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Para las tres de la tarde todo el grupo ya se encontraba en medio del desierto al lado de lo que sería su "hotel" por las siguientes cuatro noches, luego de una explicación de los grupos de trabajo y el itinerario del siguiente día, cada quien se fue a instalarse algunos a Cabañas y otros a armar sus camping.

Por otro lado Anahi ya había revisado aquella foto y le había encantado, era sencillamente irresistible; le mando una de vuelta de ella guiñando un ojo que decía te deseo suerte. Más tarde le escribió un mensaje preguntándole que donde era el desierto, es decir, que tan lejos para así implícitamente saber si ya había llegado o no por la cuestión de saber si se encontraba vivo o no. Pero por desgracia para la chica, donde él se encontraba, no llegaba la señal de celular.

El trabajo de campo era realmente duro, las jornadas eran de 6 am-4 pm con mínimo 8km de caminata diaria para llegar a pasar todos los datos a un mapa gigante y exponerlos en la noche; pero poncho se sentía realmente realizado cuando lograba usar bien una brújula o al encontrar algún fósil o cuando su profesor le confirmaba que se encontraba en lo correcto, el cansancio solo lo sentía cuando se acostaba en su aposento, pero al ver el cielo lleno de estrellas sin nubes ni contaminación sentía que valía completamente la pena y también quería llevar a any allí, mostrarle aquel espectáculo que era imposible capturar en fotos; también se sentía recompensado cuando lograba capturar en una foto el atardecer entre el desierto era realmente espectacular. Poncho fue funcional en cada grupo que trabajo, debido a que siempre llevaba agua extra o algunas naranjas que a medio día era sentir el cielo en tu boca. Lastimosamente sus conocimientos no fueron suficientes cuando a un compañero lo pico un escorpión, por suerte para él lo único riesgoso que le ocurrió fue que se corto tratando de abrir una lata de atún, cosa que solo le causaba molestias pero nada más allá de eso.

Llegó el día de entregas finales y luego de tanto trabajo por fin pudieron descansar un poco ya que al día siguiente temprano regresaban a la ciudad. Temprano empaco todo como pudo y se subió al bus, ahora sí sentía todo lo que había hecho, ya estaba anocheciendo cuando llegaron, y aunque era viernes y él quería contar todo lo vivido con lujo de detalles a sus amigos y familia solo se fue directo a su casa, lo único que realmente logró hacer fue bañarse, quitarse toda la arena que traía y dormir como si no hubiera mañana.

Al mediodía del día siguiente despertó y no fue porque ya no tuviera sueño sino porque moría de hambre; se encontraba solo en la casa y mientras se dirigía a la cocina veía por primera vez su celular en una semana. Respondió todos los mensajes, a algunos tuvo que explicar la razón de su ausencia; contesto el de any con un simple no tenía señal, llegué anoche exhausto y me acabo de despertar para sorpresa de él ella le contesto rápido invitándolo a almorzar, el encantado acepto, puso lugar y hora y se fue a alistar, cosa que hace días no hacía: afeitarse, peinarse, ponerse perfume, ponerse un reloj. Cosas así que en su salida noto que no eran tan fundamentales como creía. Su herida seguía sin sanar y noto que tenía un poco quemada la cara.

Comparando como se veía ahora a como se bajó ayer del bus era realmente un vagabundo que vivía debajo de un puente. Llego a tiempo al restaurante y se encontró con ella en la entrada, llevaba un vestido fresco que le quedaba muy bien haciéndola ver simplemente adorable, la saludo y entraron, luego de hacer el pedido ella le pidió que le contara todo.

-Fue lo máximo, any no te imaginas, me encanto-dijo él sin saber por dónde empezar, optó por contarle la rutina de trabajo que tenían y todo lo que les tocaba hacer-también se sentía como tú aprendes a convivir con la gente, hable con personas que nunca había visto en mi vida-le dijo y llego la comida-y lo bueno de allá es que eras literalmente aislado de todo, any desde hace una semana no me veía en un espejo-le confesó él a lo que ella rió-te lo juro, no había donde conectar celulares ni nada de eso, fue increíble-seguía contándole cada anécdota vivida y ella solo sonreía viéndolo-y tengo que ser sincero, cuando yo llegué a la universidad y vi las escaleras eléctricas y toda esa infraestructura iluminada me sentí en futurama-le dijo y ella rió ampliamente-te lo juro, yo estaba acostumbrado a que lo más avanzado era una nevera-añadió y rieron ambos; disfrutaron del almuerzo entre más historias y ella podía sentir que tan feliz fue él allá, no había nadie que lo hiciera detenerse de hablar, parecía un niño pequeño que había pasado por primera vez por un parque de diversiones pero lo más lindo de todo era que ella tenía la sensación de que él en serio quería que ella supiera la buena decisión que había tomado al cambiarse de carrera

-En serio me encanta que estés tan animado, siento que fuiste muy feliz allá. Yo bien, descansando, he dormido muchísimo, la verdad es una rutina que me puedo acostumbrar fácilmente-dijo ella una vez él le preguntó por su semana

-Me alegra mucho ¿qué tal las cosas con kuno?-preguntó cuándo ya estaban saliendo del restaurante

-Bien, pues igual-dijo ella sin mucha importancia, luego de una pausa se atrevió a preguntarle algo (que el tiempo y la distancia le habían permitido pensar)-¿poncho tú de verdad que quieres conmigo?-le dijo tomándolo por completa sorpresa

-Ahorita solo te llevo por un helado, no pienso secuestrarte...por el momento-dijo tratando de bajar la tensión que había pero no lo consiguió

-Te estoy hablando en serio, ya respóndeme-le pidió deteniendo su camino

-Any yo te quiero-respondió él con las manos en sus bolsillos

-¿Como para qué?-preguntó pero no con tono de arrogancia sino porque quería asegurarse antes de lanzarse

-Te quiero como para verte todos los días que hasta mis amigos me molesten porque me la paso todo el tiempo contigo, ¿feliz? ¿Ya puedo comprar mi helado?-protestó cual niño pequeño a lo que any lo dejo entrar a la tienda mientras ella hacía una llamada telefónica

-Si kuno, necesitamos vernos ya, es algo muy importante-fue lo que alcanzó a escuchar poncho una vez salió de la tienda, intentó preguntar qué ocurría pero ella le tapo la boca-vale, ya te llegó...si si en 15 minutos estoy ahí, bueno Chao-se despidió y colgó

-¿Por qué te vas?-preguntó él confundido

-Tengo que hacer algo, gracias por el almuerzo y estoy muy feliz por tu salida de campo-dijo ella y se despidió de un rápido beso en la mejilla, él la detuvo

-al menos llévate tu helado ¿no?-dijo sin entender

-Cómetelo tu, yo sé que lo quieres, nos vemos-dijo algo apresurada y se fue. Él solo le quedó la opción de irse a su casa...bueno al menos con dos helados.

Como ella lo dijo, 15 minutos después ya se encontraban reunidos, él la saludo con un entusiasmado beso que ella sutilmente termino. Como pudo evadió las preguntas de rutina cuando se saludan y lo corto con un tenemos que hablar.

-Claro claro, hablemos-dijo él un poco preocupado-¿Qué pasó?

-Kuno quiero terminar contigo-soltó de una vez antes de que se arrepintiera de lo que iba a hacer-porque no siento lo mismo que tú sientes por mí-añadió ella cuando el preguntó por una razón de eso-porque no te puedo corresponder a como lo hacía cuando estábamos en el colegio ya no siento eso

-Entonces ¿por qué aceptaste volver conmigo? Y no me mientas con que querías ir al concierto porque tú sabes que iría así no fuéramos nada-se explicó el

-Lo hice porque creí que aún te amaba, pero yo no te amo, que te quiero si aún lo hago pero yo ya no te amo kuno amo los recuerdos que tenemos, pero nosotros ya no funcionamos-le explicó

-¿amas a alguien más?-le preguntó

-No, menos de un año es poco tiempo para amar a otra persona-le dijo sinceramente

-Si tienes razón, igual gracias por todo-le dijo él ya con sus ojos vidriosos

-De nada, gracias a ti siempre vas a ser una persona muy especial en mi vida al final de cuentas eres mi primer amor y eso nada lo cambiara-le dijo logrando sacarle una sonrisa al chico

-Que te vaya muy bien en la universidad, igual tú sabes que cualquier cosa en la que te pueda ayudar aquí estoy-le dijo a la chica mientras trataba de hacerse el fuerte

-Y espero que pases a los nacionales sigue siendo ese chico tan juicioso y dedicado y lo mismo, cualquier cosa que necesites me dices-respondió ella y él se acerco a abrazarla cosa que ella correspondió

-Cuídate mucho nena-añadió él y antes de que él llorara ella se fue.

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usa esto se puso bueno

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