Transcurso del tiempo

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Dio la mañana de otoño, las hojas se caían como por el flujo del viento que les daba, y mientras se las llevaban la corriente llego hacia una casa desolada y por ahí en una habitación oscura se encontraba un rubio con ojeras en sus ojos azules y con una botella de agua en la mano.

-(Ya pasaron 5 años desde que no supe nada de ti, ojalá estuvieras aquí conmigo)- mientras se quedaba inundado en sus pensamientos con una fotografía de Hinata en un buro con unas velas al lado.

-¡¡Naruto, date prisa en bajar a desayunar o llegarás tarde a la universidad!!- le grita la pelirroja con un cucharón en la mano.

Naruto se levantó del suelo, recogió una chamarra naranja y su mochila, pero al momento de abrir la puerta volteó a ver el cuadro de su novia. Y de eso ve la bufanda que ella misma le había tejido.

-Bueno Hinata, ya me tengo que ir- al decir eso, cierra la puerta lentamente.

Y fue bajando de escalón a escalón hasta llegar al comedor, allí se encontraba su padre que estaba leyendo el periódico, mientras tomaba un café y en eso sale su madre con dos platos y se lo da a Naruto.

-No puedo creer que ya estés por terminar tu carrera de Administrador-.

-Y yo no puedo creer que aún sigo con vida- habló seriamente hacía su madre.

-Naruto, compórtate si, aun siendo un adulto no mejoras tu vocabulario-.

Y de esa breve charla familiar se permaneció callado en la mesa, mientras el come de su plato.

-Gracias por la comida, ya me voy- se levanta de su lugar, recoge su mochila y se va yendo de la casa.

-Que te valla bien- le muestra una sonrisa falsa.

Y al escuchar la puerta cerrarse la expresión de los padres cambio a una de depresión.

-Parece que aún no ha superado lo de Hinata- al decir eso deja el periódico.

-También a nosotros nos afectó mucho sin saber si esta viva o muerta- dijo con una expresión de tristeza.

Mientras el rubio iba manejando su auto para la Universidad, puso música en la radio para desenvolverse su estrés de por vida y al llegar a una cuadra de la escuela logró ver un niño muy parecido a el cuando era pequeño cabello rubio y ojos azules iguales a los de el, pero el tenía 2 marcas en su cara envés de 3.

-(Que rayos, estoy loco o estoy viendo mi propio yo mismo)- todo confundido siguen viendo a ese niño.

Vio hacia dónde iba el niño hasta que logró ver a una mujer de la misma edad que el, pero no logró verla por completo por cambiar el semáforo de rojo a verde. Al llegar a la Universidad estacionó el carro y le puso seguro, se fue yendo a su salón, en el camino llevaban el teléfono en su mano, fue de paso a la cafetería de la escuela y de lejos logra ver a Sasuke con Sakura.

-¡¡Hey Naruto por acá!!- decía una pelirosa levantando su mano como señalamiento.

Al escuchar los gritos por parte de la pelirosa junto a ella estaba un pelinegro tomados de las manos, dio un largo suspiro, y dio la vuelta para ir hacia donde estaban ambos a lo que dieron por comenzar una charla amistosa.

-Es increíble que ustedes ya se quieran casarse lo mas pronto posible-.

-Hay Naruto te estás volviendo frío al igual que Sasuke- se empieza a quejarse la pelirosa con una ceja en alto.

-Oye Sakura no es para tanto- le reclama el pelinegro.

Empezó una carcajada de parte de la pelirosa que no evitaban ponerla mas nerviosa, pero para Naruto al ver a ambos juntos se sentía completamente vació al no tener a la única mujer que ha amado desde siempre tenerla hacia sus brazos como lo anda viendo en ese instante.

-Ya te hemos dicho que si quieres a alguien nos entenderías mejor-.

-Si, pero solamente tengo a una persona en mi vida, y esa es Hinata- al decir eso aprieta su puño.

-Pues desde que paso en el paseo de la preparatoria, no hemos sabido nada de ella, hasta se esta llegando a creer que esta muerta- diciendo eso la entristeció.

-¡¡Hinata no esta muerta, aún sigue con vida lo presiento!!- saca de su bolsillo el collar y lo cierra en un puño y se lo pone hacia su pecho.

Al decir aquellas palabras por parte de Naruto, y se permanecieron callados todo lo que quedo de la hora, poco después se levantaron de la mesa.

-Mejor ahí que irnos o llegaremos tarde a nuestra clase- dijo de un tono de murmuró.

Por el camino no dijeron nada, hasta que uno por uno iba cada quien hacia su salón, dio el transcurso de las clases, y mientras seguían las clases Naruto no dejaba de pensar sobre lo que pasó aquel día en donde ocurrió todo en su vida, en ese instante recordó lo que pasó esta mañana cuando vio a ese niño muy parecido a el, preguntándose a si mismo,  quién es ese niño y de quien era.

Por otra parte se encontraba una mujer de cabellos oscuros y largo que le cubría toda la cintura que va recogiendo flores en el jardín trasero con una cierta compañía.

-¡¡Oooh!!, mira tío, han florecido mas de los que pensaban- dijo un niño de cabellera rubia,  que se iluminaban sus ojos de la impresión.

-Ya lo veo, es increíble que nos haya ido bien estos últimos meses, no Hinata-sama- y voltea hacia el otro lado.

-Es cierto Neji-nisan, esperemos que sigamos así (sobre todo por este niño que es mi otra razón para vivir)- después de eso le frota la cabellera del niño a su lado.

-Oye que tal si van tu y mi sobrino al centro comercial, ultimada mente no han logrado convivir entre ustedes-.

-Si mamá, vamos anda di que sí- le insistió tanto que la empezó dar unos jalones en la manga.

-Pero Neji-nisan aún falta trabajo que hacer-.

-Toma el resto día libre, además te hace falta respirar aire fresco a la realidad-.

-Que malo eres, bueno está bien, vamos- al final le toma de la mano del pequeño.

-¡¡Si!!- tanta emoción grito el pequeño rubio.

-Volveremos mas tarde- recogió su saco, su bolsa y agarrándole de la mano al pequeño.

-Tómense el tiempo necesario para ustedes- al decir eso al final se escucho cerrando la puerta.







Continuará......

Devuelta la FelicidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora