30 días para enamorarme (Jily) (Editando) #MundialesQD2018

Día 18: 'Chaqueta'.

Ayer me propuse construir un muro invisible entre James y yo. Un muro alto y de cemento, que por muchos golpes que sufra y por muchas veces que alguien intenté atravesarlo, nunca llegue a romperse. Las cosas entre los dos han cambiado drásticamente. Ya no peleamos como al principio de curso y esta mañana en el desayuno hemos estado más callados de lo normal y muy tensos. Parece ser que aquel baile ha hecho un cambio en nuestra relación, pero la pregunta es... ¿Para bien o para mal?

Me gustaría que todo volviese a la normalidad, James y yo peleando a cada segundo, Nymphadora sonrojándose cada vez que Remus le hablaba y Chloe replicando todo lo que Sirius decía. Sip, sin duda esa es la normalidad que yo quería recuperar.

Sin embargo ahora todo está descolocado. Nymphadora se niega a ver a Remus, ya que sigue decepcionada porque no le invitó al baile. No se que demonios ha pasado entre Chloe y Sirius pero no siquiera se lanzan una mirada de odio, simplemente se ignoran mutuamente.

Bueno, y yo ahora mismo me veo con la chaqueta de James en mis manos. ¿Qué demonios iba a hacer con ella? Sé que debería devolvérsela, pero me da tanta vergüenza acercarme a él que siempre acabo huyendo antes de dársela. Está mañana, nada más verle, la imagen de él saltando al estúpido lago me inundó los pensamientos. Y eso está muy, muy, mal porque si no paro esto puede que vaya a más y yo no pienso perder la maldita apuesta. Entre él y yo no hay química. Punto y final.

Doy varias vueltas por el cuarto mientras debato internamente el dilema de la chaqueta. Tal vez, podría obligar a Nymphadora a devolvérsela de mi parte. O tal vez a Chloe. No, seguro que mi bipolar amiga enloquecería al verme con la chaqueta de Potter. Y tampoco quiero meter a Nymphadora en este tema, ya que la pobre está últimamente muy indignada por ver a Remus con otra en el baile.

Estúpido baile. Sólo ha conseguido complicar las cosas. ¡Ni los merodeadores se sientan a comer ya con nosotras! Y mira que sólo ha pasado un día... pero me he mentalizado de que todo aquello pasó hace años y que yo nunca acepté ir al baile con Potter. Ha sido un proceso corto, ya que soy una cabezota persistente que hasta que no consigue lo que quiere no deja las cosas.

Cansada ya de mi indecisión, decido que es hora de devolvérsela aunque no quiera. Tal vez podría dejarla en el suelo e irme antes de que abrieran la puerta. O simplemente dejarla allí tirada y cuando alguno de ellos saliera la cogiera. Lo que tenía claro, era que no quería encontrarme con James.

Antes cruzarme con él era un continúo dolor de cabeza asegurado. Sin embargo, ahora lo único que sería capaz de sentir, serían mis pies corriendo lejos de él. Maldigo el momento en el que Potter me dejó si chaqueta.

Tú siempre maldices todo.

Salgo de mi habitación sin formar ruido y cierro la puerta lentamente cuando veo que ningún merodeador anda cerca merodeando. Gracias a ese mapa, cualquiera de ellos cuatro puede llegar aquí fácilmente ya que el hechizo está justo al principio de las escaleras de las chicas. Me parece un poco absurdo que en la de los chicos no haya nada para prevenir ya que cualquier chica puede ir en cualquier momento. Supongo que será porque confiarán en nosotras o yo que sé. No lo veo en parte justo para ellos, pero meh. 

Dejo mis divagues sobre las escaleras y me asomo con cuidado a la Sala Común. Para mi mala suerte, Peter y Sirius están allí sentados. Si no hubiera llegado a encontrarme con ninguno de ellos hubiera empezado a creer que la suerte estaba por fin de mi parte. Pero al parecer nop. 
Consigo pasar sin ser delatada por culpa de mi torpeza, ya que casi tropiezo con el primer escalón de las escaleras contiguas. Si Sirius y Peter me hubieran llegado a ver con la chaqueta de James en mis manos sé que nunca más les podría mirar a los ojos, pero como no es el caso, me felicito internamente cuando llego a la puerta de estos. 
Tiro la chaqueta al suelo sin cuidado alguno y luego aporreo la puerta débilmente. Me giro corriendo pero como siempre mi torpeza no tarda en aparecer, y me doy de bruces contra el suelo. Muy inteligente de mi parte tropezarme con mis propios pies. Escucho como la puerta se abre cuando me estoy reincorporando del suelo. Un leve rubor se instala en mis mejillas y empiezo a murmurar y a pedir que por favor no sea Potter. Al parecer, la mala suerte está vez si ha estado de mi lado ya que Remus me mira entre asustado e intrigado. Sonrío inocente y bajo la mirada hacía el suelo para darle la chaqueta. ¿Por qué la chaqueta no está en el maldito suelo? 

—Lily, ¿por qué la chaqueta de James está colgando de tu falda? —está vez su expresión cambia totalmente. Alza ambas cejas y me mira sonriendo esperando una respuesta, la cual ni yo sé. 

Veo que una de las mangas se ha quedado enganchada con el cinturón de mi falda. Tiro de ella para apartarla pero esta no cede. Vuelvo a tirar y forcejear hasta que se suelta. Mi cara de horror aumenta al ver como parte de la tela aún sigue enganchada. ¡La he roto! ¡Oh, por las barbas de Merlín, James me va a matar! 

Me giro hacia Remus y alzo un dedo en forma de advertencia,— Ni una palabra de esto a Potter. 

—¿De qué no me puedo enterar? —dice una voz a mis espaldas demasiado conocida para mí. 

En ese momento, decido que es hora de escapar. Abrazo lo que queda de chaqueta y salgo corriendo hacia mi cuarto. Me cruzo con Sirius y Peter que están volviendo también a su habitación. No les hago caso cuando me preguntan que me ocurre. 

Antes de cerrar la puerta de mi habitación alcanzo a oír a Potter gritando: ¿¡Esa es mi chaqueta!?

Holaaaaaaa

Capítulo nuevo jejeje. Lo de los hechizos en las escaleras me lo he inventado. Sé que las escaleras tienen hechizos y eso pero  no sé si la tendrán ambas o sólo una. I don't Know. 

¿Os ha gustado el capítulo? 

Votad. Vuestros comentarios me hacen querer seguir escribiendo. Muchas gracias :)

#Adiooó