Eres Lo Que Necesito | Aguslina

7- Te dije que yo puedo

El resto de la semana pasó así, clases y  más clases. Pronto iban a realizar la muestra anual de las vacaciones de invierno por lo que unieron a los dos turnos para trabajar juntos. La mayoría eran chicos buenos y simpáticos, exceptuando a Valentina, ella si que era insoportable. Tenía aires de diva y se notaba a leguas lo falsa que era, bueno todos lo notaban menos Carolina, es que como Karol decía ella tenía tanta bondad.

-¡Cari!- era irritante el tono de voz que usaba, y esa forma de llamar a Caro irritaba mucho más.

-No te volteés, no te volteés- le susurraba Karol mientras caminaban a la salida. Pero su amiga no podía ser descortes y se giró a su encuentro.

-Me enteré que te anotaste para el papel principal- sonrió falsamente- Que sorpresa, tenes todas las posibilidades- Karol le insistió tres días seguidos a su amiga para que se anotara como protagonista, sabía que tenía talento y lo haría de maravilla.

-Bueno... Yo lo pensé mucho y... Voy a intentar- casi susurraba Carolina ¿Ya había dicho que hablar no era lo suyo?

-¡Ay que linda!- de nuevo la cara falsa que tanto odiaba Karol- Yo también voy a intentar, suerte y que gane la mejor nena- si seguía viendo su cara iba a estallar por lo que tuvo que intervenir.

-No necesita suerte fíjate mi amiga aquí es la mejor- estaba irritada- Pero gracias de todos modos eh, ya nos vamos- le dedico una sonrisa como las que acostumbraba a usar y sacó a Carolina casi a los empujones- Esa niña si que me molesta- jamás había escuchado a su amiga así.

-Sólo quiso ser amable... eso es todo- siempre Carolina tan buena.

-Tú estás ciega neta... ni crea que te va a asustar tu eres la mejor- rió negando las ocurrencias de su amiga cuando las interrumpieron.

-Karol ya llegó tu papá para llevarnos- era Agustín. Estuvo toda la semana ignorandola quién sabe porque. No eran amigos pero creía que podían llevarse bien.

-Si ahorita salimos- cargó su bolso al hombro- Date prisa Caro, ya sabes que no le agrada la esperar- rió su amiga. Él padre de Karol se ofreció a llevar a Carolina a casa luego de los ensayos, su esposa y él quedaron facinados con lo buena muchacha que era.

-Eh... Yo mejor me voy sola- no quería compartir lugar con Agustín, el no estaba mencionado cuando aceptó que la llevarán y aún la ponía muy nerviosa. Lo miró tímidamente y su amiga comprendió lo que sucedía.

-Sola mis calzones, tú te vienes con nosotros. ¿No Agus?- miró a su primo quién también parecía incómodo con la situación y sólo respondió elevando los hombros.

~¤~¤~¤~¤~¤~¤~¤~¤~¤~¤~¤~¤~¤~¤~¤~

Después de esa incómoda situación en el auto, cuando tuvo que compartir el asiento con Carolina, Agustín no volvió a verla. Salió el fin de semana con algunas chicas y se sentía bien. El galán todavía vivía.

El miércoles tuvo que caminar sólo al Instituto ya que su prima todavía seguía enferma, al parecer una gripe la tenía en cama durante estos tres días. Caminaba hacia la salida cuando la vio a lo lejos. Completamente cargada. Llevaba libros, un bolso y sus zapatillas, no podía recoger nada más entre sus manos. Sonrió con tan sólo ver su cara de esfuerzo por que nada cayera, un esfuerzo que pareció no ser suficiente porque todo pasó de sus manos al suelo. De verdad que ella era muy torpe, pero aún así era una excelente bailarina, o eso decían.

-Te ayudo- no pudo con su genio y tuvo que acercarse a socorrerla. Se agachó a recoger unos papeles mientras que ella guardaba las cosas en su bolso.

-No hace falta yo puedo- intentaba ser cortante con él.

-Creo que son muchas cosas para una sola persona- esto no es lo que acordamos Agustín, se repetía en su cabeza, pero ya que no podía no ayudarla.

-No lo son. Te dije que yo puedo- sonrió. Que orgullosa era. Terminaron de juntar todo y se pusieron de pie. Ella termino de acomodarse y él le entregó lo que había recogido, tocando sus manos. Carolina lo miró y él también lo hizo- y...ya... ya me tengo que ir, me están esperando- y está vez su mente fue más fuerte y la dejó ir.

-Chau- aunque ella ya no lo escuchará se despidió y se quedó observando como se alejaba.

Desde lejos una rubia observaba la situación. Si, Valentina. Y si Carolina no le caía bien por querer robarse su papel protagonico ahora menos le agradaba por estar cerca de su ex novio. Debía hacer algo, una niña no podía contra ella.