Desde que peleé con Slenderman y me pilló, no me ha quitado ojo de encima. Ha estado cuidándome todo el tiempo y para ser sincera, lo odiaba.
Ya ha hecho el papel de médico varias veces conmigo y culpa de eso, mis sentimientos hacia él iban creciendo. Me hacía ideas falsas creyendo que se preocupaba por mí porque sentía almenos un poco de lo que yo sentía hacia él, pero no era ni de lejos lo que creía. Sólo me veía como una más, como Eyeless, Hoodie, Helen, Jane... Y eso era lo más triste.
—Slenderman, por favor, déjame sola —Exigí mientras entró por décima vez para comprobar mi fiebre.
Slenderman suspiró.
—Está bien, pero volveré aquí en media hora —Dijo para luego irse.
Cuando se fue por la puerta, me sentí más calmada.
Miré por la ventana como el sol se iba escondiendo creando un color rojizo en el cielo, hermoso.
Nunca pensé decir esto, pero echo de menos mi cuidad y mi trabajo, mis compañeros, tomar un café, ser una negada del amor y adoptar un perro.
Sí, estuve pensando por un tiempo adoptar uno.
Quiero llamarle "puppy", sí, muy original.
De repente la puerta se abrió y estuve apunto de girar la cabeza para decirle a Slenderman que se calmase, que no me iba a pasar nada malo pero no era Slenderman quien se encontraba aquí.
—Tengo que hablar contigo —Dijo Mike.
Suspiré.
—Qué haces aquí —Dije con asco.
Agarró una silla y se sentó a mi lado.
—¿Qué hace una humana como tú aquí? —Preguntó.
Su pregunta me dejó desconcertada.
—¿Y tú? —Quise saber.
—He preguntado primero —Dijo tosco.
—Pues para serte sincera, ni yo misma lo se. Tiré por un atajo una vez después del trabajo y ya no pude volver. Dicen que esto es otra dimensión y que con ayuda, se puede salir pero en mi caso, es un poco imposible —Respondí —¿Y tú?
Aquel hombre se quedó pensando un rato, o quizás analizando la situación. No sabía por qué me hablaba de buenas formas en este instante.
—Que extraño... Normalmente se puede entrar y salir fácilmente. Por supuesto no es como si todo el mundo pueda hacerlo, porque el portal está en un sitio bastante escondido, pero me resulta extraño que no puedas... Bueno, en mi caso, conozco a Slenderman desde que tenía ocho años. Una vez estaba jugando con unos amigos, no se qué pasó pero de repente un coche estaba apunto de atropellarme y, después de eso no me acordaba de nada. Sólo sé que desperté en medio del bosque y él me explicó que me había salvado. Entonces hicimos un pacto, él no me iba a hacer daño si yo le proporcionaba novedades del exterior y a cambio él siempre me ayudaría en lo que fuese posible. Nuestra amistad se forjó con los años, y nada ni nadie puede romperla ahora —Dijo enfatizando la última frase.
Tragué saliva.
—Oh... Vaya... No sabía eso —Fue lo único que respondí. No sabía que Slenderman tenía una amistad de la Tierra.
—Exacto, tú no sabes nada acerca de Slenderman... ¿Como te puede gustar alguien a quien ni siquiera conoces? —Me juzgó.
Carraspeé.
—No te metas en asuntos agenos, Mick... A mí no me gusta Slenderman —Mentí.
—Mi nombre es Mike, cariño... Pero bueno me da igual... Respecto a tus sentimientos, haces bien, yo tampoco saldría con alguien que vive eternamente. Imaginate que vives toda una eternidad y tengas que enamorarte de alguien, sería muy duro, ¿Verdad? Pero bueno, como no sientes nada por él, no hay de qué preocuparse —Explicó.
Odiaba reconocerlo pero aquel hombre tenía razón. ¿Que hice intentando enamorar a Slenderman? Si después empezábamos a ser algo... ¿Hasta donde quedaría?
—Así es —Respondí no del todo segura.
Aquel hombre río por lo bajo.
—De todas formas... Si te encuentras mejor, puedo enseñarte como volver a tu dimensión —Explicó.
Me erguí en mi cama.
—¿En serio? —Pregunté sin creerlo.
—Por supuesto, cariño... Mañana me voy de aquí, pero vuelvo dentro de tres días, si estás interesada en mi oferta, te estaré esperando —Dijo para levantarse y dirigirse a la puerta —Y por cierto, olvídate de Slenderman, en serio. No vale la pena.
Ese hombre tenía razón, debería olvidarme de Slenderman. Él no siente lo mismo por mí, además como dijo, es inmortal, no podría tener una relación conmigo. Lo mejor es que vuelva a mi piso, con mi trabajo y mi perrito.
A los diez minutos regresa Slenderman y me pregunta cómo estoy, mientras me toca la frente para saber si tengo fiebre. Una corriente eléctrica corrió por todo mi cuerpo ante su tacto.
Dios... Me va a costar olvidarle.—Me encuentro bien, estoy un poco cansada pero no me siento mal —Respondí.
—Está bien... ¿Tienes ganas de ir al baño? —Preguntó.
—No, y si tuviese, puedo ir sola, Slenderman, tengo piernas —Respondí.
—Pero estás mal, no puedes sobreesforzarte.
Me reí.
—Caminar no es sobreesforzarme.
—Si lo es —Asintió.
Suspiré.
—De todas formas... ¿Por qué me estás cuidando tan efusivamente si no te importo? Soy una adulta, Slenderman, sé cuidarme por mí sola —Expliqué cansada de que me tratase tan bien, que se me derretía hasta el alma.
No podía pensar si estaba todo el tiempo cerca de mí.
—Porque me importas —Respondió, y pude ver un atisbo de sonrojo en su rostro. ¿Por qué se sonroja? ¿Será que...? No, no, Katherine, no te hagas ilusiones de nuevo como una tonta —Como me importan todos los que habitan en esta cabaña. —Finalizó rápidamente luego de darse cuenta del significado.
Suspiré.
—Lo sé, Slenderman, pero, déjame respirar. No puedo siquiera pestañear bien si estás cerca de mí —Expliqué. A estas alturas me daba igual explicarle cómo me sentía, era una estupidez decirle que no soportaba su presencia o que me dejase en paz porque me sentía extraña con él siempre a mi lado, puesto que sabía exactamente mis sentimientos hacia él. Quizás así le incomode más y se fuese.
Pero su respuesta fue desconcertante, incluso para él.
—Da igual, me gusta ver cuándo te sonrojas —Explico y le observé con desconcierto, luego carraspeó y se abrochó mejor su corbata —Quiero decir, estás muy pálida, más de lo normal y me preocupa, así que ver un poco de color en tu cara me gusta más.
Dicho esto se fue.
Su extraño comportamiento me dejó pensando por un largo tiempo.
No, es imposible que él esté empezando a sentir cosas. Es Slenderman, y por eso mismo, por qué es Slenderman yo tampoco debería hacerme ilusiones. Quizás acepte la oferta de Mike.
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Another Way 『Slenderman』
RomanceNo sabía dónde me encontraba. Estaba en aquél bosque el cual cogí como atajo para llegar a mi casa, pero no recordaba que fuera tan largo. Parecía... Infinito. ¿Dónde me encontraba? ¿No era este el bosque que estaba cerca de mi casa? ¿O acaso me cof...