VIVIENDO CON LOBOS ( III libro Serie La Niña Y Los Monstruos )Sin Corregir

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Ángel despertó a medio camino hacia la villa, sus ojos eran de color negro y por más que trataba de calmarse simplemente no podía. El lobo decidió llevarla a otro lugar para que ningún lobo o cazador que anduviera por ahí la viera.

Estuvieron cerca de la cascada que había al interior del bosque por casi una hora, pero hablaron muy poco. Los ojos de Ángel poco a poco habían ido volviendo a la normalidad pero al menor ruido que oía, o a algo que la alterara volvían a cambiar.

El lobo la sentó en su regazo y empezó a masajear su espalda una y otra vez hasta que que la respiración de Ángel se normalizo. Ángel apoyo su rostro en el pecho del lobo sin poder creer aún todo lo que había pasado, Y no hablaba solo de la boda sino de todo lo que había sucedido después, la boda había pasado completamente a segundo lugar, parecía algo sin importancia en comparación con las últimas noticias.

Lucian y Hottu eran hermanos, por lo tanto Brent y sus hermanos eran primos de Angaroo y Teao. Ángel sonrió ante esto, pues eran familia y ahora seguramente serían mucho más unidos que antes. Eso debería ser un motivo de alegría entre todo lo que habían oído. Ángel se preguntaba lo mismo que seguramente se estaban preguntando todos los que habían estado presentes en la oficina del cazador. Como es que Markkus pudo referirse a su esposa de manera tan amorosa, casi devota al decir que ella había tenido hijos de otro hombre. A caso ella había tenido a Lucian y Hottu antes de conocer a Markkus, eso tendría sentido, pero el cazador había dicho que el padre de los lobos había estado al servicio de su familia por mucho tiempo. Markkus lo había conocido antes que Sonia. La única explicación racional era que ella le había sido infiel al cazador. Pero si había sido así, no tenía sentido que él se refiriera a ella de manera tan tierna.

Ángel cerró fuertemente los ojos, como si al hacerlo el intenso dolor de cabeza que tenía se iría, sin embargo no fue así. Una vez que estuvo segura que podía controlar el cambio, decidieron irse a la villa. Ni Lucian ni Hottu tenían buena cara al salir de la casa Leppala.

Un escalofrío la recorrió de pies a cabeza cuando se puso de pie, espero que no sea nada malo, se dijo, y tomo el brazo de Brent para que la guiara a casa.

Una vez que vio la casa a la distancia, dio gracias por haber llegado por fin, esperaba no salir de allí en un buen tiempo. El vestido de novia estaba sucio y medio mojado por la fina lluvia que había empezado a caer cuando se dirigían a casa. Ángel estaba descalza pues no soportaba los zapatos que acompañaban al vestido, le dolían a rabiar los pies, pero se negó a que Brent la tomara en brazos.

Al entrar encontraron a Lucian sentado solitariamente en el escalón que daba a al pasillo de los dormitorios, tenía los brazos apoyados en las rodillas y los ojos cerrados. Apenas entraron abrió los ojos y vio a los recién llegados. No fue capaz de sonreírles o decirles cualquier cosa. Solo los miro y bajo la mirada al piso. Tenía los ojos rojos y seguía pálido, era evidente que había estado llorando. Brent fue hacia su padre y se inclinó frente a él. No le dijo nada, solo lo abrazó. Lucian oculto su rostro en el hombro de su hijo y empezó a llorar. Ángel no había visto jamás a Lucian de esa manera. Era terrible verlo tan vulnerable, tan triste. Se acercó  a ellos y rodeo a ambos con sus brazos, fue inevitable llorar con ellos. De alguna manera podía sentir su pena, sabía cuánto dolor le había causado Markkus con sus palabras. Estuvieron abrazados hasta que Lucian se calmó y levanto el rostro del hombro de su hijo y solo lo miro y sonrió. Ángel fue por un vaso de agua para padre e hijo y rogaba poder convencer a Dracul para que no siguiera adelante con los planes de castigar a los traidores o por lo menos para no decirle a Lucian quienes eran. Ese sería otro terrible golpe para el lobo y su familia.

_"Que gran día estas teniendo le dijo Lucian a Ángel al verla salir de la cocina con los vasos de agua.

Ángel levanto los hombros sin saber que decirle. Se sentó al lado de él y apoyo la cabeza en su hombro. El lobo apoyo su cabeza en la de ella y palmeo su rodilla.