Another Way 『Slenderman』

Veneno

Cerré los ojos por un largo tiempo, para así aminorar el dolor, pero este no se iba.

¿Estará relacionado con la salida de ayer?

Me levanté finalmente y me hice una coleta.

Slenderman entró en la habitación sin llamar.

—Aquí tienes el desayuno —Dijo mientras me entregaba un vaso de leche con galletas.

Me puse enfrente de él con los brazos cruzados.

—Deberías llamar antes de entrar, podría estar desnuda ¿Sabes? —Le hice saber, mientras arrugaba las cejas.

Slenderman gira su rostro hacia mí.

—Ese es tu problema —Dijo y se fue rápidamente.

—Estúpido —Susurré.

...

Mi cabeza seguía doliendo horrores, pero esta vez con más intensidad.

Me senté en la cama mientras agarraba mi cabeza. Estaba sudando y mi tobillo estaba aún más hinchado, apenas podía plantar mi pie en el suelo.

Estaba un poco asustada, bueno, demasiado asustada, no sabía qué me pasaba y el desconocimiento era lo que me ponía más nerviosa aún.

¿Que se supone que debería hacer? No podía salir de aquí y no quiero pedir ayuda a Slenderman, no quiero darle más problemas o que me odie aún más porque tenga siempre que hacer el papel de héroe conmigo. Siempre he sido una mujer independiente y fuerte, pero este dolor no solo de tobillo sino también de cabeza... Era extremadamente insoportable, no sabía cuánto tiempo podría aguantar así.

La puerta se abre, creía que era Slenderman pero sin embargo se trataba de Ben, que se asustó al verme.

—¿Qué pasa? —Pregunté preocupada.

—Kat... Tu rostro... Está blanco. ¿Te encuentras bien? —Preguntó preocupado mientras se acercaba a mí lentamente.

Suspiré y le observé.

—No sé qué me pasa Ben, me encuentro mal. Me duele la cabeza y el tobillo, estoy... Sudando por todas partes...

—¡Llamaré a Slenderman! —Exclamó y me dio la espalda para salir a buscarle.

Le agarré de la mano rápidamente.

—¡No! No quiero que se entere, no quiero agobiarlo más.

Ben me agarró la cara con fuerza.

—Kat, no quiero que seas tan terca, voy a llamar a Slenderman, porque me importas y se que si te dejo así de esta forma y te pasa algo, no me lo voy a poder perdonar en la vida, así que no te voy a escuchar y voy a hacer lo que la razón me dice.

Hice un amago de sonrisa cuando alguien irrumpe en la habitación.

—¡Qué pasa aquí! ¡Ben, ¿Cómo has entrado!? —Exclamó Slenderman.

Ben se giró hacia el.

—¡Katherine se encuentra mal, Slenderman! —Exclamó él.

Slenderman me observó y se acercó a mí rápidamente.

—Espero que esto no sea una broma, Katherine —Dijo y se giró hacia Ben.

—Tú, vete. Luego hablaremos —Ordenó.

—Pero...

—¡No hay peros! —Exclamó enfurecido y Ben se fue rápidamente.

Pobre Ben...