Eres Lo Que Necesito | Aguslina

45- Amiga nueva

Las lágrimas en sus mejillas, últimamente, eran muy comunes. Es que le tocaba pasar una tras otra. No se consideraba una persona fuerte en lo mínimo, era muy sensible e insegura, eso le jugaba muy en contra.

Cuando Agustín apareció sintió que quizás eso podría cambiar, que podría abrirse a la vida sin ser lastimada y sin sentir el rechazo ante su búsqueda de amor permanente. Con el se sentía amada, protegida, contenida, se sentía feliz... y ahora esa felicidad, esa sensación de sentirse completa que le daba él, se desvanecia frente a sus ojos. Lo irónico es que también era él quien la llenaba de los sentimientos más horribles.

-Caro, espera- Karol corrió tras ella, pero con la multitud de gente que entró la perdió de vista. Trató de buscarla pero se le hizo imposible.

Camino decidida a la puerta del salón donde todavía seguía su primo, está vez no tan pegado a Valentina como hacía un rato.

-¿Ya te vas? ¡Que bien! Adios- la ironía era su arma contra ella. Valentina la miró y con una sonrisa falsa decidió irse, no son antes prometerle a Agustín que lo vería después - Eres un grandísimo estupido- no era usual que ella actuará así, pero de verdad estaba furiosa con el.

-No empieces Karol, déjame tranquilo- quiso irse pero lo frenó.

-No arruines más las cosas, no podes mentirte Agustín- se iba calmando, sólo buscaba lo mejor para él. Al fin y al cabo es su primo y lo quiere.

-Yo no arruine nada, y te voy a pedir que no te metas en mi vida- de nuevo quiso escapar de ella, pero lo detuvo.

-Soy tu prima y te quiero ¿lo sabes?- el asintió- Se cuanto amas a Caro y se cuanto te ama ella- escuchar eso, que ella lo amaba, provocaba una corriente electrica por todo su cuerpo- No te mientas a ti mismo, no quieras obligarte a olvidar tus sentimientos-

-No hago eso- la interrumpió con su actitud de superado, de verdad que era muy orgulloso.

-Si lo haces mi Rey... y ahorita te digo que si no recapacitas voy a dejar peladas a todas la barbies que se te acerquen- ahora sonaba graciosa. Agustín rió y la abrazó, la quería tanto.

-¿Venís al ensayo hoy?- cambió de tema, no quería seguir, sabía que ella tenía razón y que terminaría por correr a buscar a Carolina.

-Claro que voy, tengo que vigilarte- el le sonrió- Ya sueltame que me tengo que ir- se apartó.

-¿A dónde vas? Tu clase es aquí- le dijo confundido.

-No voy a entrar hoy tengo que buscar a Caro- se moría por preguntarle que le pasaba, era notorio y ella le aclaró- Te vio en pleno beso con Valentina-

-¡¿Qué!?- y en ese momento se maldecio por haber hecho lo que hizo.

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Escucho que su amiga la llamaba, pero era lo que menos le importaba. Por ahí si corría y corría llegaría lejos, donde ya nada le importe ¿Quién no quiere escapar de sus problemas? No era valiente y no podía enfrentarlos mucho menos soportarlos, mejor huir como la cobarde orgullosa que era.

Corrió, caminó y terminó por sentarse en un banquito de una bonita plaza. No le importaba que tan lejos de su casa estuviera, menos como haría para regresar. Quería estar sola ¿O necesitaba la compañía de alguien? Ni si quiera eso podía decidir.

Observó todo a su alrededor. Su vida constaba de buenas y malas, más malas que buenas. Las cosas con Maxi se solucionaron y pudo recuperar su amistad, pero Agustín estaba muy lejos de perdonarla y lo entendía, era un ser horrible.