30 días para enamorarme (Jily) (Editando) #MundialesQD2018

Día 25: Recuerdos.

CONTINUACIÓN DEL DÍA 3.
Este es un capítulo lleno de recuerdos de James de como sucedió todo lo de la mentira. Los recuerdos se encuentran en cursivas y suceden el día 3 de la apuesta. 
James' Pov.

—Sin duda, te gusta ese friki. — Lily se sobresalta al oírme.

Se gira maldiciendo por lo bajo como siempre y me fulmina con la mirada.

—Yo...no. —luego de poder pronunciar esas dos palabras con poca decisión, se da la vuelta y sale corriendo.

¿Acaso no se cansaba de correr siempre?

Continúo con mi camino. Tengo cosas pendientes de las que encargarme y una de ellas es librarme de Theo. Evans está tan cegada por él, tanto que si sigue así, nunca conseguiré que se enamore de mí.

Cuando veo al friki ese saliendo por la puerta del castillo, acelero mi paso hasta posicionarme a su lado. El Ravenclaw me mira como si en cualquier momento fuera a lanzarme a hacerle algo. Le odiaba, sí, pero en este momento no buscaba nada de pelea con él.

—Vengo a proponerte algo. —digo tras varios minutos de silencio entre ambos.

Seguimos avanzando hasta el campo de Quidditch. Al parecer, hoy los de Ravenclaw tenían entrenamiento.

—¿El qué pasa? —me pregunta del malhumor.

—Sé que le diste plantón a Evans en Hogsmeade.

Theo se queda parado y mirándome esperando a que continúe hablando.

—Y aún así ella sigue enamorada de ti...

El friki de Theo suelta un suspiro de cansancio y sigue andando un poco cansado. ¿Por qué no le gustaba Lily? ¡Oh, vamos! ¡Ella es perfecta! Cualquier chico daría lo que fuera por estar saliendo con ella.

—Sé que no te gusta, así que vengo a proponerte algo en lo que los dos saldremos ganando.

—Soy todo oídos.

Cruzamos el campo de Quidditch y nos sentamos en las gradas mientras vemos cómo el resto entrena. Suerte que el capitán del equipo de Quidditch de Ravenclaw no se ha dado cuenta de mi presencia porque si no ya me habrían echado a patadas de allí. ¿Quién sabe? A lo mejor mientras hablo con Theo puedo llegar a descubrir algunas de sus estrategias.

—Quiero que finjas salir con una chica durante un mes aproximadamente. Su nombre es Cler, seguro que la conoces.

—¿Y eso cómo me ayudaría a mí?

Me doy un golpe en la cara con mi mano abierta. ¿Acaso se puede ser más tonto?

—Si Lily te ve saliendo con ella se olvidará definitivamente de ti y yo podré hacer que se enamore de mí.

—Interesante...—murmura— ¿Puedes dejar que me lo piense y te respondo mañana?

Me encojo de hombros sin darle importancia y sin un adiós, me voy del campo de Quidditch.

En ese momento no me di cuenta de la estupidez que estaba cometiendo. Tampoco pensé que Lily lo pasaría tan mal por culpa de ese feo Ravenclaw ni que alguna vez llegaría a enterarse. He sido un idiota grandísimo y para colmo he arrastrado conmigo a una de sus amigas, Chloe. Por mi culpa, ahora ambas están peleadas y tengo por seguro que Evans no quiere verme ni en pintura.

En todo el día, sólo la he visto en clases de Pociones tomando apuntes. El resto de horas ha faltado y cuando le pregunté a Nymphadora en los cambios de clases me dijo que no se encontraba bien y se había tomado el día libre.

Chloe, no quiere ni siquiera mirarme. He intentado acercarme a ella para ver cómo estaba pero cada vez que lo hacía sacaba su varita con la intención de lanzarme un Crucio o Avada.

Y entonces, mientras escucho al profesor de DCAO, me invade otro recuerdo de cuando la rubia amiga de Lily se enteró de todo.

—Oh, vamos, Cler. Me debes un favor. Si no recuerdas, te ayudé a espantar a esos chicos que te estaban acosando en Hogsmeade el año pasado y hasta ahora no me has devuelto el favor de ninguna forma. —suplico por décima vez en el día.

La chica se da media vuelta enfadada. Sus pómulos están rojos y su ceño fruncido. Si me descuido, en cualquier momento me mandará a la enfermería. Sus ojos azules me dicen que se niegan totalmente a salir con el idiota de Theo. Siempre he pensado que los ojos son la puerta del alma, sin embargo, en los de Lily casi nunca puedo observar nada. Me quedo embobado como idiota siempre observándolos e intentando descifrar lo que pasa por su pelirroja cabeza. Nunca consigo entenderla y creo que eso es una de las cosas que más me llamaba la atención. Lily es impredecible. 

—¡Saldría con cualquiera menos con Theo! ¡Sabes perfectamente que le odio! Va de sabelotodo y me supera en todas las notas. 

Me pongo de rodillas en el suelo y junto mis dos manos suplicándole. Sé que el favor que le estaba pidiendo a Cler era un poco descabellado, pero estaba desesperado en conseguir que Theo salga ya de la cabeza de Evans. 

—Te compraré todo lo que quieras de Honeyducks. 

Cler se lleva ambas manos a la cabeza desesperada pero justo cuando oye lo que digo parece replanteárselo. 

—Está bien. ¡Cómo está idiotez tuya al final no resulte te tiraré de la torre de Astronomía! Se nota a lejos la tensión sexual que hay entre los dos pero, sin embargo, siempre estáis peleando. Idiotas...

Susurro miles de gracias mientras la abrazo. Sin su ayuda, este plan no llegaría a ningún lado. Estaba completamente feliz en ese momento porque sabía que tal vez, si Evans se olvidaba del Ravenclaw, conseguiría alguna oportunidad con ella.

—¿Entonces tengo que fingir salir con Theo durante un mes para que Lily se olvide de él? 

Asiento con la cabeza pero me quedo petrificado al siguiente segundo en el que veo a Chloe, una de las amigas de Evans escuchando toda la conversación detrás de nosotros. Me giro alarmado hacia ella. Sino llego a convencerla, nada funcionará. 

—Chloe, por favor, no le digas nada a Evans. 

—¿¡Cómo quieres que no le diga nada!? ¡Es mi mejor amiga y tú piensas engañarla de esa forma! 

—¡Llevo detrás de ella muchísimo tiempo pero nunca llamo su atención por culpa de Theo! ¿¡Qué otra cosa quieras que haga!? —grito ya fuera de mí. 

Estuve una semana entera persiguiendo a Chloe y acosándola para que no contara nada. Y al final, aceptó. El plan siguió hacia delante y todo se ha ido a la mierda desde que Lily se enteró. 

Sin dudas ningunas, la mayoría de insultos que me decía Lily eran verdad. Soy un estúpido.