Dimensión

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Me desperté y ví que tenía puesta la chaqueta del traje de Slenderman, me acordé de todo lo que pasó ayer en la noche y me sonrojé.

¿¡Cómo cojones accedí a hacer esto!?

La hora de mi móvil —Aún con batería, un 3% para ser exactos — marcaban las seis de la mañana.

Aún era muy temprano.

Cerré mis ojos para poder conciliar el sueño pero sentí que abrían la puerta de mi habitación y me alarmé.

Me hice la dormida.

Una mano fría tocó mi hombro, era blanca como la de Slenderman, espera un momento...

¿Qué hacía Slenderman en mi cuarto?

Estaba quitándome la chaqueta... Tal vez la necesitaba pero ¡Yo debajo de ésta solo tenía puesta mi ropa interior!

—Vaya, que sorpresa...

Un momento... Esa voz ¿No era la de Offenderman?

¡Offenderman!

Abrí mis ojos y me giré hacia él.

—¿Qué pretendes hacer? —Pregunté.

—Disfrutar —Respondió sin más.

Me aferré a la chaqueta mientras él estaba tirando de ésta.

Lo único que podía hacer en estos momentos era gritar y eso hice.

Grité a todo pulmón.

De repente alguien abre la puerta, menos mal que era Slenderman pues imagino que es el único que me podría ayudar a quitarme a Offenderman de encima.

—¡Tío! ¡Suelta a Kat ahora mismo! —Ordenó.

Él dirigió su vista a su sobrino y me soltó.

¿Todos aquí hacen lo que Slenderman les ordena? ¿Incluso su propio tío?

—Sobrino, ¿Por qué siempre haces lo mismo? ¿No sabes lo que sufro yo sin hacer esto? —Se quejó Offenderman.

—Que yo sepa lo hiciste hace media hora en un club —Dijo Slenderman.

—¿Cómo lo sabes? —Preguntó su tío.

—Yo lo sé todo y más si se trata de tí —Espetó Slenderman.

Offenderman bajó la cabeza y se fue de mi cuarto un poco enfadado.

Slenderman y yo nos miramos.

—Kat, necesito la chaqueta —Pidió.

Yo me percaté que aún la tenía puesta —por suerte— y me sonrojé involuntariamente.

—Sí, claro... Esto... ¿Puedes irte? —Pregunté.

—¿Por qué?

—Es que yo... Estoy en ropa interior —Dije.

Es mejor decirlo todo de golpe, porque de alguna forma u otra lo tendría que decir igualmente.

Slenderman se sonrojó y salió.

¿Se sonrojó?

...

Ya me había puesto ropa nueva, un vestido rosa claro de vuelo que me dejó, bueno, me regaló Jane pues según ella, siempre se vestía de negro.

La verdad es que me quedaba muy bien.

Busqué a Slenderman con su chaqueta en la mano para devolvérsela pero no lo encontré así que seguro que estaba en su despacho.

Toqué la puerta y se escuchó un pase así que pasé.

Another Way 『Slenderman』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora