Eres Lo Que Necesito | Aguslina

23- Un problema de señal

Habían llegado hace un rato, su padre la obligó a recorrer un largo camino de saludos, no conocía a nadie pero trataba de parecer simpática.
Tomaron asiento en cuanto le indicaron la mesa en la que comerían, seguía siendo una extraña.
El lugar era muy bonito, una linda y enorme casa de campo.

-Ahora vuelvo papá - se levantó de la mesa disculpandose con todos.
No soportaba más ese ambiente, la política no era un tema de conversación que no le agradaba.
Camino por los alrededores observando todo, apreciando la naturaleza y los sonidos de ésta.

-¿Carolina?- una voz a sus espaldas la sobresalto. Jamás pensó encontrarlo justo aquí - Perdón no quería asustarte- se acercó a ella.

-No pasa nada- sonrió -¿Qué haces aquí?- estaba sorprendida de verlo.

-Acompaño a mi padre, una reunión de politicos- se paró a su lado- ¿Vos bailarina? ¿Qué haces aquí?- le preguntó.

-También acompaño a mi padre él es.... el gobernador y...- siempre le costó decirlo.

-¿En serio?- estaba sorprendido -Nunca me lo hubiese imaginado- sonrió. El teléfono de Carolina sonó y recibió un WhatsApp- Tenés suerte, aquí hay poca señal- desbloqueo su teléfono y sonrió con tan sólo leerlo- Que carita che-

-Tenés razón no tengo nada de señal- miró decepcionada su celular- Creo que lo voy a responder cuando llegue a casa- guardó su celular.

-¿Y quién era? Por la sonrisa que pusiste es alguien especial- Maxi era esos típicos chicos amigables y confianzudos.

-Si... Era alguien especial - él le caía muy bien pero, todavía no se sentía cómoda para contarle su vida.

Volvieron a la reunión cuando estaban por servir el postre y pasaron el resto del día juntos. Ambos estaban aliviados de no tener que pasar el momento en soledad.

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-Hijo mira esa cara que tenés, ya te dije que no te desveles, te puede hacer mal- la madre de Agustín lo regañaba en la mesa.

-Siempre tú de metiche, déjalo- Miguel, su tío, intervino.

-Yo creo que ni se le nota el desvelo tía- Karol apoyaba a su primo quien estaba en otro mundo al parecer.

-Está familia, siempre discutiendo en la mesa- Mónica llegaba con los fideos del domingo.

-¿Te sucede algo?- Karol preguntó en susurro para que nadie los escuchará.

-No...- Agustín miraba al piso- Bueno si... Carolina no respondió mi mensaje- Karol sonrió.

-Ya va a contestar, no te apures mi rey- trataba de traquilizarlo.

-Me dejó en visto- tenía que admitirlo un poco preocupado estaba.

-¡Ay si que eres pesado! Debe de estar ocupada o sin señal- Agustín no podía estar preocupado por eso, hacía más drama que una mujer- Ya te contestará- se levantó a servir la comida en su plato y dio por cerrada la charla.

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Ruggero, como nunca, decidió visitar a su amigo un domingo. Algo sospechoso para Agustín, pero realmente no tenía cabeza para pensar en eso.

-Bueno ¿Porqué traes esa cara?- le preguntó Ruggero cuando se disponían a preparar la merienda - ¿No te agrada mi visita?-

-No es por ti Rugge- Karol comía dulce de leche con una cuchara, se había vuelto fanática.