-Poncho, no es que no quiera contarte todo y que tu lo hagas conmigo, pero...yo sé como soy y sé como hacer que reacciones a mi y de verdad quiero evitar a toda costa alguna...cualquier cosa, Sherlyn no se lo merece, tampoco quisiera ser la causante de dañar un futuro matrimonio, por favor no me lo hagas más difícil-dijo la chica tan rápido que no le dió tiempo a poncho de hablar ni de reaccionar de otra forma que soltando una carcajada.
Si existiera un tono más rojo para la piel de alguien seguramente any lo hubiera adaptado, no podía creerlo.-era un chiste...enana yo no me voy a casar, Sherlyn si, pero yo no-rió una vez más y no pudo aguantar las ganas de abrazarla-vine con ella porque quería hacer un viaje de mochilero y pues tu sabes que soy muy bueno para todo eso de acampar y los idiomas y sobrevivir en el medio de la nada-dijo aun abrazandola y any no sabía que hacer, estaba en shock aparte de la gigantesca vergüenza, por el abrazo, ese perfume, estar dentro de sus brazos de nuevo, ese lugar que tanto la hacía sentir segura, empezó a golpearlo con un poco de impotencia por la broma que él le había hecho
-¿Por qué me hiciste creer otra cosa?-le reclamó ella mientras él seguía en risas
-No sé, fue lindo escucharte creer eso, aparte ¿cómo me crees?
-si pense que era mentira pero no quería ilusionarme...-muy tarde se dio cuenta de lo que había dicho, él un poco en shock por lo escuchado se alejó del abrazó para encararla
-¿Ilusionarte? ¿ilusionarte con qué?-le preguntó en un tono de voz bajo y ella se puso extremadamente nerviosa
-Pues...o sea, no ilusionarme no...sino malviajarme...ya sabes-articuló pero no mejoró en nada la situación en la que se había metido
-No, no sé, explícame-le dijo él acercándose un poco más
-O sea...de qué yo estaba entendiendo que querías serle infiel a tu futura esposa-dijo ya un poco más segura de la razón inventada-y pues no poncho no te iba a acolitar eso
-extrañaba tu inocencia-la abrazó más fuerte y se acercó al oído-en realidad extrañaba toda tu...aún no puedo creer que te haya encontrado-añadió suavecito y soltó un suspiro, ella estaba derretida, solo logró apretar sus ojos al momento de escuchar eso, sin duda cualquier cosa que hiciera este hombre la estremecía de una manera incontrolable, se separaron pero él conservó sus manos en la cintura de ella-Ahora si no tienes razón para decirme que no, anda vamos-dijo con una sonrisa y ella solo quería besarlo, lo tenía justo ahí a pocos centimetros, el aliento llenaba su nariz y sus ojos la estaban haciendo temblar.
¿Qué más da? Hay que arriesgarse y entonces any aceptó, pidió tiempo para ir a cambiarse y fue a comer con él.
En el trayecto al restaurante fueron caminando y él le ofreció su brazo, quería tomarla de la mano, quería hacer tantas cosas pero no sabía la situación de ella, si tenía pareja o no, entonces procuro hacer lo más apropiado. Llegaron a un lindo restaurante, un jazz en vivo que proporcionaba un ambiente tranquilo además que la hora no daba para que estuviera lleno de gente, fueron ubicados en una linda mesa que tenía claramente vista a la Torre Eiffel, any estaba encantada. Poncho estaba como todo un caballero, tenía un fluido francés que solo hacía a any mirarlo más si fuera posible.
-Ahora si, cuentame todo de tu vida-le dijo a la chica luego de que ambos pidieran su comida.
-¿Qué te digo?-dijo la chica tomando su vino-termine biomedica, antes de graduarme estaba haciendo prácticas en un laboratorio de prótesis solo de brazos y dedos articulados, después me ofrecieron un puesto para un hospital infantil, conozco a cada niño, y hago sus prótesis lo mejor que puedo, la verdad estoy muy feliz, la reacción de los niños es impagable. ¿tu?-dijo ella, no podía soportar la mirada por mucho tiempo, era muy penetrante, sobretodo cuando sentía que la miraba como si el tiempo no hubiera pasado.