Cuando quiso darse cuenta estaba frente a la puerta de su casa. Entró sólo con un propósito, comprobar la verdad.
Irrumpió como un torbellino en la oficina de su padre y sin detenciones comenzó a tirar todo. No se iba a detener hasta no encontrar lo que buscaba. Y así lo hizo.
Una caja azul arriba de la biblioteca. Escarbo deseando que lo que acababa de enterarse fuese mentira. Pero no había vuelta atrás, las fotos, las cartas eran pruebas irrefutables.
Jorge:
Siento que no puedo seguir con ésta farsa, no puedo seguir viviendo en una burbuja, no puedo negar mis sentimientos. No te amo Jorge, necesito ser libre. Espero que puedas entenderme y algún día perdonarme. Me voy.
Mariana
"No insistas en buscarme, no tiene caso. Estoy lejos, pero soy feliz. Joaquín está conmigo. Se que a un hombre de tu posición, debe darle mucha impotencia ser abandonado, sobre todo con una hija que no es tuya. Perdón Jorge, es lo único que puedo decirte.
Mariana
¿Una hija que no es tuya? ¿Y eso que quería decir? ¿De quién hablaba?
Voy a escribir mi última carta. No voy a volver, eso es seguro. Joaquín insiste en buscar a Carolina, quiere conocer a su hija. Se que la deje a la deriva con vos, pero es lo mejor, vos podes darle una vida mejor a la que podríamos darle nosotros. Es decisión tuya, si no querés hacerte cargo de la pequeña estoy de acuerdo en que elijas su destino. Ambos merecemos empezar de cero. Espero que puedas entenderme.
Mariana.
Una de las tantas cartas que encontró. No podía más con su vida y lloro a mares tirada en el piso. Lloro como si así pudiese disminuir el dolor que sentía.
Se levantó aturdida, camino pesadamente hasta su habitación con la foto de Mariana "su madre" en manos. Cuando entró explotó.
Ahora estaba llena de ira, de bronca, de rabia, pero sobre todo de dolor. Miro las fotos sobre la repisa y por más que su rostro estuviera en ellas, no se reconocía. Ya no sabía quien era, porque estaba claro que Carolina Kopelioff no existía, estaba en el cuerpo de una desconocida.
Destrozó todo, tiro las fotos desconocidas, los adornos color magenta y rosa que eran los colores favoritos de alguien más, no dé ella; rompió los almohadones con forma de corazón, porque tampoco le pertenecían. Abrió su ropero y tiro toda su ropa, ropa que no era suya, que había elegido para Carolina Kopelioff, no para ella. Gritó, gritó con todas sus fuerzas y cayó destruida.
~¤~¤~¤~¤~¤~¤~¤~¤~¤~¤~¤~¤~
Agustín salió de su trabajo y se dirigió al hospital. Su prima lo esperaba allí, ambos decidieron pasar a ver a Caro y su padre.
Cuando llegaron encontraron sólo a Chiara, quien les comentó que la muchacha había salido a buscar a su tía. Pero la intuición de Agustín le indicaba algo más. Trató de llamar a Carolina pero no tuvo éxito.
-Ya calmate, de seguro está con Maia- Karol era positiva siempre.
-Hola niños- Maia apareció en escena. Traía una cara de preocupada.
-¿Y Caro?- Agustín ni siquiera saludo.
-No seas grosero niño- Karol lo golpeó en el brazo- Hola Mai- saludo con un beso a la madre de su amiga.
-Hola preciosa...- correspondió el saludo- Y Caro estaba aquí- miro a todos lados.
-Salió a buscarte Má- Chiara intervino.
-Entonces nos cruzamos, de seguro ya entra de nuevo- le sonrió a Agustín, pero eso no lo dejaba tranquilo.
-Si, seguro... mejor voy a buscarla así le digo que estás aquí- era terco, pero ésta vez había algo más.
-¡Ay ya enamorado! Vete a buscar a tu Julieta- Karol lo empujó fuera de la habitación provocando la risa de las otras dos mujeres.
~¤~¤~¤~¤~¤~¤~¤~¤~¤~¤~¤~
Agustín dio vueltas a la manzana como unas tres veces, pero no la encontraba. Cada paso que daba aumentaba su preocupación, tenía que encontrarla, algo en su interior le decía que ella lo necesitaba.
Un poco resignado sacó su celular con la intención de llamarla una vez más.
Uno... dos...tres... cuatro... y la llamada fue contestada.
-Caro- Agustín estaba aliviado- ¿Dónde estas? Estuve buscandote como una hora- pero del otro lado no había respuesta- ¿Hola? ¿Caro, estás ahí?-insistió.
-Agustín- una vocecita débil y temblorosa respondió.
-¿dónde estás? ¿Qué tienes?- inmediatamente percibió que no estaba bien.
-Estoy muriendo Agustín, ayudame- se desepero por completo al escucharla llorar.
-Tranquila, decime donde estás- se fue acercando hasta su moto.
-Estoy en una mentira... en mi casa de mentira... en la casa de Carolina- Agustín no entendía a que se refería.
-¿En tu casa? No te muevas... voy para allá- corto el teléfono y salió disparado. Ni siquiera le importó pasar los semáforos en rojo, le urigia llegar.
~¤~¤~¤~¤~¤~¤~¤~¤~¤~¤~¤~¤~¤~
La puerta de la entrada estaba abierta. Agustín comenzó a imaginarse miles de historias horrorosas.
-¡Caro!- entró a la casa- Caro ¿Dónde estás?- recorría con sigilo la vivienda. Observo la oficina de Jorge toda destruida y se preocupo aún más- ¡Caro!- continuaba llamándola. Subió hasta el segundo piso y encontró una puerta un poco abierta- ¿Estás a....- se sorprendió al ver la habitación de tal manera. En un rincón, enrollada como pelotita Carolina lloraba- Caro ¿Te hicieron algo.. que... que te pasó?- se arrodilló frente a ella y tomó su rostro en sus manos.
-Me destruyeron Agustín- y lo abrazó con fuerza mientras volvía a llorar. Él correspondió ese abrazo, en cierto punto le agradaba tenerla en sus brazos, le gustaba protegerla.
~¤~¤~¤~¤~¤~¤~¤~¤~¤~¤~¤~¤~
Hola mis leyentes 😊
Les dejo éste capítulo para no dejarlas tan intrigadas. Principalmente para la más ansiosa, que espera los capítulos bien loca jajaja agusxcarolove ya tranquila mujer, publiqué!!!
Espero que les guste. Besitos 😗😙😘😚
ESTÁS LEYENDO
Eres Lo Que Necesito | Aguslina
Fiksi PenggemarAgustín y Carolina viven sin saber que sus destinos están entrelazados, y que las circunstancias están a su favor. El amor nunca es fácil, pero con empeño puede surgir. "Se que encontré en vos mi amor eterno y el amor cuando es verdadero es eterno" ...