Puppeter

2.1K 273 118
                                    

A la mañana siguiente bajé a desayunar y me encontré solo a Ben y a Masky jugando videojuegos.

Me acerqué a ellos.

—¿A qué juegan? —Pregunté.

—A un juego —Respondió obvio Ben.

—Ya sé que es a un juego, tonto. Pero quiero saber de qué se trata —Respondí.

—Trata sobre matar zombies —Respondió esta vez Masky.

—Woah... Que divertido —Respondí demostrando lo contrario a mis palabras —Por cierto ¿Cómo es que estás jugando tú, Masky? Eso no es muy propio de tí —Respondí.

Masky se encogió de hombros.

—Tampoco es propio de Slenderman dar abrazos y sin embargo ayer los ví abrazándose —Respondió sin importancia.

Ben me miró y yo me ruboricé.

—¿En serio hiciste eso? —Preguntó.

—Sí, claro... Se sentía mal y lo consolé —Me encogí de hombros.

—Que raro... —Respondió Ben para sí mismo.

—¡Mira la pantalla o perderás! —Exclamé aún ruborizada para que deje de pensar en eso y se concentre en el juego. Y eso hizo.

Suspiré y me fui a la cocina para buscar algo como desayuno.

Cuando lo encontré me senté en la mesa para comérmelo y justo bajó Nina feliz.

—¡Buenos días, Kat! —Saludó.

—¡Buenos días! —Saludé de vuelta.

—¿Por qué tan feliz? —Pregunté.

Nina me miró atónita.

—¿No te acuerdas, Kat? —Preguntó y yo negué —¿En serio? —Volví a negar y Nina puso los ojos en blanco —¡Hoy nos quitan el castigo! —Exclamó.

Cuando escuché eso me di una bofetada y luego me quejé por eso, Nina sin embargo se rió.

—¡No me acordaba! —Exclamé sobándome la zona dolorida.

—No hace falta que me lo digas —Respondió Nina cruzándose de brazos.

—¿Y si salimos hoy? —Pregunté.

Nina me observó.

—Claro ¿Se lo preguntas tú? —Pidió.

—¿Qué?

—Que le preguntes a Slenderman si podemos salir —Explicó.

Hice un puchero.

—¿Yo? ¿Por qué?

—Porque contigo tiene mucha confianza —Respondió picarona Nina mientras me daba codazos.

—¡Ay, para! —Exclamé y ella paró de hacerlo, inhalé y exhalé con fuerza —Está bien, se lo diré yo. ¿A qué hora saldremos?

Nina pensó.

—A las cinco ¿Te parece bien?

—Perfecto —Respondí y sonreí.

...

El reloj de la pared marcaban las cinco menos diez, me di prisa y corrí hacia el despacho de Slenderman. Llamé dos veces y él me dio permiso para pasar, abrí la puerta y me lo encontré sentado, mirando hacia la nada.

Me acerqué a él y carraspeé, él me miró.

—Recuerdas... ¿Qué día es hoy? —Pregunté.

Another Way 『Slenderman』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora