Oh, darling! (Niall Horan y Tu)

Epílogo.

  Niall.
La miré dormir. Ella estaba acostada en mi cama, junto a mí.
Estiré mi mano y la acaricié, casi esperando que fuera un sueño.
Sonreí. No estaba soñando.
Ella abrió los ojos –Hola– me sonrió.
–Hola preciosa– le devolví la sonrisa– ¿cómo estas?
–Mejor que nunca– se calló– ¿Y ahora qué?– dijo luego de un suspiro.
–¿Qué con qué?
–Con esto, con nosotros. ¿A tu padre le molestará...?
–Mi padre estará encantado. Él te adora.
Sonrió. Pero que bella sonrisa tenía esta mujer. Mi mujer.
–¿Dónde viviré? –preguntó.
La miré como si fuera obvio– Aquí, conmigo. Será genial, y muy conveniente.
–Niall... la verdad, no estoy segura de ello. Te amo, pero preferiría irme a mi propio departamento. Será cerca, podrás venir todos los días. Pero creo que necesitaría mi espacio.
Suspiré, ella tenía razón –Bien, pero no habrá día que te puedas zafar de mí. Estaré allí muy, muy seguido.
Sonrió– Lo tendré en cuenta.
–Y, creo que no te lo pregunté formalmente–me aclare la garganta y la miré a los ojos–
___(Tn) Grey, ¿me harías el gran gran honor de ser mi amada novia? Prometo cuidarte y estar contigo en todas.
Me sonrió ampliamente. Luego hizo como si lo estuviera pensando– Hhmm, no sé, ¿me traerías flores seguido?
–Todos los días. Las flores más lindas sólo para ti, para la más linda– podríamos estar jugando, pero yo lo decía en serio. Sobre las flores y sobre que ella era la más linda. Si las flores la hacían feliz, plantaría mi propio jardín por ella. Todo por ella.
Me miró seria– Entonces sí Niall, seré tu novia. Te amo– oh, ya no jugaba. Lo decía en verdad.
Entonces la besé. La besé el resto de la noche. Ella por fin era mía.
Fin.