla? ¿hacerle sufrir un poco?, no estoy segura pero yo no iba a matarla como todos decían. 

—¡Deja de llamarme Marlenne! —los insufribles gritos de mi amiga retumban por todo el comedor. Sirius se había encargado de molestarla en cada una de las comidas. 

—Es divertido ver como te enfadas, Marlenne. —resalta la última palabra y termina de hablar con una sonrisa socarrona de medio lado. 

—Es divertido verte con el pelo rojo, Black. 

—¿Qué? 

Mi amiga agita la varita en su dirección y el pelo de Black cambia a un color rojo intenso. 

Cada uno estaba hablando con alguien y metido en una conversación. Remus y Nymphadora comentaban mi pelea con Cler, Black y Chloe peleaban, y Potter y Peter hablaban de un partido antiguo de Quiddicht. Yo, me limitaba a mirara mi plato y a comer en silencio. Triste, lo sé. Pero tenía demasiadas cosas en las que pensar. Como por ejemplo, los retos que me había propuesto este año a conseguir. Estamos a mitad de curso, y de aquí al final, debía cumplir mi larga lista de retos. El primero en la lista, es prender a volar en escoba. Por mucho que lo odie, deteste, aborrezca, tema y miles de palabras más relacionadas con miedo, estoy dispuesta a aprender. 

Por lo que había oído, hoy no hay entrenamiento de Quiddicht. Así que a la tarde, inventaría alguna excusa a mis amigas, y me vendría sola a intentarlo. Podría pedir ayuda a alguien que supiera volar, a alguien del equipo de Quiddicht de Gryffindor. Pero esto implicaría que el capitán, Potter, se enterara de lo que quiero hacer y luego se burlaría de mí por lo torpe que soy. Estoy segura de que acabaré el día de hoy con varios rasguños, pero no me importa. Voy a acabar esa lista sí o sí. 

...

El resto de la mañana se me había pasado muy lenta. Tras cinco horas de insufribles clases, me encuentro en mitad del campo de Quiddicht con una escoba en mi regazo. Al fin, una vez en mi penosa vida, la suerte esta de mi parte. No hay nadie cerca del campo y eso se debe a que el día está nublado. 

Agarro la escoba, con las manos temblorosas, y me coloco preparada para volar. Me aferro fuertemente al mango y me deshago de mi bufanda. 

¿Preparada para morir? 

30 días para enamorarme (Jily) (Editando) #MundialesQD2018Donde viven las historias. Descúbrelo ahora