30 días para enamorarme (Jily) (Editando) #MundialesQD2018

Día 14: Baile de Navidad.

El día había amanecido lluvioso y gris. Perfecto para la estación en la que estábamos, invierno.

Y el invierno aquí implica: El Baile De Navidad.

Fecha dónde los chicos debían invitar a las chicas y bla, bla, bla... el típico cliché al que yo no iba a asistir.

Todos los años eran lo mismo, y ya estaba cansada. Prefiero quedarme durmiendo leyendo, me parece más productivo.

Sé que Potter lleva buscándome todo el día para pedírmelo, ya que le oí hablar con Sirius, y yo llevo todo el día huyendo de él.

¿Para que se molesta si sabe que la respuesta va a ser 'no'?

Es molesto tener que huir de una persona, por el simple hecho de que hoy no desayuné ni almorcé. Y yo no vivo sin la comida. Mi estómago ruge y duele, y me apetece chocolate.

Se podría decir que llevo todo el día amargada y encerrada en mi habitación sólo para no tener que enfrentarme cara a cara con Potter.

Los años anteriores esto me ha importado poco, pero este año es todo distinto por esa maldita apuesta.

Si acepto, sería como aceptar que me gusta, cuando claramente no es así. Y si no lo hago, me tendré que quedar otro día mas sola en la torre de Gryffindor, mientras mis amigas y demás asisten al baile.

Estoy un 70% segura de que Nymphadora y Remus irán al baile juntos. Y luego, estoy un 110% segura de que Chloe ya ha encontrado una pareja.

Le estoy dando demasiada importancia a algo que no lo tiene. Debería salir ya de aquí e ir a por algo de comer, sino moriré de hambre. El problema es que no tengo el mapa del merodeador y seguro que en ese pergamino hay un pasadizo o alguna clave para llegar hasta las cocinas.

Sin saber que hacer, y con el estómago rugiendo la quinta sinfonía de Beethoven, me dispongo a salir de mi habitación.

En la Sala Común hay varias personas, pero, por suerte, no logro encontrar ningun merodeador merodeando por allí.

Recorro durante un rato los pasillos de Hogwarts, subo y bajo escaleras, doblo pasillos y me cruzo con varios alumnos. Intento entrar en el Gran Comedor, pero como me esperaba, esta cerrado.

Sólo me quedan dos opciones:
1)Volver a mi habitación, lo que impica más posibilidades de cruzarme con Potter.
2)Sentarme y esperar a que abran la sala para ser la primera en cenar.

Ninguna de las dos me parece buena. La primera impica tener que rechazar a James, y por alguna extraña razón no quiero hacerle sentir mal. Y la segunda implica que se me canse el culo de estar cuatro horas sentada en frente de una puerta cerrada.

Sigo debatiendo conmigo misma que debo hacer, justo cuando escucho unas voces a lo lejos pero muy conocidas.

Sin dudarlo, me escondo detrás de una columna y agudizo el oído para escuchar sus conversaciones.

Cotilla.

No soy cotilla, sólo soy... curiosa.

— ¿Y con quién se supone que irás?

— Todavía no he podido pedírselo a Evans.

—¿Por qué sigues insistiendo si sabes que no va a aceptar?

—No pierdo nada en intentarlo, además, tengo la acorazonada de que este año dirá que sí.

—Tus acorazonadas son una mierda, Cornamenta. Todos los años dices lo mismo y ella sigue pasando de ti.

—Lo sé, Canuto. Pero, vuelvo a repetir, no pierdo nada en seguir intentándolo.

—Yo si fuera tú, ya se lo habría pedido a otra...

Y ahí fue cuando dejé de escuchar la conversación, ya que estaban demasiado lejos.

...

Al final, he decidido si aparecer a la hora de la cena, sólo por mi salud, pero me he puesto la meta de ignorar a Potter lo máximo posible.

Por suerte, y demasiado extraño, los merodeadores hoy se han sentado apartados de nosotras. Creo que mi cara de alegria al verlos lejos de nuestro sitio fue épica según escuché de parte de Chloe. Los merodeadores habían decidido sentarse lejos de nosotras para que las chicas no crean que hemos sido invitados por ellos. En resumen, que el único que ideó aquello fue Sirius, ya que Remus se notaba a distancia que quería ir con Nymphadora y Potter quería invitarme a mí, muy a mi pesar.

La comida para mí fue muy incómoda. Potter estuvo observándome a distancia y yo nopude evitar que nuestras miradas se cruzasen más de una vez. Pero vamos, me sentía observada y necesitaba hacer algo al respecto, por lo tanto estuve fulminándole.

Al terminar la cena, cuando estaba a punto de salir del comedor. Siento que alguien me tira del brazo y tapa mi boca para no poder hablar. Mis amigas, que van más adelante, no se percatan de mi actual secuestro así que siguen caminando. Intento alcanzar la varita pero me es imposible ya que mis manos se escuentran aprisionadas.

Me arrastran hasta un pasillo intramsitado y allí es cuando por din me sueltan.

Enfurezco aún más cuando veo al idiota de Potter con una estúpida sonrisa parado  en frente mía.

—¡Eres un...!

—¡Ven conmigo al baile!

—No.

—Sí.

—No.

—Sí.

—No.

—No.

—Sí.

—¡Acabas de aceptar! ¡Lily Evans acaba de aceptar ir al baile conmigo!

—Eso es trampa, ¡Me has engañado para que acepte!

—Me da igual. Tu ya vienes al baile conmigo sí o sí. —y dicho esto, James desaparece por el pasillo dando saltos.

Por las barbas de Merlín...

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Les debo una explicación jejeje. Es que tengo muchos exámenes y apenas tengo tiempo de abrir wattpad para escribir. Intentaré subir más seguido pero no prometo nada. -.-

Nox!

Adioó.