Día 11: Cita.

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Siempre he sido una romántica empedernida. Desde que tengo uso de la razón y desde que comencé a leer libros muggles he soñado con enamorarme. Cuando comencé Hogwarts, todas esas fantasías, con el paso del tiempo, se fueron esfumando y yo fui centrándome completamente en los estudios y mis venganzas hacia Potter. 

Todo eso cambio hace varios meses. Cuando hablé con Theo por primera vez todo eso de "a la mierda los chicos y atenta a estudiar" se fue a tomar viento. ¿La razón? No sé si fue por su sonrisa, sus perfectos y penetrantes ojos o por su forma de ser. Él tiene toda esas cualidades que definen a un "chico perfecto". Siempre que caminaba por los pasillos él era el centro de atención-sobre todo de las chicas. Puedo asegurar que tuve una especie de obsesión por él durante muchooo tiempo. 

Conseguí entablar varias conversaciones con él, pero en casi todas salía huyendo, producto de mi nerviosismo. 

Hoy en día, puedo decir que he superado todo eso.

Meh, no te lo crees ni .

Bueno, en parte aún sigo pensando en ese idiota pero cuando pase un tiempo, se que conseguiré olvidarlo y dejaré mi etapa de estúpida masoquista.

Porque vamos, ¿quién seguiría enamorada de un chico que la ha rechazado y para colmo sale con Cler?

Sólo una masoquista, como yo.

Y la verdad no sé por qué estoy pensando todo esto en una clase de DCAO* cuando realmente debería estar prestando atención a las palabras que se precipitan por la boca de Galatea.

Mis patrañas y pensamientos se ven interrumpidos cuando siento algo rozar mi hombro y luego veo un papel caer en mi mesa.

Lo desenvuelvo y veo varias letras escritas con una caligrafía realmente mala y un par de tachones. Tras miles de intentos consigo descifrar lo que pone:

y yo, ¿una cita?

No

~ De tu futuro esposo.

Hago de la nota una bola de papel y la vuelvo a lanzar hacia atrás sin mirar. Noto como varios alumnos se quejan y luego como Potter comienza a gritar reclamando su nota. Me da pena que cuando la vea se de cuenta de que no he respondido y que claramente eso es sinónimo de un NO rotundo y me deje tranquila. Sin embargo, Potter parece que no entiende las indirectas ya que vuelve a lanzarme otra de sus notas.

Eres el recuerdo para invocar mi patronus.

Vamos, Lils, acepta una cita conmigo.

~Del chico más sexy de Hogwarts.

Vuelvo a hacer otra bola de papel pero esta vez la arrojo al suelo enfadada. Si de verdad Potter quiere una cita conmigo que se digne a pedirlo de buenas formas y no por una maldita nota. Y aún así, eso no cambiará mi opinión ni mi respuesta.

Nota mental: Si llego a tener una cita con Potter, asegurar suministros, el fin del mundo se acerca.

Chloe, a mi lado, observa intrigada el papel del suelo. Sé que quiere agarrarlo y leerlo pero no lo hace porque sabe que después la acusaré de cotilla. Además, yo siempre acabo contándole todo a ella y Nymphadora, así que más tarde se enterarán, cuando éste quejándome del insufrible de Potter.

Alzo la vista cuando noto que la maestra me está hablando, — Cinco puntos menos para Gryffindor. Señorita Lily a ver si aprendemos a no tirar cosas al suelo.

Varios alumnos de mi casa cuchichean por detrás, seguramente quejándose de mí.

—Lo siento, profesora. —murmuro.

Galatea decide ignorarme y continuar explicando lo que sea que estemos dando.

El resto de la clase transcurre normal, con los comentarios inoportunos de Potter y Sirius, y con la insoportable y cansina voz de la maestra.

Cuando me doy cuenta, estoy camino del Gran Comedor con la intención de llenar mi estómago que pide a gritos un poco de pasta.

No se nada de mis amigas desde la última clase pero supongo que ahora mismo estarán comiendo o, tal vez, iniciando otra guerra de comida que nos cause a Potter y a mí un castigo más.

Estoy a punto de girar el último corredor cuando escucho unos gritos a lo lejos. Me escondo detrás de una estatua en la pared e intento escuchar lo mejor posible. Al parecer Cler y Theo están teniendo una "discusión", y lo digo entre comillas porque sus gritos se podrían escuchar desde la torre de Astronomía.

—Vamos Cler, no puedes ponerte así por una tontería. —el tono de suplica de Theo me llama mucho la atención, ¿de verdad le gusta tanto esa arpía?

—Siento que no es lo mismo. Llevamos pocos días juntos, pero ya no me dices cosas bonitas como antes. —ruedo los ojos y hago una mueca, el tono de voz de ella es tan fingido.

—Perdón, no volverá a pasar más. He estado distante.

—Está bien, amorcito. —y lo único que escucho después es silencio. O se han ido o se están devorando mutuamente. La segunda opción es la que más posible me parece. Malokk es conocida-además de por su físico-por sus inestables cambios de humor. Como estar enfadada por una tontería y segundos después volver a estar contenta.

A ver, yo admito que también tengo mis cambios de humor y que puedo pasar de ser la más feliz a ser la más amargada en cuestión de segundos. Pero eso, comparado con Cler no es nada. Ella tiene como una doble personalidad. La malvada y la falsa.

No sabría decir cuál de las dos es la más irritante. Ella es malvada hasta la médula y no quiere dejar de ser el centro de atención. Sin embargo yo prefiero permanecer entre las sombras, ser la chica ¿no conocida? Y luego está su lado de falsa. Ese que sale cuando finge estar contenta por algo o cuando se hace la tonta en cualquier cosa.

Mi estómago vuelve a rugir indicando que ya es hora de entrar a la sala. Trato de ignorar a la "parejita feliz" y camino a paso deprisa hacia el gran comedor.

Efectivamente, mis amigas y los merodeadores se encuentran ya comiendo, tal vez devorando su postre. Llevo una mano a mi pecho y finjo que estoy ofendida con ellas, una vez que me siento a comer.

—¿Ustedes dos os hacéis llamar mis amigas y ni siquiera me esperáis para comer?

Chloe se encoge de hombros y Nymphadora ni se inmuta a responderme ya que está muy embobada con su queridísimo Remus.

Agarro un trozo de pastel de manzana y empiezo a comer.

Sip, esa soy yo, tan original como para tomar el postre sin almorzar primero.

—¿Pensaste ya en la respuesta? —la irritante voz de James se cuela en mis oídos.

—Estoy segura de ella, y siempre será un rotundo NO. —hago énfasis en la última palabra.

—Puede que no aceptes ahora, pero conseguiré que para el baile de Navidad aceptes una maldita cita conmigo, pelirroja.

Lumos!

Pd: Este capítulo no ha sido editado, perdón por las faltas de ortografías.

Adioó!

Nox.

30 días para enamorarme (Jily) (Editando) #MundialesQD2018Donde viven las historias. Descúbrelo ahora