Vulnerable

2.1K 264 52
                                    


Aunque Nina me haya contado el triste pasado de Slenderman, me gustaría que el me lo contara con sus palabras, me gustaría animarlo de alguna forma.

Cuando todos estaban haciendo cosas rutinarias fui al despacho de Slenderman. Llamé y él dijo «pase» así que eso hice.

—Hola Slender —Saludé.

—Hola Katherin —Carraspeó —Y llámame Slenderman, por favor.

Me senté a su lado.

—¿Por qué no quieres que te llame Slender? —Pregunté.

—Porque mi nombre no es Slender, es Slenderman —Explicó frío.

—Pero es un diminutivo cariñoso... No hay nada de malo en eso.

—No quiero cursilería alguna —Dijo negando con la cabeza.

—Pues tú llámame Kat, no Katherin porque a mí si me gustan las "cursilerías" —Hice comillas con mis dedos.

—Está bien. Por cierto, ¿Para qué has venido? —Preguntó.

—¡Es verdad! Casi se me olvidaba... Quiero... Sólo si tu quieres... Que me cuentes tu pasado —Expliqué.

Slenderman me miró y giró todo su delgado cuerpo hacia mí, gracias a su silla giratoria.

—¿Mi... Pasado? —Preguntó extrañado.

Asentí con la cabeza.

—Sí... Siento curiosidad.

—El pasado es el pasado... Y yo ya no lo quiero recordar.

—Pero Slender ¡Dijiste que podías contármelo en privado! —Exclamé.

Slenderman pareció pensárselo.

—Tienes razón, lo haré pero con una condición.

—¿Cuál? —Pregunté interesada.

—Dejarás de decirme "Slender".

—Trato hecho —Respondí y sonreí.

Slenderman asintió con la cabeza y comenzó a contarme su pasado.

—Yo era un chico muy poco sociable y no tenía amigos. Tampoco tenía una relación buena con mis padres... La mayoría de mi vida siempre he estado solo y a nadie nunca le había importado. Un día me levanté de mi cama con un pensamiento; acabar con este sufrimiento. Así que agarré una soga y una silla y me la puse por el cuello una vez que me subí en la silla pero antes de saltar, un hombre con pinta de loco me dijo que no hiciera eso, me prometió una vida mejor. Yo no le creí y le dije que se fuera así que intentó secuestrarme, como yo no me dejaba tan fácilmente me inyectó algo... No sé lo que era pero me dejó dormido en muy poco tiempo. Al despertarme no podía moverme. Me tenían atado y justo a mi lado estaba ese hombre loco, resultaba que era científico y quería hacer una cosa con mi cuerpo, no sabía exactamente qué era. Yo le gritaba que me soltara pero era en vano, tiró de una palanca y... Ya no recordé nada más. Al despertarme no me sentía yo... Busqué ayuda pero la gente corría atemorizada de mí, yo no sabía por qué pero más tarde me di cuenta, no tenía cara y cada vez me estaba volviendo más alto, después sentí unos tentáculos salir de mi cuerpo y... —Slenderman dejó de hablar por un momento —Y pasaron cosas muy malas, por eso es que estoy en esta dimensión, para estar a salvo y para que nadie se asuste al verme.

Así que antes de "ser un monstruo" se sentía como uno, se sentía solo y para colmo le hicieron esto, lo que se hizo sentir más solo aún. Escuchar la historia por parte de él era aún más triste, podía sentir su dolor.

—Lo... Lo siento —Era lo único que pudo salir de mi boca.

—No lo sientas, yo ya me olvidé de eso, hay que olvidarlo, es lo mejor.

Yo sabía que él se sentía aún triste y no quería que se sintiera así. Me acerqué a él y lo abracé.

Al principio se exaltó pues no se lo esperó pero después me abrazó de vuelta.

Se veía vulnerable y estoy segura de que se sentía vulnerable. Si le hubiera abrazado en otro momento me hubiera apartado.

De repente llamaron a la puerta y yo me separé de él. Se le veía colorado, no sabía exactamente por qué pero creo que era porque se sentía un poco avergonzado.

Slenderman carraspeó.

—Pase —Ordenó.

Abrieron la puerta, se trataba de Masky quien venía quejándose, cabreado.

—¡Slenderman! ¡Dile a Toby que me deje en paz! ¡Siempre está "Masky, Masky, Masky..." y ya no lo soporto más! ¡Es como un dolor en el culo! —Exclamó, luego me observó —Ah... Hola, Kat.

—Hola, Masky —Saludé y le sonreí.

—Creía que Slenderman estaba solo ¿Estaba interrumpiendo algo? —Preguntó avergonzado.

—¡No que va! Yo... Yo ya me iba —Respondí y me despedí de ellos dos, luego salí del despacho.

Fui al cuarto de Nina, por suerte ella estaba allí.

—kat, ¿Qué ocurre? —Preguntó.

Me senté en su cama.

—Slenderman me ha contado su pasado... Es... ¡Es muy triste! —Exclamé.

—Lo sé —Respondió.

—El tono en el que me lo contaba... Parece que no le preocupa pero realmente le sigue preocupando. Sentía que tenía que abrazarlo y lo hice. Lógicamente, me correspondió. Estaba como... Vacío y eso era lo único que podía ofrecerle, quería decirle que podía confiar en mí para todo pero antes de abrir mi boca, Masky nos interrumpió —Respondí un poco triste.

—Que mal... Podría haber pasado algo en ese instante...

—¿A qué te refieres? Espero que no sea lo que pienso, porque...

—¿Cómo que esperas a que no sea lo que piensas? Es exactamente eso, recuerda el plan —Me interrumpió Nina.

—¡No! Eso empeoraría el plan... Si está con la guardia baja, no lo hace porque quisiera sino porque, de alguna manera, lo necesitara y después seguro que se avergonzaría y quisiera olvidarlo y nuestra relación podría ser más fría que antes, haciendo el plan aún más difícil —Expliqué.

Nina se veía pensativa después de haber dado mi opinión.

—Quizás tengas razón o quizás no, ya sabes, a veces ocurren cosas impredecibles —Opinó Nina y me guiñó un ojo.

Yo me ruboricé.

Another Way 『Slenderman』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora